El café, como bebida, apareció por primera vez en Turquía en 1585 y cruzó fronteras cuando los turcos otomanos invadieron Viena. Se dice que fue en Venecia donde se inició su comercio, a partir de 1638.
Fue en el Siglo XVIII cuando aparecieron las “Casas de Café” en Europa; sin embargo fue a finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX que los cafés europeos comenzaron a ser frecuentados por intelectuales, nobles y otras personalidades, motivo por lo que su decoración se hacía acorde a su categoría, simulando palacios.
Los 10 cafés más bonitos que aún pueden visitarse y créanme que vale la pena pues he tenido el privilegio de conocer varios de éstos y son espectaculares: El Café New York en Budapest, Hungría; Café Florian en Venecia; Café Central en Viena donde tocan música clásica en vivo por las tardes. Se dice que en ese lugar fue que Trotsky planeó la Revolución Rusa. El Café Imperial en Praga; Café de La Paix en Paris; Café Majestic en Porto, Portugal; La Confeitaria Colombo en Rio de Janeiro; Café Gambrinus en Nápoles; el Café Tortoni en Buenos Aires y el Café Greco en Roma.
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