Escrito por: Margarita Brito
El doctor Eduardo Mejía recomienda asesorarse e informarse con expertos. |
Quien habla en estos términos es el doctor Eduardo Mejía, especializado en Cirugía General en el servicio del Prof. Brandao Lira del Hospital Santa Casa de la Misericordia, en Río de Janeiro, Brasil, y tres años en el prestigioso servicio del Profesor Ivo Pitanguy, en el referido centro y en su clínica privada, donde participó en centenares de procedimientos quirúrgicos obteniendo su especialidad en cirugía plástica estética y reconstructiva. Mejía es el quinto dominicano egresado de esta escuela de renombre mundial.
Sostiene que esta cirugía puede ser indicada a todas las pacientes que tengan hipomastia o senos poco desarrollados, a pacientes con asimetría considerable de los senos y a las que han pasado por proceso de mastectomía.
No obstante, advierte que no se recomienda en pacientes menores de edad, que físicamente no se han desarrollado, ni en pacientes con historia familiar de neoplasias en las mamas, sin previa evaluación del ginecólogo o mastólogo.
Los mitos
Mejía, quien labora en el Centro de Otorrinolaringología, destaca entre los mitos la pérdida de sensibilidad y dice que “en medicina no existe la palabra siempre, pero, generalmente, es transitoria si sucede”. Agrega que los implantes no levantan los senos. “Los implantes, realmente, sirven para aumentar los senos, pero si hay una caída (ptosis) mamaria grado I, el menor de los grados, ayuda a disimular un poco; no obstante, a diario vemos casos de pacientes que prefieren un implante exagerado y no una cicatriz por un levantamiento.
Rechaza que los implantes provoquen alguna enfermedad, ni están conectados con un aumento de patologías en las mamas. Afirma que se puede lactar, ya que en el momento de ejecutar la cirugía de implante no se lesiona el ducto, ni la glándula mamaria. Agrega que la mujer puede hacerse la mayoría de los estudios que sirven para diagnosticar una alteración en el área mamaria, como la sonografía, tomografía, resonancia magnética, entre otros.
El experto negó que haya riesgo si se viaja en avión y que si ocurriese por cualquier otra circunstancia, su contenido no se extravasa ya que el relleno es un gel cohesivo.
Lo ideal es usar la última generación de implantes mamarios, ya que tienen una vida útil larga, no tienen fecha de caducidad concreta. “Si bien a los diez años aumenta el riesgo de alteraciones, sólo deben cambiarse si hay fisuras o roturas, lo cual no es frecuente ni implica ningún tipo de riesgo”.
Sobre los casos en que ha explotado el implante, dice que han sido implantes salinos (que se llenan con solución salina) y de los implantes lisos rellenos de silicona que se utilizaban en los inicios. “Los implantes salinos, que utilizan frecuentemente en U ,likçL^¨* nen el inconveniente de que con el tiempo se debilitan y también pierden parte de la solución y por eso presentan irregularidades y roturas”.
Subraya que los implantes lisos rellenos de silicona eran los que había que cambiar cada 10 años, ya que silicón que tenían no era cohesivo, como el de los actuales, si se rompían el contenido extravasaba.
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