Escrito por: Juan Carlos García
(gmjc24@hotmail.com)
Los dos nacieron el mismo año, 1889, el mismo mes y la misma semana, apenas con 4 días de diferencia. Ambos tuvieron un cuadro familiar desastroso. Padecieron penurias cuando niños. Llegaron a irse a la cama sin probar bocado. Eran huérfanos de padre. Ambos fueron vagabundos en las calles. Los dos eran bajitos. Los dos tenían el mismo bigotito centrado, abundante pero corto, usado así con el objetivo de ser diferentes.
Los dos fueron líderes de sus respectivas áreas de influencia. Los dos triunfaron fuera de su país de origen: Estados Unidos y Alemania, siendo que nacieron en Inglaterra y Austria, respectivamente. Chaplin era judío por parte de madre y Hitler tenía abuelos judíos por parte de la suya. Los dos alcanzaron fama, fortuna e influencia mundial. El primero creo una compañía de inmenso poder y el segundo un poderoso partido.
Los dos fueron marcados por el año 1914, fecha en que el primero arrancó su carrera con buen pie firmando su primer contrato millonario, mientras que el segundo sufría en el frente de batalla como raso en la Primera Guerra Mundial, que estalló ese año. Los dos fueron muy diferentes entre sí: el primero sonreía de nada, el segundo era un truño permanente.
El primero era un cineasta fascinado por la política y el segundo fue un político fascinado con el cine. Nunca se conocieron, pero el primero interpretó al segundo para burlarse de él, en la cinta El gran dictador, esto es, hablamos de Charles Chaplin que imita a Adolfo Hitler en esa película, misma que el segundo prohibió exhibir en Alemania.
Las similitudes entre ambos son asombrosas: el primero fue el hombre que más haría reír al mundo, el segundo sería el que más lo hizo llorar. Chaplin tuvo una muerte apacible, en su casa de Londres, su ciudad natal, rodeado de sus hijos y acompañado por la leal Oona, su esposa, en tanto que Hitler, destrozado por la derrota, humillado y paranoico, se suicida junto a su mujer, Eva Brown. ¡Vaya mundo!
(gmjc24@hotmail.com)
Los dos nacieron el mismo año, 1889, el mismo mes y la misma semana, apenas con 4 días de diferencia. Ambos tuvieron un cuadro familiar desastroso. Padecieron penurias cuando niños. Llegaron a irse a la cama sin probar bocado. Eran huérfanos de padre. Ambos fueron vagabundos en las calles. Los dos eran bajitos. Los dos tenían el mismo bigotito centrado, abundante pero corto, usado así con el objetivo de ser diferentes.
Los dos fueron líderes de sus respectivas áreas de influencia. Los dos triunfaron fuera de su país de origen: Estados Unidos y Alemania, siendo que nacieron en Inglaterra y Austria, respectivamente. Chaplin era judío por parte de madre y Hitler tenía abuelos judíos por parte de la suya. Los dos alcanzaron fama, fortuna e influencia mundial. El primero creo una compañía de inmenso poder y el segundo un poderoso partido.
Los dos fueron marcados por el año 1914, fecha en que el primero arrancó su carrera con buen pie firmando su primer contrato millonario, mientras que el segundo sufría en el frente de batalla como raso en la Primera Guerra Mundial, que estalló ese año. Los dos fueron muy diferentes entre sí: el primero sonreía de nada, el segundo era un truño permanente.
El primero era un cineasta fascinado por la política y el segundo fue un político fascinado con el cine. Nunca se conocieron, pero el primero interpretó al segundo para burlarse de él, en la cinta El gran dictador, esto es, hablamos de Charles Chaplin que imita a Adolfo Hitler en esa película, misma que el segundo prohibió exhibir en Alemania.
Las similitudes entre ambos son asombrosas: el primero fue el hombre que más haría reír al mundo, el segundo sería el que más lo hizo llorar. Chaplin tuvo una muerte apacible, en su casa de Londres, su ciudad natal, rodeado de sus hijos y acompañado por la leal Oona, su esposa, en tanto que Hitler, destrozado por la derrota, humillado y paranoico, se suicida junto a su mujer, Eva Brown. ¡Vaya mundo!
0 comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR VISITAR GAZCUE Y DEJAR TU COMENTARIO.