ORTOGRAFÍA DE LOS APELLIDOS

Escrito por: RAFAEL PERALTA ROMERO 
(rafaelperaltar@hotmail.com)

Contrario a una leyenda, el apellido
materno del poeta Domingo Moreno
Jimenes, quien no poseyó riqueza
material, termina en s, y por tanto no lleva
tilde.

Los apellidos, como los nombres de pila, están sujetos a las  reglas del español. Con la diferencia de que  en los nombres  las alteraciones  se tornan  aceptables por necesidad, pero que  el apellido  reviste  mayor exigencia de  estabilidad.

Hemos dicho, por ejemplo, que alguien podría declarar a su hijo con el nombre Álbaro,  Hálvaro o Árvaro  (en vez Álvaro), pero no hay derecho para quienes se apelliden Álvarez a escribir  este apellido de otro modo.

El tiempo y algunos accidentes sociales, políticos o migratorios provocan vacilaciones que influyen en variaciones  prosódicas u ortográficas de los apellidos. Por eso tenemos: Cepeda/ Zepeda; Ovando/ Obando; Cedano/ Sedano; Ibarra/ Ybarra; Veras/ Beras/ Vera; Mejía/ Mejías/ Mexías; Vásquez/ Vázquez; Alonzo/Alonso.

La  familia que lleve uno de estos apellidos deberá  emplear la forma que crea le corresponde, y todos  sus miembros usarán la misma.  Por igual, amigos, relacionados, clientes y hasta enemigos deben escribir ese apellido como le toca a ese grupo familiar.

La estabilidad del apellido a lo largo de la línea familiar  alimenta  la normativa ortográfica. En una misma familia no puede haber De Camps, de Camps  y Decamps; Tavárez y Tavares; Candelaria y Candelario; San Martín y Sanmartín; La Fuente y Lafuente o Jiménez y Jimenes.

Por cierto, estos últimos apellidos merecen un comentario. El primero, patronímico de Jimeno,  es lo común. Pero la excepción es Jimenes (terminado en s y sin tilde) que lo llevó el presidente Juan Isidro Jimenes y sus descendientes ( J. I. Jimenes Grullón, entre ellos),  el fundador de la empresa E. León Jimenes y el poeta Domingo Moreno Jimenes.

Los  llamados patronímicos, terminados en az, ez,  suelen  ser ejemplo de palabras llanas con  acento marcado. (Domínguez, López, Jiménez, Sánchez, Antúnez, Benítez, Fernández, Martínez, Pérez, Núñez,  Hernández, Ibáñez, Díaz, Díez...) Los terminados en oz  son  agudas  no acentuadas (Muñoz).

El apellido Díez se enseña mal  en la escuela dominicana,  cuando los  muchachos dicen la biografía de Juan Pablo Duarte Díez, pues lo pronuncian como si fuera el número diez. La tilde que le niegan a Díez, algunos se la colocan a Ortiz (palabra aguda terminada consonante z, no  necesita tilde).

Con el apellido Tio se comete también error al colocarle tilde en la o, aunque  lo hicieran quienes así se apellidan. La Academia  está difundiendo  la precisión de que a la palabra  /guion/  no  se le coloque tilde, puesto que  es monosílaba. Es el mismo caso de Tio.

Si quisiéramos escribir el sustantivo común tío (pariente) y no le ponemos tilde, habremos escrito tio  (con diptongo) y sólo faltaría  la mayúscula para que sea el apellido. Si tildamos a Tio, hemos de hacerlo con las formas verbales dio y vio, además   con los sustantivos   Dios y  pie. Los apellidos  están sujetos a la regla de los monosílabos, por eso no se pone tilde a Ruiz, Pla y Mas.
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Editor Gazcue es Arte

Master en Educación Superior mención Docencia, Licenciado en Comunicación Social, Técnico Superior en Bibliotecología y Diplomado en Ciencias Políticas, Columnista del periodico El Nuevo Diario

1 comentarios:

  1. En referencia al apellido Diez, sin tilde y pronunciado como el número 10, existe como apellido distinto a Díez, con tilde en la"i". Hay numerosas familias principalmemte en lo que fue el Reino de León que mantien el apellido Diez, pronunciado y escritio, como digo, como el número 10, apellido que también pasó a América.

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