Escrito por: Renaldo Bodden
Algo que me extraña es escuchar gente que sabe de béisbol diciendo que el dirigente “ni picha ni batea” para justificar las malas o buenas actuaciones de un equipo.
Entonces, pregunto, ¿qué referente tomamos para evaluar la calidad de un mánager? Hasta los equipos conformados para jugar solos necesitan un adecuado timonel.
¿Quién se atreve a negar que Félix Fermín es un gran conductor? En su ausencia las Águilas se fueron de boca dos años y con su regreso ganan la serie regular sin susto.
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| Félix Fermín Claro, encontró un equipo más maduro, con un siore estable, buenos importados, entre otros factores que manejó con eficiencia. Ah, con los Gigantes le faltó un out para coronarse. |
Rafael Landestoy acaba de clasificar un conjunto del Licey muy parecido al del año pasado cuando sólo pudo ganar 17 juegos. Impuso el orden temprano.
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| Rafael Landestoy |
¿Y qué decir de Ken Oberkfell? Encontró al Escogido con marca de 13-18 y perdió los dos primeros (13-20) extendiendo una racha de ocho derrotas.
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| Ken Oberkfell |
Eso quiere decir que para clasificar (25-24) tuvo que jugar 12-4, algo que parecía imposible no obstante los cambios realizados por la gerencia.
Nadie puede negar que el principal activo de un equipo son sus peloteros, pero es el dirigente quien debe saber mover esas fichas para obtener buenos resultados.
Es verdad que “ni picha ni batea”, pero Oberkfell ha llevado a los Leones a tres clasificaciones seguidas y cuando no ha estado, la diferencia ha sido clara.
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