Fue el ganador de las primeras elecciones celebradas en el país después del golpe de Estado al presidente constitucional profesor Juan Bosch
Escrito por: Chichí De Jesús Reyes
(Chichidejesus46@hotmail.com)
Se cumplen este primero de julio 45 años que el doctor Joaquín Balaguer se juramentó como presidente constitucional, luego de salir victorioso en las primeras elecciones celebradas después de la revuelta de abril de 1965.
Se impuso al profesor Juan Bosch, del Partido Revolucionario Dominicano, en la jornada electoral del primero de junio de 1966.
Balaguer y su Partido Reformista alcanzaron 759,887 votos, contra 494,570 del PRD.
Otros partidos que alcanzaron buena votación fueron el Revolucionario Social Cristiano (Machete Verde), con 30,660; Unión Cívica Nacional, con 16,152, mientras que Vanguardia Revolucionaria Dominicana obtuvo 13,855.
El nuevo mandatario fue juramentado por el presidente del Senado, Lic. Rodolfo Valdez Santana, representante de la provincia La Altagracia, y en un discurso de alrededor de hora y media, anunció un inmediato plan de austeridad como primer paso para sanear la economía nacional, plan que actuaría (y actuó) “como un bisturí sobre las llagas que hay que extirpar a sangre fría”.
El presidente anunció también un conjunto de proyectos de índole social, comenzando por introducir “modificaciones en las estructuras tradicionales de tenencia de la tierra”, mediante una redistribución de las mismas entre las grandes masas rurales y a través de programas de Reforma Agraria.
Recordando la frase de Sarmiento que “la victoria no dá derechos”, Balaguer prometió gobernar para todos los dominicanos dentro de unas estructuras liberales y progresistas. Recalcó que no volvía al poder a repetir un ejercicio gubernamental similar al de Trujillo.
El derrotado candidato, Prof. Juan Bosch, por su parte, anunció la implantación de una “oposición constructiva” por parte de su partido, el PRD, frente al Gobierno, y a finales del 1966 marchó hacia Benidorm, España, donde escribió su “Dictadura con Respaldo Popular”, una tesis que fue recibida con escepticismo por los dominicanos, especialmente los grupos financieros y empresariales.
A fines de noviembre fue sancionada una nueva Constitución de la República, de un contenido muy parecido a las de los años 1961 y 1962, votadas cuando Trujillo. La reelección presidencial fue permitida en el nuevo texto por razones de omisión, al no ser prohibida expresamente.
La formula por “omisión” había sido consagrada por otras Cartas comenzando por la del año 1908.
La Vanguardia Revolucionaria Dominicana, que presidía el Dr. Horacio Julio Ornes, perdió su personalidad jurídica y la Unión Cívica Nacional solicitó de nuevo el reconocimiento correspondiente.
En enero de 1968 fue admitido por la Junta Central Electoral el Partido Quisqueyano Demócrata (PQD), presidido por el ex general Elías Wessin y Wessin, quien tres años después sería enviado al exilio acusado públicamente por el Presidente Balaguer de “conspirador impenitente” contra el gobierno.
Balaguer, mediante decreto, formó un organismo muy particular llamado Comisión Nacional de Desarrollo (CND) dedicado a incentivar el progreso económico de la Nación, especialmente dentro del sector privado, así como a sugerir obras de interés colectivo.
El primer presidente de la comisión fue el Lic. Luis Julián Pérez, que ocupó el cargo 1974, cuando corrió como candidato presidencial por su Movimiento de Salvación Nacional (MSN).
Julián Pérez fue sustituido en la presidencia de la CND por el Lic. José Andrés Aybar Castellanos, y se reconcilió con Balaguer cuando el líder reformista retornó al poder en 1986, y fue designado como gobernador del Banco Central.
La CND, originalmente compuesta por miembros del Gabinete y de titulares de organismos estatales en combinación con representantes de la banca, la industria y el comercio privados, fue aumentando su composición hasta llegar a una extraordinaria cantidad de miembros.
En forma chistosa, en una de las reuniones del organismo se comentó que “si la comisión sigue creciendo, tendremos que reunirnos en el estadio olímpico”.
Cuando a un dirigente o simpatizante reformista se le dificultaba obtener un nombramiento de “ayudante Civil o Inspector de la Presidencia”, se conformaba con ser miembro de la CND.
