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La enfermedad bipolar está
caracterizada por marcados cambios
en el humor y la energía.
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La bipolaridad es un trastorno mental que se caracteriza porque los hallazgos psicológicos principales que presenta el paciente son del estado de ánimo. Se llama bipolaridad por el hecho de que tiene un polo depresivo y otro maníaco. La fase maníaca se caracteriza por excitabilidad, irritabilidad, expansividad sentimientos de grandiosidad y otras veces agresividad.
"Existen también cuadros mixtos en la que el paciente presenta síntomas mezclados de depresión y de manía, estos estados de ánimo fluctúan en la persona de forma inconsciente y, en ocasiones, se ven momentos de depresión y luego presenta euforia", así lo explica José Reyes Nouel, director-psiquiatra del Centro de Medicina Conductual Clínica Reno.
En los últimos años se ha dado a conocer con mayor frecuencia, aunque la misma es un desorden antiguamente conocido como el trastorno maníaco-depresivo.
"Este caos conductual está relacionado a la herencia y el cuadro inicial es alrededor de los treinta años aunque se puede observar a cualquier edad. La complicación más común es el consumo de sustancias tóxicas. A esto es que se le llama Diagnóstico Dual, la complicación más temible de este mal es el suicidio", resalta el experto.
El profesional de la psiquiatría dice que de cien personas alrededor de una es bipolar, es decir de 0.4% a 1.6% esta son estadística de la población mundial.
El galeno agrega que muchos vienen por problemas de adicción y al final se le diagnostica con bipolaridad, pero no se puede determinar hasta que el paciente no tenga 4 o 6 semanas tratando el problema de adicción, porque muchas drogas imitan, inducen, un cuadro parecido y es necesario esperar la desintoxicación para realizar el diagnóstico.
No lo aceptan
"Los bipolares no aceptan que están enfermos. Pierden la introvisión, creen que están bien y que todos los demás son los que están mal. Esta enfermedad no tiene sexo, ni color; niños y adultos pueden pasar por la mala experiencia", afirma Reyes Nouel.
El elemento básico para el tratamiento del trastorno bipolar es la toma de conciencia del problema, su conocimiento por parte del afectado y sus familiares mediante una psicoeducación adecuada. Esto podría poner la diferencia en los resultados de la vida del paciente. En la mayoría de los casos, las personas abandonan el tratamiento, y es por esta razón que tanto el psiquiatra -quien es el facultativo para tratar la situación- como la familia pueden ayudar a que el bipolar vuelva a tener una vida normal. El tratamiento farmacológico se basa en el uso de estabilizadores del estado de ánimo, organizadores de la mente, antidepresivos y en casos extremos se recomienda terapia Electro-Convulsiva; además la terapia Cognitiva.
Pronóstico: es excelente con tratamiento y devastador si no se maneja y se le da seguimiento.
De Yohanna Hilario
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