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Morderse las uñas, por lo regular suele ser un hábito pasajero, pero cuando es recurrente, puede ocasionar algunos problemas de salud.
No solo estético. El mordérselas no sólo deforma las uñas y las hace lucir mal, sino que si lo sigue haciendo, puede dañar la piel debajo de ellas y causar inflamación; además de que los pellejitos (padrastros) se convierten en una entrada para las bacterias.
En las personas con este hábito del mismo modo son comunes las enfermedades de las encías y del estómago por los gérmenes que se llevan a la boca, así como las deformaciones en el crecimiento de las uñas, cutículas sangrantes y la caída del esmalte dental.
Consejos para evitar comerse las uñas. Observe cuáles son las situaciones estresantes que le llevan a morderse las uñas, pues sólo cuando las haga conscientes podrá evitarlas.
Un truco consiste en aplicar barniz de ajo o apretar una pelota de esponja cuando esté nerviosa.
De igual forma, hágase manicure ya que el verse unas manos bonitas se motivará a no morderlas.
Y si con estos métodos para dejar de comerse las uñas no puede evitarlo, intente usar guantes o curitas alrededor de las puntas de los dedos.
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