Escrito por: LILLIAM FONDEUR
(lfondeur@gmail.com)
La tasa de mortalidad infantil de nuestro país es de las más altas de América Latina, 30 fallecidos por cada 1,000 nacidos. Las investigaciones de ENDESA 2002 y ENHOGAR 2006 reportan que entre el 7% y el 9% de los niños y niñas entre 0 y 3 años de edad en la República Dominicana están crónicamente desnutridos.
La mayoría de las causas de enfermedad y mortalidad (morbi-mortalidad) infantil son prevenibles: infecciones diarreicas y respiratorias, desnutrición y en especial el hambre, es decir, consumen una cantidad de calorías inferior a la recomendada para mantener una vida sana y activa. “El hambre es la enfermedad que afecta a más de 2 millones de dominicanos y dominicanas, el 27% de la población.” Según Pável Isa Contreras, Oficial a cargo del El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas.
La lactancia materna es fundamental para reducir los indicadores de mortalidad infantil en el país. Es inconcebible que en nuestro país, según ENHOGAR 2006 “sólo el seis por ciento de las mujeres que dan a luz, amamanten a sus bebés durante los primeros seis meses”, como se recomienda. A pesar de que contamos con la Ley 8-95 sobre Lactancia Materna, la cual declara la misma como una prioridad nacional.
Definitivamente, no es leyes lo que necesitamos, es que se cumplan.
Del 1ro. al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna. La Secretaría de Salud Pública y Asistencia Social (SESPAS), ha retomado los programas que estimulan la lactancia, en los hospitales de maternidades, según expreso el doctor Héctor Eusebio director Materno Infantil y Adolescente de Salud Pública.
Los beneficios de la lactancia materna son inmensurables. Además de fortalecer el vínculo madre-bebé, la lactancia ofrece múltiples beneficios al niño y/o la niña: reduce los riesgos de diarrea, vómitos, infecciones de oídos, intolerancia a las formulas y algunos cánceres infantiles entre otros.
A largo plazo la lactancia previene la obesidad, la diabetes tipo I y la colitis ulcerosa promoviendo una mejor calidad de salud. El calostro, esa primera agüita que sale de las mamas antes de llegar la leche, ofrece al bebé la primera inmunización, la primera vacuna.
En la madre la lactancia disminuye el sangrado después del parto, ayuda al útero a involucionar, esto es que vuelva a su posición original, recuperando la mujer su imagen corporal previa al embarazo, en menor tiempo. Se ha demostrado que las mujeres que lactan reducen el riesgo de cáncer de mama y de ovario.
Y en especial el placer, satisfacción que produce lactar, no cabe en esta columna.
(lfondeur@gmail.com)
La mayoría de las causas de enfermedad y mortalidad (morbi-mortalidad) infantil son prevenibles: infecciones diarreicas y respiratorias, desnutrición y en especial el hambre, es decir, consumen una cantidad de calorías inferior a la recomendada para mantener una vida sana y activa. “El hambre es la enfermedad que afecta a más de 2 millones de dominicanos y dominicanas, el 27% de la población.” Según Pável Isa Contreras, Oficial a cargo del El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas.
La lactancia materna es fundamental para reducir los indicadores de mortalidad infantil en el país. Es inconcebible que en nuestro país, según ENHOGAR 2006 “sólo el seis por ciento de las mujeres que dan a luz, amamanten a sus bebés durante los primeros seis meses”, como se recomienda. A pesar de que contamos con la Ley 8-95 sobre Lactancia Materna, la cual declara la misma como una prioridad nacional.
Definitivamente, no es leyes lo que necesitamos, es que se cumplan.
Del 1ro. al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna. La Secretaría de Salud Pública y Asistencia Social (SESPAS), ha retomado los programas que estimulan la lactancia, en los hospitales de maternidades, según expreso el doctor Héctor Eusebio director Materno Infantil y Adolescente de Salud Pública.
Los beneficios de la lactancia materna son inmensurables. Además de fortalecer el vínculo madre-bebé, la lactancia ofrece múltiples beneficios al niño y/o la niña: reduce los riesgos de diarrea, vómitos, infecciones de oídos, intolerancia a las formulas y algunos cánceres infantiles entre otros.
A largo plazo la lactancia previene la obesidad, la diabetes tipo I y la colitis ulcerosa promoviendo una mejor calidad de salud. El calostro, esa primera agüita que sale de las mamas antes de llegar la leche, ofrece al bebé la primera inmunización, la primera vacuna.
En la madre la lactancia disminuye el sangrado después del parto, ayuda al útero a involucionar, esto es que vuelva a su posición original, recuperando la mujer su imagen corporal previa al embarazo, en menor tiempo. Se ha demostrado que las mujeres que lactan reducen el riesgo de cáncer de mama y de ovario.
Y en especial el placer, satisfacción que produce lactar, no cabe en esta columna.
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