Los miércoles de cada semana las sesiones del poderoso organismo mixto servían de escenario a importantes decisiones de gran incidencia en el desarrollo global del país.
Escrito por: Chichí De Jesús Reyes
(Chichidejesus46@hotmail.com)
El doctor Joaquín Balaguer toma juramento como presidente en 1966. |
Se impuso al profesor Juan Bosch, del Partido Revolucionario Dominicano, en la jornada electoral del primero de junio de 1966.
Balaguer y su Partido Reformista alcanzaron 759,887 votos, contra 494,570 del PRD.
Otros partidos que alcanzaron buena votación fueron el Revolucionario Social Cristiano (Machete Verde), con 30,660; Unión Cívica Nacional, con 16,152, mientras que Vanguardia Revolucionaria Dominicana obtuvo 13,855.
El nuevo mandatario fue juramentado por el presidente del Senado, Lic. Rodolfo Valdez Santana, representante de la provincia La Altagracia, y en un discurso de alrededor de hora y media, anunció un inmediato plan de austeridad como primer paso para sanear la economía nacional, plan que actuaría (y actuó) “como un bisturí sobre las llagas que hay que extirpar a sangre fría”.
El presidente anunció también un conjunto de proyectos de índole social, comenzando por introducir “modificaciones en las estructuras tradicionales de tenencia de la tierra”, mediante una redistribución de las mismas entre las grandes masas rurales y a través de programas de Reforma Agraria.
Recordando la frase de Sarmiento que “la victoria no dá derechos”, Balaguer prometió gobernar para todos los dominicanos dentro de unas estructuras liberales y progresistas. Recalcó que no volvía al poder a repetir un ejercicio gubernamental similar al de Trujillo.
El derrotado candidato, Prof. Juan Bosch, por su parte, anunció la implantación de una “oposición constructiva” por parte de su partido, el PRD, frente al Gobierno, y a finales del 1966 marchó hacia Benidorm, España, donde escribió su “Dictadura con Respaldo Popular”, una tesis que fue recibida con escepticismo por los dominicanos, especialmente los grupos financieros y empresariales.
A fines de noviembre fue sancionada una nueva Constitución de la República, de un contenido muy parecido a las de los años 1961 y 1962, votadas cuando Trujillo. La reelección presidencial fue permitida en el nuevo texto por razones de omisión, al no ser prohibida expresamente.
La formula por “omisión” había sido consagrada por otras Cartas comenzando por la del año 1908.
La Vanguardia Revolucionaria Dominicana, que presidía el Dr. Horacio Julio Ornes, perdió su personalidad jurídica y la Unión Cívica Nacional solicitó de nuevo el reconocimiento correspondiente.
En enero de 1968 fue admitido por la Junta Central Electoral el Partido Quisqueyano Demócrata (PQD), presidido por el ex general Elías Wessin y Wessin, quien tres años después sería enviado al exilio acusado públicamente por el Presidente Balaguer de “conspirador impenitente” contra el gobierno.
Balaguer, mediante decreto, formó un organismo muy particular llamado Comisión Nacional de Desarrollo (CND) dedicado a incentivar el progreso económico de la Nación, especialmente dentro del sector privado, así como a sugerir obras de interés colectivo.
El primer presidente de la comisión fue el Lic. Luis Julián Pérez, que ocupó el cargo 1974, cuando corrió como candidato presidencial por su Movimiento de Salvación Nacional (MSN).
Julián Pérez fue sustituido en la presidencia de la CND por el Lic. José Andrés Aybar Castellanos, y se reconcilió con Balaguer cuando el líder reformista retornó al poder en 1986, y fue designado como gobernador del Banco Central.
La CND, originalmente compuesta por miembros del Gabinete y de titulares de organismos estatales en combinación con representantes de la banca, la industria y el comercio privados, fue aumentando su composición hasta llegar a una extraordinaria cantidad de miembros.
En forma chistosa, en una de las reuniones del organismo se comentó que “si la comisión sigue creciendo, tendremos que reunirnos en el estadio olímpico”.
Cuando a un dirigente o simpatizante reformista se le dificultaba obtener un nombramiento de “ayudante Civil o Inspector de la Presidencia”, se conformaba con ser miembro de la CND.
Los miércoles de cada semana las sesiones del poderoso organismo mixto servían de escenario a importantes decisiones de gran incidencia en el desarrollo global del país.
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