Olivia tenía un secreto, que ella siempre estaba atenta a su hombre
Los que desde niños conocimos la pareja nos solía parecer un poco chocante que esta mujercilla, tan desmejorada y chillona, podía mantener una relación tan estable con un héroe internacional, el marino Popeye. Para esa época no abundaban en el cine, ni en los dibujos cómicos, personajes tan disparejos. Porque si bien Popeye no era buenmozo, era, sin embargo, un triunfador, un tipo que se batía con media docena de malvados y los echaba por tierra.
Pero Olivia tenía un secreto, que ella siempre estaba atenta a su hombre, y cuando él estaba en apuros ella le suplía sus revitalizadoras espinacas. Se las compraba puntualmente, se las tenía en el refrigerador y en cualquier lugar de la casa, para que las tuviera siempre a mano. Pero más que eso, a causa de estar siempre sanamente alimentado, Popeye era un hombre con buen ánimo, físicamente en forma, y siempre dispuesto para satisfacer los reclamos amorosos de su pareja, la cual siempre fue una mujer fiel y sexualmente complacida.
Los expertos en nutrición le han dado hoy día la razón a Olivia. Y recomiendan que toda mujer cuide la alimentación de su marido, para que así nunca esté gordo ni ventrudo, ni mucho menos tomando pastillitas para el colesterol y los triglicéridos.
Especialmente en estos días de navidad, Olivia tiene gran cuidado de que Popeye se alimente correctamente. Que también disfrute de las mejores carnes y viandas, eso sí, con equilibrio, sin excesos. Pudiendo comer grasa, pero poco almidón o glucosa, y tomando un poco de vino, para que le facilite la digestión y le ayude a controlar los efectos de los lípidos.
Pero sobre todo, Popeye ha llegado, con la madurez, a darse cuenta de que el está en mucho mejor condición de salud que sus contemporáneos que aún viven, porque muchos han desaparecido o han dejado de hacer vida pública, como Mandrake, Dick Tracy, Rip Kirby. Ha habido muertes súbitas por ataques cardíacos, pero otros, como Fantomas, fueron descubiertos como agentes de emporios internacionales; o como Halcón Negro, que sólo combatía a los dictadores que no eran afectos al Pentágono. Hubo algunos que fueron declarados de dudosa masculinidad, porque nunca se les conoció una novia, o que nunca se casaron con ellas o siquiera las besaban. También desaparecieron de escena por causa de la edad, o por ataques mortíferos de mafias poderosas, o por ser racistas o machistas. Pero el asunto es que Popeye sigue vigoroso a pesar de los años y aunque ya no es tan popular como antes, porque ahora hay más competencia, él mantiene muy buenos contratos de publicidad con las compañías que envasan espinacas y otros vegetales.
Pero sobre todo, él sigue haciendo su papel de buen marido, con tanta energía sexual, que aún encuentra atractiva y digna de su virilidad a su inefable Olivia.
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