Juegan un papel muy importante en la relación íntima
Los senos son una de las zonas más sensibles del cuerpo, en ellos se concentran muchas sensaciones eróticas y si su pareja los toca justo como a usted le gusta, puede resultar en una sensación muy agradable.
La sensibilidad en los pezones varía de mujer a mujer y no todas disfrutan el mismo tipo de placer.
Por ello, pida a su pareja que le estimule de diferentes maneras, comenzando con besos y caricias suaves y subiendo la intensidad.
Prueben todas las técnicas y hágale saber cuáles disfruta más.
Algunos mitos sobre los senos en la sexualidad:
1. Mientras más grandes sean sus senos, más placer producen: es solo un mito.
El placer que obtiene cuando le acarician los senos depende de su mente, no del tamaño de su busto.
Una mujer de copa A y otra de copa DD tienen el mismo número de nervios en esa zona.
2. Sus senos crecen durante el sexo: al excitarse, el flujo de sangre aumenta en todo su cuerpo, incluyendo los senos.
No crecen una copa más, pero la sangre extra puede causar que se rellenen un poco y se sientan algo más pesados y duros. Sus pezones son la parte más sensible al tacto: sí, están repletos de nervios. Su excitación depende de mil cosas, no sólo del sitio que se toque.
La sensibilidad en los pezones varía de mujer a mujer y no todas disfrutan el mismo tipo de placer.
Por ello, pida a su pareja que le estimule de diferentes maneras, comenzando con besos y caricias suaves y subiendo la intensidad.
Prueben todas las técnicas y hágale saber cuáles disfruta más.
Algunos mitos sobre los senos en la sexualidad:
1. Mientras más grandes sean sus senos, más placer producen: es solo un mito.
El placer que obtiene cuando le acarician los senos depende de su mente, no del tamaño de su busto.
Una mujer de copa A y otra de copa DD tienen el mismo número de nervios en esa zona.
2. Sus senos crecen durante el sexo: al excitarse, el flujo de sangre aumenta en todo su cuerpo, incluyendo los senos.
No crecen una copa más, pero la sangre extra puede causar que se rellenen un poco y se sientan algo más pesados y duros. Sus pezones son la parte más sensible al tacto: sí, están repletos de nervios. Su excitación depende de mil cosas, no sólo del sitio que se toque.
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