Problema. En algunas parejas desaparece el romanticismo y la pasión
Escrito por: MERCEDES PÉREZ REYES
Lamentablemente para algunas personas, la llegada de los hijos marca el final de su vida como pareja. Y si bien es cierto, la gente se casa y espera con ansias a sus vástagos, pero nunca nadie dijo que ahí terminaría la intimidad de los padres.
Estamos hablando de un problema tan frecuente, que incluso es uno de los principales motivos de divorcio.
Esos casos son más comunes en la mujer, quien muchas veces se entrega tanto a los hijos, que llega a descuidar a su esposo.
Indhira de la Cruz, terapeuta familiar y de pareja del Centro de Aprendizaje y Psicología (CAP) explica que un sistema familiar está formado por diferentes subsistemas que poseen límites claros o no y que manejan una jerarquía de poder: el conyugal, (esposa y esposo), el parental (padre y madre) y el fraternal formado por los hijos.
“Cuando uno o varios de estos subsistemas no cumplen su función y nos olvidamos de ocupar nuestros diferentes roles dentro del sistema familiar, entonces aparecen patologías que de alguna manera van desarrollando dinámicas disfuncionales”, explica.
La psicóloga señala que “cuando nacen los hijos nos dedicamos tanto a la tarea de ser padres que se nos olvida ser pareja, sin darnos cuenta de que el bienestar de la familia depende en gran medida del equilibrio emocional y la estabilidad de la pareja”.
“Cuando nos convertimos en padres tenemos que enfrentar nuevas reglas, nuevos retos y nuevas tareas en el hogar y en la vida, lo cual nos llena de responsabilidades que de alguna manera nos van sobrecargando y poco a poco vamos desgastando la relación”, indica la especialista.
De la Cruz señala que los nuevos padres comienzan a cambiar sus pautas de interacción, los niños se convierten en “chivo expiatorio” para los nuevos problemas que surgen y para los viejos que aún no han resueltos. Los padres tratan de resolver un conflicto existente entre ellos buscando o exagerando problemas en otro miembro de la familia.
“Otras veces sucede que la esposa se dedica demasiado al cuidado de los hijos, se distancia del padre y el marido comienza a alejarse de la relación y muchas veces busca una alianza con su familia de origen (sus padres). Pero en ocasiones, este comienza a triangulizar con una tercera persona, cosa o situación, como puede ser una amante, el alcohol, un deporte, el trabajo, una religión, unos amigos, los juegos de azar, la pornografía y la tecnología o las redes sociales”, explica.
Consecuencias. La ausencia del padre en el hogar, refiere Indhira, lo va convirtiendo cada vez más en un “padre periférico” y distante que es buen proveedor de cosas materiales, pero que se olvida de ser un padre formador y un compañero para su pareja, ya que se siente agobiado por su mujer y sus hijos, recargado por el trabajo y muchas veces enfrentando problemas económicos.
“Muchas veces las parejas construimos una relación basada en el rol de padres y se nos olvida que primero tenemos que desarrollarnos como individuos, desarrollando un proyecto de vida personal y luego construir un proyecto de vida en común con la pareja, donde haya metas compartidas, espacios de intimidad y afecto, tiempo de recreación, amigos en común y una comunicación positiva y funcional”, recomienda la estudiosa de la conducta humana, quien al mismo tiempo entiende que “no podemos ser padres eficaces y exitosos, si primero no somos una pareja feliz”.
La separación. Cuando llega el momento en que los hijos se van de casa, sin que los padres hayan construido una buena relación de pareja, llega el divorcio, aun después de llevar 30 o 40 años de casados, porque “se dan cuenta de que no habían desarrollado un proyecto de vida en común y que son dos extraños compartiendo una misma casa, que incluso muchas veces han desarrollado vidas paralelas ocultas”.
