LAS MANIOBRAS DE TRUJILLO PARA ALZARSE CON EL PODER EN 1930

Recurrió a una serie de actos, como amenazar a la Junta Central Electoral y hacerla renunciar 


 Escrito por: CHICHÍ DE JESÚS REYES 
(Chichidejesus46@hotmail.com)

Desde antes de llegar a la Presidencia,
Trujillo daba visos de lo que vendría
cuando asumiera.

Después  del golpe de Estado del 23 de febrero de 1930 contra Horacio Vásquez se registraron hechos y acontecimientos que estremecieron el sentir de  los dominicanos. El responsable de la mayoría de estas maniobras era  el general Rafael Leónidas Trujillo, que promovió    todo tipo de celadas  para   alcanzar  el poder  en las elecciones de mayo de 1930.
Pero  la que puede  considerarse la más  trascendental  fue la renuncia de los miembros de la Junta Central Electoral, acosados por las constantes amenazas de los colaboradores del futuro dictador, intranquilos por la virtual aceptación  de  la Alianza Nacional Progresista, cuyo candidato presidencial era el prestante ciudadano Federico Velásquez.
El primero de mayo, faltando 16 días para las elecciones, el presidente de la Junta,  Domingo Estrada, renunció al cargo alegando “poderosas razones”, y una semana después  Abigaíl Del Monte, vocal del tribunal, también se retiró. Al día siguiente,  Domingo Ferreras, que había sustituido  en la presidencia a  Estrada, renunció al puesto. El otro vocal, Alcibíades Roca, fue elevado a la presidencia, pero también dimitió a la posición.
Preocupante.  La  trascendencia  de la situación política del país preocupó sensiblemente  al interino presidente de la República,   Jacinto Peynado, porque el Gobierno entendía que sin Junta Electoral no podría haber elecciones, en cuyo caso las aspiraciones presidenciales de Trujillo tendrían forzosamente que posponerse.
(El presidente titular,  Rafael Estrella Ureña, estaba en licencia al figurar en la boleta junto a Trujillo).
Pero el Gobierno, como era costumbre,  resolvió el problema  de manera administrativa, al margen de la  Ley Electoral, y mediante decreto Peynado nombró una nueva junta, compuesta por hombres estrechamente comprometidos con la Confederación de Partidos, que impulsaba la candidatura Trujillo-Estrella Ureña.
Los nuevos integrantes del tribunal electoral fueron Roberto Despradel, como presidente, y los vocales el médico Arístides Fiallo Cabral y  Rodolfo Coiscou, y como sustituto Rafael E. Galván.
Motivos.  Acto seguido la Alianza y su candidato presidencial,  Velásquez, protestaron la validez de la nueva Junta, argumentando  las razones siguientes:
1º. Que no procedían los nuevos nombramientos porque la Junta no había recibido información oficial de las renuncias; 2º. Que los dos  sustitutos que no habían renunciando (Francisco A. Hernández y el Dr. Coiscou), debían pasar automáticamente a ser miembros en el pleno goce de sus derechos.
En consecuencia, las vacantes a llenar serían las del Presidente y tres sustitutos. Ferreras debería pasar automáticamente a la Presidencia de la Junta, al renunciar Estrada, y 3º. Que los miembros eran nombrados por ley y sus dimisiones no podían ser efectivas hasta ser aceptadas por el Congreso Nacional.
Estos argumentos fueron descartados por los trujillistas, que alegaron que “no podía perderse tiempo en tecnicismos”, y  la nueva junta entró en funciones al día siguiente de su designación, es decir, el 7 de mayo.
Decreto no grato.  Esto provocó que  Hernández, sustituto que no fue designado miembro, se marchó violentamente de la reunión, dejando el siguiente manuscrito:
“Me presenté y me retiré debido a la presencia de nuevos miembros nombrados por decreto del Poder Ejecutivo, no habiéndose presentado los otros sustitutos designados por la Ley Electoral”.
 Ángel Soler,  delegado de la Alianza en la Junta, se retiró también después de dejar la siguiente nota:
“No concurro porque ninguno de los miembros de la JCE, ni sus sustitutos, nombrados mediante la Ley Electoral, están presentes”.
El Gobierno  defendió abiertamente su Junta y  sugirió a la Alianza recurrir a las cortes de justicia, si no estaba conforme.
 Conscientes sus dirigentes de que no podían competir con las armas y los grandes recursos de Trujillo y su presidente títere,  Peynado,  el 15 de mayo, un día antes de la celebración de las elecciones, los aliancistas  anunciaron su retiro de torneo electoral, “como único camino decoroso que  nos señalan las circunstancias”.
Las claves
1.  Obra maestra  siniestra
 La  maniobra, definida como  la maniobra  más  trascendental del “tirano en proyecto” para alzarse con el poder   fue la renuncia de los miembros de la Junta Central Electoral, acosados por las constantes amenazas de los colaboradores del futuro dictador.
2.  Un sí preocupante
Estaban intranquilos por la virtual aceptación  de  la Alianza Nacional Progresista, cuyo candidato presidencial era el prestante ciudadano Federico Velásquez.
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Editor Gazcue es Arte

Master en Educación Superior mención Docencia, Licenciado en Comunicación Social, Técnico Superior en Bibliotecología y Diplomado en Ciencias Políticas, Columnista del periodico El Nuevo Diario

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