El hombre cumple condena de 20 años en una prisión de El Seibo y actuó vía telefónica
Higüey. Las autoridades determinaron que en el asesinato de Wilma Martínez participaron tres personas: Crismeidi y Erika Guerrero, ejecutoras del crimen, y el esposo de Crismeidi, quien lo habría ordenado, según la comisión que investiga.
El informe consigna que dos días después del asesinato, Ramón Sabino Román decapitó el cadáver para que no fuera identificado. El hombre está detenido.
El esposo de Guerrero, quien no fue identificado, cumple una condena de 20 años en una cárcel de El Seibo por homicidio y fue quien ordenó que se decapitara el cuerpo de Martínez, para que no pudiera ser identificado, según informó el coronel Alberto Trejo Pérez, del Departamento de Personas Desaparecidas de la Policía.
En una rueda de prensa ofrecida en la Fiscalía de Higüey, Trejo Pérez explicó que los investigadores descubrieron el vínculo del recluso con Guerrero porque ésta le llamó desde el celular de Martínez.
Dijo que Crismeidi y Erica Guerrero habrían asesinado a Wilma para robarle RD$850 mil que su esposo le habría enviado desde Suiza. Sin embargo Wilma sólo había recibido RD$84 mil, de los cuales, solo tenía en su casa RD$21,500.
Junto a las hermanas Guerrero y Sabino Román, está detenido un hombre solo identificado como “Amarillo”, quien habría ayudado a quemar el cadáver.
Luego de amarrar a Wilma por su propia voluntad, haciéndole creer que esperarían a una hechicera que le haría un “despojo”, las hermanas Guerrero la estrangularon, tras lo cual trasladaron su cuerpo en una yipeta, propiedad de la víctima, hasta la carretera Miches-El Seibo, donde lo abandonaron.
Al día siguiente, según su propio testimonio, Crismeidi regresó al lugar donde había arrojado el cadáver y con ayuda de “Amarillo” le prendió fuego.
Dos días después, las hermanas Guerrero regresaron al lugar, esta vez en compañía de Sabino Román, quien cortó la cabeza al cadáver y la arrojó a unos 50 metros.
Los investigadores dijeron que es falsa la versión de que un hombre habría ofrecido RD$2.5 millones por la cabeza de Wilma. Aseguraron que se trató simplemente de “una de las tantas mentiras de Crismeidi”.
Beyanilda Martínez, tía de Wilma, dijo que su sobrina laboraba como bailarina en un club nocturno llamado “Glóbulos Rojos” en Suiza, a donde emigró en 2005.
Explicó que producto de su trabajo en el exterior, la joven había construido nueve apartamentos en Higüey, los que rentaba.
Dijo que su sobrina solo completó sus estudios hasta octavo grado.
Wilma Martínez procreó dos niños, uno de siete años con el dominicano Ángel Rijo y una niña de que tiene ocho meses con el suizo Jim Di Frisco, con quien casó hace tres meses y que salió del país tras el crimen.
El procurador general de la República, doctor Radhamés Jiménez Peña, instruyó al procurador general adjunto, Frank Soto, director nacional de Persecución del Narcotráfico y la Criminalidad Compleja, y a Francisco Polanco, procurador adjunto de la Corte de Apelación del Distrito Nacional adscrito a esa dirección, para que profundicen las investigaciones en torno a la desaparición de Martínez Barrientos.
Igualmente, forman parte de la comisión los fiscales de los distritos judiciales de Higüey y Hato Mayor, Lucas Pérez José y Manuel Emilio Santana.
El jefe de la Policía Nacional, mayor general José Armando Polanco Gómez, lamentó que dos mujeres se prestaran para asesinar a la joven madre de dos niños de 7 años y 8 meses de edad.
pero, aqui hay algo raro. primero dicen que la mataron para robarle un dinero q su esposo le habia enviado de suiza, y luego dicen que el esposo suizp salio del pais tras el crimen.... quien le envio l dinero si el esposo estaba aqui????
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