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La primera recomendación es que
busque ayuda profesional de un
nutricionista.
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SANTO DOMINGO. La gente le llama comúnmente "azúcar", pero lo cierto es que la diabetes es todo menos dulce. Es una enfermedad crónica, aunque afortunadamente tratable, caracterizada por niveles altos de glucosa en la sangre.
La diabetes es realmente un desorden metabólico causado por un defecto en la producción de insulina, una hormona esencial secretada por el páncreas. Sin suficiente insulina, la glucosa que es nuestra primera fuente de energía no puede ser utilizada por el cuerpo. Y sin glucosa, las células simplemente no sobreviven.
Aunque hay factores de riesgo y existe un fuerte componente genético, la diabetes puede aparecer en cualquier edad (incluso bebés) con importantes consecuencias para la salud. Afortunadamente, es muy fácil de diagnosticar y la ciencia ha avanzado muchísimo en los tratamientos y la prevención.
Tipos de diabetes:
Diabetes tipo 1: generalmente se diagnostica en la infancia, pero muchos pacientes reciben el diagnóstico cuando tienen más de 20 años. En esta enfermedad, el cuerpo no produce o produce muy poca insulina y se necesitan inyecciones diarias de esta hormona.
Diabetes tipo 2: Corresponde el 90% de los casos. Generalmente se presenta en la edad adulta, aunque se diagnostica cada vez más en personas jóvenes. La diabetes tipo 2 aparece en promedio de seis meses a año y medio antes de ser diagnosticada. Cerca del 80% de los pacientes 2 eran obesos al momento de recibir el diagnóstico,
Diabetes gestacional: se presenta en aproximadamente un 4% de los embarazos. Consiste en la presencia de altos niveles de glucosa durante cualquier momento del embarazo en una mujer sin historial previo de diabetes.
Nutrición inteligente
Si ha sido diagnosticado con diabetes, la primera recomendación es que busque ayuda profesional de un nutricionista. El objetivo de una terapia nutricional, en estos casos, es restaurar y mantener los niveles de glucosa en sangre lo más cerca posible de lo normal. Esto significa buscar el balance entre la comida, la insulina y la actividad física.
¿Comer o no comer? Esa es la pregunta.
¿Carbohidratos? Los diabéticos pueden y deben consumir carbohidratos, también fibra. Monitorear la cantidad de carbohidratos consumidos se mantiene como la mejor estrategia para controlar el azúcar en sangre. Sin embargo, el tipo de carbohidrato que se trate también influencia en el nivel de glucosa. Ahí es donde entra el denominado "Índice Glicémico", un ratio que se otorga dependiendo la rapidez con que ese carbohidrato eleva el nivel de azúcar en la sangre. A mayor índice, mayor rapidez. A los diabéticos les beneficia consumir alimentos de menor índice glicémico.
¿Proteínas? El consumo regular de proteínas en la dieta diaria (15 a 20% del total de calorías) es recomendable, siempre y cuando no haya problemas renales. Si los hay, posiblemente deba llevar un régimen de proteínas limitadas controlada por un especialista.
¿Aceites y grasas? Los pacientes con diabetes son muy sensibles al colesterol en la dieta, por lo que se recomienda que menos del 10% de la ingesta calórica provenga de grasas saturadas. Si su colesterol LDL es mayor que 100 mg/dl, entonces baje a 7. Los pescados grasos con omega 3 son maravillosos.
¿Alcohol? Aunque no se recomienda, si insiste, el consumo diario debe limitarse a una bebida para mujeres y dos para hombres. Es muy importante que el alcohol se consuma con la comida para reducir el riesgo de hipoglicemia y recuerde sumar las calorías de la bebida en su conteo diario.
Otras recomendaciones generales:
¡Apague el televisor y muévase! Debe hacer al menos 30 minutos de ejercicios diarios.
Aprenda a consumir cereales integrales y vaya desechando azúcares y harinas refinadas.
Consuma al menos de 5 a 9 servicios diarios de frutas y vegetales al día.
