ATILA, EL AZOTE DE EUROPA

Este rey de los hunos creó un imperio que durante 80 años se convirtió en el terror de todos los pueblos europeos, había nacido en el año  395 en las llanuras danubianas y murió de apoplegia en el año 453, en el valle de Tisza,en Hungría

“Bajo, robusto, de gran cabeza, ojos hundidos, nariz chata, barba rala y costumbres austeras”, Atila, hijo de Mundzuk, llegó al trono de los hunos, tras la muerte de su tío Roas, en el año 434.

Fue el último y más poderoso caudillo de los hunos, tribu procedente probablemente de Asia, aunque sus orígenes exactos son desconocidos. Atila gobernó el mayor imperio europeo de su tiempo, desde el año 434 hasta su muerte en 453.

Conocido en Occidente como “El azote de Dios”, sus  posesiones se extendían desde la Europa Central hasta el Mar Negro, y desde el río Danubio hasta el mar Báltico.

Durante su reinado fue uno de los más acérrimos enemigos del imperio Romano.

 El imperio de los Hunos murió con Atila. Los hunos fueron un pueblo nómada de cazadores y ganaderos.
No solían usar la agricultura ni la industria en su organización social, y la escritura era rara vez usada para documentar su historia, por lo que desaparecieron sin dejar ninguna herencia destacada.

Lo poco que se sabe de ellos se lo debemos en gran parte a sus mayores enemigos, los romanos.

El trono

Hacia el 432, los hunos se unificaron bajo el rey Rua o Rugila. En el 434 murió Rua, dejando a sus sobrinos Atila y Bleda, hijos de su hermano Mundzuk, al mando de todas las tribus hunas.

En aquel momento los hunos se encontraban en plena negociación con los embajadores de Teodosio II acerca de la entrega de varias tribus renegadas que se habían refugiado en el seno del imperio de Oriente.

Al año siguiente, Atila y Bleda tuvieron un encuentro con la legación imperial en Margus (actualmente Pozarevac) y, sentados todos en la grupa de los caballos a la manera huna, negociaron un tratado.

Los romanos acordaron no sólo devolver las tribus fugitivas (que habían sido un auxilio más que bienvenido contra los vándalos), sino también duplicar el tributo anteriormente pagado por el imperio, de 350 libras romanas de oro (casi 115 kg), abrir los mercados a los comerciantes hunos y pagar un rescate de ocho sólidos por cada romano prisionero de los hunos.

Éstos, satisfechos con el tratado, levantaron sus campamentos y partieron hacia el interior del continente, tal vez con el propósito de consolidar y fortalecer su imperio.

Teodosio utilizó esta oportunidad para reforzar los muros de Constantinopla, construyendo las primeras murallas marítimas de la ciudad, y para levantar líneas defensivas en la frontera a lo largo del Danubio.

El arma de combate de Atila se conocía como la “Espada de Marte”.

Finalmente en el año 453, Atila muere luego de haber celebrado su último matrimonio, sufriendo una fuerte hemorragia nasal.

Luego de la muerte de quien fue el gran invasor de Europa, el imperio se dividió entre los hijos de Atila, los cuales fueron derrotados por los gépidos, quienes pertenecían a una tribu bárbara, lo que significó la decadencia del Imperio Huno.

A través de los años se han construido numerosas leyendas acerca de este legendario personaje, siendo visto por algunos como un carismático líder y estratega, y siendo considerado por otros como un criminal sediento de sangre.
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Editor Gazcue es Arte

Master en Educación Superior mención Docencia, Licenciado en Comunicación Social, Técnico Superior en Bibliotecología y Diplomado en Ciencias Políticas, Columnista del periodico El Nuevo Diario

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