Depende de si el tumor es detectado a tiempo
El cáncer que padece la presidenta argentina, Cristina Fernández, tiene una tasa alta de supervivencia, pero ésta depende de si el tumor es detectado tempranamente, según los expertos.
Según anunció su portavoz este martes, el carcinoma papilar de Fernández, de 58 años, fue detectado durante una revisión médica de rutina y no se ha extendido a otros órganos.
El carcinoma papilar es un tumor maligno que afecta a la glándula tiroides que está localizada en la parte delantera del cuello, cuya función es regular el metabolismo.
Este tipo de cáncer afecta alrededor de tres veces más a las mujeres que a los hombres, según la Asociación Americana del Cáncer.
En las mujeres es común que se produzca entre los 40 y los 59 años, mientras que en los hombres se suele manifestar entre los 60 y 79 años.
La posibilidad de sobrevivir depende principalmente de la edad del paciente y de la etapa en la que es detectado.
El oncólogo mexicano Luis Ferbeyre le dijo a BBC Mundo que este tipo de cáncer no es preocupante cuando es detectado en una persona joven y señaló que en la mayoría de ocasiones se cura.
"Cuando el paciente tiene más de 45 años el caso es más delicado (...) Cuanto mayor es la edad, más fácil es que se produzca metástasis", añadió Ferbeyre.
Sin embargo, según explicó el portavoz de la mandataria, Alfredo Scoccimaro, en el caso de Fernández, "se constató la ausencia de compromiso de los ganglios linfáticos y la inexistencia de metástasis".
Entre otros síntomas de la enfermedad, el crecimiento de la glándula debido al tumor puede ocasionar cambios en la voz -debido a la cercanía del tiroides a las cuerdas vocales- y dificultad al tragar.
Ferbeyre explica que en los casos en los que el paciente presenta ronquera, ese es un síntoma que induce al pesimismo porque indica que el tumor es avanzado.
Los médicos han constatado la inexistencia de metástasis en el tumor de Fernández.
La presidenta argentina será operada en Buenos Aires el 4 de enero, su internación será de 72 horas y su convalecencia de 20 días, según indicó a la prensa su portavoz.
El tratamiento común de la enfermedad no requiere quimioterapia.
Generalmente, en estos casos se extirpa la glándula tiroides con cirugía y el paciente ingiere ampollas con yodo radioactivo, una sustancia que destruye las células cancerígenas.
La cirugía es muy delicada porque, según el NIH, puede resultar dañado un nervio que controla las cuerdas vocales. En ocasiones, los médicos retiran accidentalmente la glándula paratiroides, que regula los niveles de calcio en la sangre.
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