Reduzca el consumo total de grasas a menos de 30% del total de calorías y prefiera las insaturadas sobre las saturadas.
Si tiene más de 45 años, revise su glucosa periódicamente.
La diabetes es realmente un desorden metabólico causado por un defecto en la producción de insulina, una hormona esencial secretada por el páncreas. Sin suficiente insulina, la glucosa que es nuestra primera fuente de energía no puede ser utilizada por el cuerpo. Y sin glucosa, las células simplemente no sobreviven.
Aunque hay factores de riesgo y existe un fuerte componente genético, la diabetes puede aparecer en cualquier edad (incluso bebés) con importantes consecuencias para la salud. Afortunadamente, es muy fácil de diagnosticar y la ciencia ha avanzado muchísimo en los tratamientos y la prevención.
Tipos de diabetes:
Diabetes tipo 1: generalmente se diagnostica en la infancia, pero muchos pacientes reciben el diagnóstico cuando tienen más de 20 años. En esta enfermedad, el cuerpo no produce o produce muy poca insulina y se necesitan inyecciones diarias de esta hormona.
Diabetes tipo 2: Corresponde el 90% de los casos. Generalmente se presenta en la edad adulta, aunque se diagnostica cada vez más en personas jóvenes. La diabetes tipo 2 aparece en promedio de seis meses a año y medio antes de ser diagnosticada. Cerca del 80% de los pacientes 2 eran obesos al momento de recibir el diagnóstico,
Diabetes gestacional: se presenta en aproximadamente un 4% de los embarazos. Consiste en la presencia de altos niveles de glucosa durante cualquier momento del embarazo en una mujer sin historial previo de diabetes.
Nutrición inteligente
Si ha sido diagnosticado con diabetes, la primera recomendación es que busque ayuda profesional de un nutricionista. El objetivo de una terapia nutricional, en estos casos, es restaurar y mantener los niveles de glucosa en sangre lo más cerca posible de lo normal. Esto significa buscar el balance entre la comida, la insulina y la actividad física.
¿Comer o no comer? Esa es la pregunta.
¿Carbohidratos? Los diabéticos pueden y deben consumir carbohidratos, también fibra. Monitorear la cantidad de carbohidratos consumidos se mantiene como la mejor estrategia para controlar el azúcar en sangre. Sin embargo, el tipo de carbohidrato que se trate también influencia en el nivel de glucosa. Ahí es donde entra el denominado "Índice Glicémico", un ratio que se otorga dependiendo la rapidez con que ese carbohidrato eleva el nivel de azúcar en la sangre. A mayor índice, mayor rapidez. A los diabéticos les beneficia consumir alimentos de menor índice glicémico.
¿Proteínas? El consumo regular de proteínas en la dieta diaria (15 a 20% del total de calorías) es recomendable, siempre y cuando no haya problemas renales. Si los hay, posiblemente deba llevar un régimen de proteínas limitadas controlada por un especialista.
¿Aceites y grasas? Los pacientes con diabetes son muy sensibles al colesterol en la dieta, por lo que se recomienda que menos del 10% de la ingesta calórica provenga de grasas saturadas. Si su colesterol LDL es mayor que 100 mg/dl, entonces baje a 7. Los pescados grasos con omega 3 son maravillosos.
¿Alcohol? Aunque no se recomienda, si insiste, el consumo diario debe limitarse a una bebida para mujeres y dos para hombres. Es muy importante que el alcohol se consuma con la comida para reducir el riesgo de hipoglicemia y recuerde sumar las calorías de la bebida en su conteo diario.
Otras recomendaciones generales:
¡Apague el televisor y muévase! Debe hacer al menos 30 minutos de ejercicios diarios.
Aprenda a consumir cereales integrales y vaya desechando azúcares y harinas refinadas.
Consuma al menos de 5 a 9 servicios diarios de frutas y vegetales al día.
Reduzca el consumo total de grasas a menos de 30% del total de calorías y prefiera las insaturadas sobre las saturadas.
Si tiene más de 45 años, revise su glucosa periódicamente.
De Himilce Amelia Tejada
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