Los reggaetoneros daddy yankee, vico c y calle 13 coinciden en que la musica cambió sus vidas, que en parte pasaron entre pandillas y pleitos callejeros
Su historia de vida se vincula a los problemas que enfrentaron en las ciudades donde nacieron. Varios crecieron en los suburbios más peligrosos, rodeados de narcotráfico y violencia. Pero la música ha reivindicado su vida; algunos libraron la cárcel y sustituyeron la tentación de ejercer el poder en sus vecindarios por las letras y un discurso lleno de paz.
Ramón Ayala, mejor conocido como Daddy Yankee, se colocó dentro de los primeros lugares de Billboard por casi 10 semanas con la canción “La gasolina”, pero no olvida su pasado. “La música me salvó en muchas situaciones en la vida, puedo dar testimonios de que eso puede hacer la música, soy la prueba, un testimonio vivo de eso. Pero esos errores que viví en mi niñez me enseñaron a ser como soy”, expresó.
“Cuando tenía 17 o 18 años fui baleado. Fue un momento difícil, pero gracias a Dios he sobrevivido. Fue un atentado contra mi vida con el que intentaron herirme”, recuerda el cantante reconocido como también como “The big boss”.
Las tentaciones fueron muchas para Vico C, quien hoy tiene claro que, de no haber sido músico, su futuro sería “cero promisorio”. “De no haber hecho una carrera en la música yo creo que estaría en la cárcel o ya muerto; yo tenía mi pandilla y la dirigía, y les daba un ejemplo muy negativo a los que me seguían porque tenía que ser más atrevido que ellos.
“Cuando empecé a hacer mis cassettes clandestinos, los amigos que me seguían empezaron a vender droga, a disparar tiros, a entrar a la cárcel, a morir. Entonces sí creo que me salvó la música de muchas maneras, llegó a tiempo y fue cuando tuve una nueva esperanza”, refiere.
Popularmente conocidos como músicos reggaetoneros, ellos se autodenominan cantantes de música urbana porque consideran que el primero es un nombre peyorativo.
Son cantantes que ahora han enarbolado mensajes de paz, incluso han sido condecorados por su labor altruista, es el caso de René de Calle 13, quien recibió un premio por su discurso político en la UNAM.
En el otro extremo está Don Omar, quien después de su vida de carencias encontró un camino que le llevó a ganar premios con canciones en las que, irónicamente, narraba su pasado de violencia y drogas, como lo huizo en “Bandolero” y “Libertad”.
Su historia de vida se vincula a los problemas que enfrentaron en las ciudades donde nacieron. Varios crecieron en los suburbios más peligrosos, rodeados de narcotráfico y violencia. Pero la música ha reivindicado su vida; algunos libraron la cárcel y sustituyeron la tentación de ejercer el poder en sus vecindarios por las letras y un discurso lleno de paz.
Ramón Ayala, mejor conocido como Daddy Yankee, se colocó dentro de los primeros lugares de Billboard por casi 10 semanas con la canción “La gasolina”, pero no olvida su pasado. “La música me salvó en muchas situaciones en la vida, puedo dar testimonios de que eso puede hacer la música, soy la prueba, un testimonio vivo de eso. Pero esos errores que viví en mi niñez me enseñaron a ser como soy”, expresó.
“Cuando tenía 17 o 18 años fui baleado. Fue un momento difícil, pero gracias a Dios he sobrevivido. Fue un atentado contra mi vida con el que intentaron herirme”, recuerda el cantante reconocido como también como “The big boss”.
Las tentaciones fueron muchas para Vico C, quien hoy tiene claro que, de no haber sido músico, su futuro sería “cero promisorio”. “De no haber hecho una carrera en la música yo creo que estaría en la cárcel o ya muerto; yo tenía mi pandilla y la dirigía, y les daba un ejemplo muy negativo a los que me seguían porque tenía que ser más atrevido que ellos.
“Cuando empecé a hacer mis cassettes clandestinos, los amigos que me seguían empezaron a vender droga, a disparar tiros, a entrar a la cárcel, a morir. Entonces sí creo que me salvó la música de muchas maneras, llegó a tiempo y fue cuando tuve una nueva esperanza”, refiere.
Popularmente conocidos como músicos reggaetoneros, ellos se autodenominan cantantes de música urbana porque consideran que el primero es un nombre peyorativo.
Son cantantes que ahora han enarbolado mensajes de paz, incluso han sido condecorados por su labor altruista, es el caso de René de Calle 13, quien recibió un premio por su discurso político en la UNAM.
En el otro extremo está Don Omar, quien después de su vida de carencias encontró un camino que le llevó a ganar premios con canciones en las que, irónicamente, narraba su pasado de violencia y drogas, como lo huizo en “Bandolero” y “Libertad”.
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