Escrito por: LILIAM FONDEUR
(lfondeur@gmail.com)
Negar educación sexual a la población ha influido en las cifras alarmantes de mujeres y hombres infectados por el virus del Papiloma Humano (VPH). Con cáncer de cuello uterino en mujeres y de laringe en hombres pagamos la indiferencia de las autoridades.
Múltiples factores favorecen la infección con el VPH dentro de ellos el inicio de la vida sexual a temprana edad, cuando los órganos reproductores de las niñas están aún inmaduros. Nuestros hospitales están repletos de niñas embarazadas. Desde el punto de vista legal una niña no puede consentir tener sexo, es una violación. La información solo da poder y en nuestro país le negamos la educación sexual. Con nuestro silencio consentimos la violación.
El uso del preservativo o condón previene el contagio por el VPH. Es impostergable una campaña de promoción efectiva. Que la población tenga acceso al preservativo es vital.
Las promesas no protegen. Promese Cal anunció que ofrecía condones en las múltiples farmacias del pueblo. Después de ocho años todavía no llegan a la lista de medicamentos, ni a las farmacias populares. Así no se previene el VPH.
Desde el inicio de la vida sexual las mujeres deben recibir un chequeo ginecológico anual. Con un estudio simple como el Papanicolaou podrían detectarse alteraciones en el tejido del cuello uterino y pequeñas lesiones sugestivas deldaño celular causadas por el VPH.
Realizar el chequeo médico preventivo y el Papanicolaoues la clave para preservar la salud.
Las vacuna previene el VPH y están indicada en la población no infectada. Las niñas que no han iniciado la vida sexual es la población ideal para ser vacuna. Ojalá contar con una vacunación masiva en niñas.
Las autoridades tienen ocho años promoviendo la fidelidad y no ha funcionado. La fidelidad es un concepto ético o moral de los que comparten, que en este caso puede ayudar a la salud pero que no tiene nada que ver con las políticas de salud que se deben emprender para que la población no se contagie.
La salud como la vida es un valor absoluto. El gobierno debe velar por la salud de toda la población, compartan o no la fidelidad.
Las monjas tienen menos cáncer de cuello uterino pero no por eso el gobierno debe promover a las mujeres a esa vocación.
La mejor forma de defender la vida y prevenir el VPH es educar la población en temas de salud sexual y promover y facilitar el uso del condón. ¡Ahora es!
(lfondeur@gmail.com)
Negar educación sexual a la población ha influido en las cifras alarmantes de mujeres y hombres infectados por el virus del Papiloma Humano (VPH). Con cáncer de cuello uterino en mujeres y de laringe en hombres pagamos la indiferencia de las autoridades.
Múltiples factores favorecen la infección con el VPH dentro de ellos el inicio de la vida sexual a temprana edad, cuando los órganos reproductores de las niñas están aún inmaduros. Nuestros hospitales están repletos de niñas embarazadas. Desde el punto de vista legal una niña no puede consentir tener sexo, es una violación. La información solo da poder y en nuestro país le negamos la educación sexual. Con nuestro silencio consentimos la violación.
El uso del preservativo o condón previene el contagio por el VPH. Es impostergable una campaña de promoción efectiva. Que la población tenga acceso al preservativo es vital.
Las promesas no protegen. Promese Cal anunció que ofrecía condones en las múltiples farmacias del pueblo. Después de ocho años todavía no llegan a la lista de medicamentos, ni a las farmacias populares. Así no se previene el VPH.
Desde el inicio de la vida sexual las mujeres deben recibir un chequeo ginecológico anual. Con un estudio simple como el Papanicolaou podrían detectarse alteraciones en el tejido del cuello uterino y pequeñas lesiones sugestivas deldaño celular causadas por el VPH.
Realizar el chequeo médico preventivo y el Papanicolaoues la clave para preservar la salud.
Las vacuna previene el VPH y están indicada en la población no infectada. Las niñas que no han iniciado la vida sexual es la población ideal para ser vacuna. Ojalá contar con una vacunación masiva en niñas.
Las autoridades tienen ocho años promoviendo la fidelidad y no ha funcionado. La fidelidad es un concepto ético o moral de los que comparten, que en este caso puede ayudar a la salud pero que no tiene nada que ver con las políticas de salud que se deben emprender para que la población no se contagie.
La salud como la vida es un valor absoluto. El gobierno debe velar por la salud de toda la población, compartan o no la fidelidad.
Las monjas tienen menos cáncer de cuello uterino pero no por eso el gobierno debe promover a las mujeres a esa vocación.
La mejor forma de defender la vida y prevenir el VPH es educar la población en temas de salud sexual y promover y facilitar el uso del condón. ¡Ahora es!
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