Escrito por: Hugo López Morrobel
(hugolopezmorrobel.@gmail.com)
El deporte forja héroes nacionales de un momento a otro.
Hasta hace poco, era escaso el número de dominicanos que sabía de la existencia de Luguelín Santos, un humilde muchacho de Bayaguana, corredor de los 400 metros planos.
Con el segundo lugar que obtuvo en Londres 2012, donde obtuvo medalla de plata, se catapultó como un héroe, que seguirá recibiendo el seguimiento de todos.
Sin embargo, los aportes que ha logrado mediante su brillante carrera deportiva no deben obnubilar su mente, y creer que debe recibir del Estado privilegios exorbitantes.
Hace poco le fue adjudicado un apartamento en Bayaguana, a solicitud suya, cuyo pago le fue exonerado hace poco.
Al ganar la medalla de plata, automáticamente, se “embolsilló” seis millones de pesos, más otros beneficios de la empresa que lo patrocina.
Por lo tanto, resulta extraño que esté exigiendo que le regalen un apartamento en Santo Domingo.
Es cierto que debe seguir recibiendo protección del Estado, pero “lo demasiado hasta Dios lo ve”.
Si Luguelín también quiere un apartamento en San Domingo, que lo adquiera con parte de los beneficios que ha obtenido.
(hugolopezmorrobel.@gmail.com)
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| Luguelin Santos |
El deporte forja héroes nacionales de un momento a otro.
Hasta hace poco, era escaso el número de dominicanos que sabía de la existencia de Luguelín Santos, un humilde muchacho de Bayaguana, corredor de los 400 metros planos.
Con el segundo lugar que obtuvo en Londres 2012, donde obtuvo medalla de plata, se catapultó como un héroe, que seguirá recibiendo el seguimiento de todos.
Sin embargo, los aportes que ha logrado mediante su brillante carrera deportiva no deben obnubilar su mente, y creer que debe recibir del Estado privilegios exorbitantes.
Hace poco le fue adjudicado un apartamento en Bayaguana, a solicitud suya, cuyo pago le fue exonerado hace poco.
Al ganar la medalla de plata, automáticamente, se “embolsilló” seis millones de pesos, más otros beneficios de la empresa que lo patrocina.
Por lo tanto, resulta extraño que esté exigiendo que le regalen un apartamento en Santo Domingo.
Es cierto que debe seguir recibiendo protección del Estado, pero “lo demasiado hasta Dios lo ve”.
Si Luguelín también quiere un apartamento en San Domingo, que lo adquiera con parte de los beneficios que ha obtenido.
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