Escrito por: Rafael Molina Morillo
(rafaelmolina41@yahoo.com)
Esto lo leí en un cable de la agencia noticiosa EFE, desde Granada, España: el arzobispo de la ciudad ha abierto una investigación sobre los comentarios hechos por un párroco de su jurisdicción, el cual, en un funeral, recriminó al difunto por haber sido un gran pecador.
El asunto parece que no es novedoso, pues no es la primera vez que leo casos de sacerdotes que le cantan las verdades a cualquiera, aunque sea después de ido de este mundo.
El que mejor supo hacerlo fue un cura de pueblo a quien un señor muy rico, llamado Juan, se le acercó para pedirle que hiciera las exequias de su hermano, pero ¡eso sí! ,tenía que decir en el sermón que su hermano había sido un ángel.
Si lo hacía, sería bien recompensado.
Si no lo hacía, le mandaría a dar una paliza. Lo malo era que tanto el muerto como su hermano eran dos bandidos de marca mayor.
El día del sepelio, el sacerdote dijo: “Se nos ha ido Pedro para siempre, un hombre perverso, maldito, desgraciado, ladrón, bandolero, contrabandista y sinvergüenza. Ahora bien, al lado de su hermano Juan, Pedro fue un ángel”.
(rafaelmolina41@yahoo.com)
El asunto parece que no es novedoso, pues no es la primera vez que leo casos de sacerdotes que le cantan las verdades a cualquiera, aunque sea después de ido de este mundo.
El que mejor supo hacerlo fue un cura de pueblo a quien un señor muy rico, llamado Juan, se le acercó para pedirle que hiciera las exequias de su hermano, pero ¡eso sí! ,tenía que decir en el sermón que su hermano había sido un ángel.
Si lo hacía, sería bien recompensado.
Si no lo hacía, le mandaría a dar una paliza. Lo malo era que tanto el muerto como su hermano eran dos bandidos de marca mayor.
El día del sepelio, el sacerdote dijo: “Se nos ha ido Pedro para siempre, un hombre perverso, maldito, desgraciado, ladrón, bandolero, contrabandista y sinvergüenza. Ahora bien, al lado de su hermano Juan, Pedro fue un ángel”.
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