BOCA CHICA, República Dominicana.- Un ciudadano checo se encuentra varado en el país luego de que viniera de vacaciones hace más de un año a conocer a su novia, quien supuestamente le quitó todo el dinero y lo abandonó.
Vitali Juraida recorrió más de ocho mil kilómetros y 12 horas de vuelo desde la República Checa a Santo Domingo, para ver a su novia dominicana, pero el destino le ha jugado una mala pasada.
Y como reza la frase bíblica de la Primera de Corintios “El amor todo lo sufre”. El hombre se condena a sí mismo y no a Carolina, a quien se negó enseñar por temor a que ésta se molestara.
Este señor dejó todo en su país: su familia, su trabajo como constructor de automóviles de la firma Skoda y hasta su novia.
A más de un año y dos meses de su estadía en tierra dominicana, el checo ha tenido que sobrevivir vendiendo helados en Boca Chica.
Mario Pérez residente de Altos de Chavón, en Boca Chica, dice que Juraida estuvo tres días en el Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA) con sus maletas, su ropa. Piden que lo ayuden a regresar a su país.
Es precisamente donde un buen samaritano que el checo tiene la poca ropa que le queda.
Par muchos residentes del sector antes citado, el hecho de ver al checo vendiendo helados causa sorpresa.
Amigos del checo Juraida vaticinan que en cualquier momento éste perderá el juicio, debido a los inconvenientes que él enfrenta en territorio dominicano.
Hace casi dos meses el extranjero acudió al Consulado de la República Checa en Santo Domingo, quien lo ayudó a localizar a sus familiares, pero no le posibilitan el retorno a su país, alegando no contar con los recursos.
El checo asegura que ya no aguanta más la situación que vive en República Dominicana, pues ni siquiera tiene mil dólares para pagar el pasaje que lo llevaría a reencontrase con los suyos.
En un recorrido de Noticias SIN por Boca Chica el dueño de un establecimiento de comida se comprometió a ayudarlo para que este pueda volver a su tierra.
VER VIDEO AQUI
Vitali Juraida recorrió más de ocho mil kilómetros y 12 horas de vuelo desde la República Checa a Santo Domingo, para ver a su novia dominicana, pero el destino le ha jugado una mala pasada.
Y como reza la frase bíblica de la Primera de Corintios “El amor todo lo sufre”. El hombre se condena a sí mismo y no a Carolina, a quien se negó enseñar por temor a que ésta se molestara.
Este señor dejó todo en su país: su familia, su trabajo como constructor de automóviles de la firma Skoda y hasta su novia.
A más de un año y dos meses de su estadía en tierra dominicana, el checo ha tenido que sobrevivir vendiendo helados en Boca Chica.
Mario Pérez residente de Altos de Chavón, en Boca Chica, dice que Juraida estuvo tres días en el Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA) con sus maletas, su ropa. Piden que lo ayuden a regresar a su país.
Es precisamente donde un buen samaritano que el checo tiene la poca ropa que le queda.
Par muchos residentes del sector antes citado, el hecho de ver al checo vendiendo helados causa sorpresa.
Amigos del checo Juraida vaticinan que en cualquier momento éste perderá el juicio, debido a los inconvenientes que él enfrenta en territorio dominicano.
Hace casi dos meses el extranjero acudió al Consulado de la República Checa en Santo Domingo, quien lo ayudó a localizar a sus familiares, pero no le posibilitan el retorno a su país, alegando no contar con los recursos.
El checo asegura que ya no aguanta más la situación que vive en República Dominicana, pues ni siquiera tiene mil dólares para pagar el pasaje que lo llevaría a reencontrase con los suyos.
En un recorrido de Noticias SIN por Boca Chica el dueño de un establecimiento de comida se comprometió a ayudarlo para que este pueda volver a su tierra.
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