FAMILIA RECUERDA EXILIO DE CAAMAñO

El líder de la revolución de abril de 1965 fue enviado como agregado militar dominicano en la embajada de Londres, en un exilio disfrazado 


 Escrito por: PILAR MORENO 
(pilarmoreno26@hotmail.com)

Caamaño Déñó viajó al exilio en Londres
acompañado de su esposa María Paula,
sus hijos Francis y Alberto, su prima
Fellita y sus sobrinos Cynthia y Pedro
Dipp Caamaño, el 22 de enero de 1966,
cuatro meses después de entregar la
Presidencia de la República a García
Godoy.

En el 46 aniversario de la partida al exilio del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, el 22 de enero de 1966, su familia se reunió a recordar, entre lágrimas y risas, un hecho cambió radicalmente la vida del  héroe de la guerra de abril de 1965, de sus allegados y del país.
Su hijo Francis, su esposa María Paula (Chichita), su prima Fellita Caamaño y  sus sobrinos Cynthia y Pedro Dipp Camaño, rememoraron la impotencia y el coraje que producía en el presidente del Gobierno Constitucionalista tener que marcharse del país sin concretizar sus aspiraciones de libertad y justicia social para la patria.
“Ese día vivimos momentos de gran tensión y angustia. Francis estaba hecho una fiera, estaba buscando un motivo para explotar y decir que no saldría del país”, afirma la esposa, que le acompañó a Londres, a un exilio disfrazado con el cargo de agregado militar de la embajada dominicana en esa nación.
Sin embargo, aceptó marcharse presionado por las constantes muertes de constitucionalistas que ocurrían en el territorio nacional, cuatro meses después de haber firmado el “Acta de Reconciliación” que puso fin a la guerra y de haber entregado la presidencia a Héctor García Godoy.
“El era capaz de decir se acabó, no voy a ningún sitio, que hagan lo que les de la gana, pero no quería más derramamientos de sangre”, sigue contando la viuda Caamaño.
Contribuyó a sobrellevar la tensión de ese día el mar de gente que llegó a despedir al líder revolucionario, en su residencia  a la residencia de la calle Félix Mariano Lluberes número 12.
“Llenaron la casa y la calle”, recuerda doña Chichita, durante el encuentro en su casa de la calle Doctor Delgado, donde nació Caamaño el 11 de junio de 1932.
En lugar se concentraron los miembros del Estado Mayor constitucionalista, los ministros del Gobierno de Caamaño, familiares, amigos y la gente del pueblo.
Con Caamaño viajaron a Londres, también, su prima Fellita y los niños Cynthia y Pedro Dipp, la esposa y los hijos del mayor piloto Pedro Dipp Medina, quien participó en el bombardeo al puente Juan Pablo Duarte y al Palacio Nacional como miembro de las tropas de Elías Wessin y Wessin.
   Fellita pasó la revolución en la casa del Caamaño y éste no quería que su prima fuera víctima de las represalia del esposo que estaba en el bando contrario.
Para la familia Caamaño ese gesto constituyó un acto de amor, generosidad, honestidad  y humildad común en las actuaciones del coronel de abril.
La familia recuerda con satisfacción el recibimiento de héroe y patriota que recibía Caamaño durante las escalas  que hizo el avión en Puerto Rico y Nueva York, camino a Londres.
 Previo al viaje, el líder  garantizó en una rueda de prensa que volvería a complar la obra revolucionario que dejó trunca.
Tenía fe en que el ex presidente Juan Bosch ganaría las elecciones del primero de junio del 1966 y él retornaría al país “por la puerta grande”.
“El tenía tantos buenos deseos para su país , quería hacer cambios profundos a favor del sistema carcelario, el sistema educativo, la salud y los cuarteles”, asegura doña Chichita.
 Cuenta que los planes de Caamaño cambiaron cuando  Joaquín Balaguer ganó esos comicios, aumentaron las muertes y los atentados contra los opositores al régimen´, así como la presencia de los norteamericanos en el territorio nacional.
A partir de ese momento Caamaño empezó a prepararse, intensificó los estudios y los viajes, los entrenamientos, porque “tomó conciencia de que con la presencia aquí de los norteamericanos, por la vía de las elecciones no era posible restablecer restablecer la democracia”.
De su fusilamiento, el 16 de Febrero de 1973, se enteraron a través de la radio.
“Su muerte dejó una cicatriz que nunca cerrará”.
Share on Google Plus

Editor Gazcue es Arte

Master en Educación Superior mención Docencia, Licenciado en Comunicación Social, Técnico Superior en Bibliotecología y Diplomado en Ciencias Políticas, Columnista del periodico El Nuevo Diario

0 comentarios:

Publicar un comentario

GRACIAS POR VISITAR GAZCUE Y DEJAR TU COMENTARIO.