Si entiende que por sus propios métodos no puede solucionar el problema, la psicóloga aconseja asistir a terapia de pareja para recibir un acompañamiento que ofrezca las herramientas necesarias para reforzar el subsistema conyugal y así poder fortalecer nuestra familia.
Las claves
1. Proyecto de vida
Desarrollar un proyecto de vida en común, con metas a corto, mediano y largo plazo.
2. El tiempo
Compartir tiempo de calidad, lo cual significa tener una buena conversación significativa para ambos, dar un paseo solos, salir a cenar fuera, escuchar música juntos, lavar juntos el auto, ir juntos de compras, etc. tener cada semana un tiempo de placer para ambos.
3. Límites claros
Establecer límites claros respecto al trabajo, los amigos y los hijos. Lo cual significa establecer horarios para cada actividad.
4- Buscar la intimidad
Programar escapadas románticas con su pareja.
5- Estar solos
Establecer un horario para que los hijos vayan a la cama, para estar solos.
6- Complemento
Hacer ejercicios de forma regular.
7- Organizarse
Buscar con quien dejar los hijos para salir solos, organizando muy bien la logística del hogar.
8- Comunicación
Desarrollar la comunicación positiva con su pareja, utilizando palabras de afirmación para tu pareja, lo cual quiere decir utilizar cumplidos, palabras de ánimo, amables y humildes para hacer peticiones.
9- Regalos
Desarrollar el arte de hacer regalitos a tu pareja. Es un símbolo de que alguien piensa en mí. Ya sean comprados o hechos por ti.
10- Actos de servicios
Realizar actos de servicio por tu pareja. Incluye acciones como cocinar, lavar los platos, limpiar la casa, pintar una habitación, lavar el auto para el otro. Son pequeños gestos que hacemos para agradar al otro.
Escrito por: MERCEDES PÉREZ REYES
En definitiva, todo esto se resume en estar disponible emocionalmente para tu pareja. |
Lamentablemente para algunas personas, la llegada de los hijos marca el final de su vida como pareja. Y si bien es cierto, la gente se casa y espera con ansias a sus vástagos, pero nunca nadie dijo que ahí terminaría la intimidad de los padres.
Estamos hablando de un problema tan frecuente, que incluso es uno de los principales motivos de divorcio.
Esos casos son más comunes en la mujer, quien muchas veces se entrega tanto a los hijos, que llega a descuidar a su esposo.
Indhira de la Cruz, terapeuta familiar y de pareja del Centro de Aprendizaje y Psicología (CAP) explica que un sistema familiar está formado por diferentes subsistemas que poseen límites claros o no y que manejan una jerarquía de poder: el conyugal, (esposa y esposo), el parental (padre y madre) y el fraternal formado por los hijos.
“Cuando uno o varios de estos subsistemas no cumplen su función y nos olvidamos de ocupar nuestros diferentes roles dentro del sistema familiar, entonces aparecen patologías que de alguna manera van desarrollando dinámicas disfuncionales”, explica.
La psicóloga señala que “cuando nacen los hijos nos dedicamos tanto a la tarea de ser padres que se nos olvida ser pareja, sin darnos cuenta de que el bienestar de la familia depende en gran medida del equilibrio emocional y la estabilidad de la pareja”.
“Cuando nos convertimos en padres tenemos que enfrentar nuevas reglas, nuevos retos y nuevas tareas en el hogar y en la vida, lo cual nos llena de responsabilidades que de alguna manera nos van sobrecargando y poco a poco vamos desgastando la relación”, indica la especialista.
De la Cruz señala que los nuevos padres comienzan a cambiar sus pautas de interacción, los niños se convierten en “chivo expiatorio” para los nuevos problemas que surgen y para los viejos que aún no han resueltos. Los padres tratan de resolver un conflicto existente entre ellos buscando o exagerando problemas en otro miembro de la familia.
“Otras veces sucede que la esposa se dedica demasiado al cuidado de los hijos, se distancia del padre y el marido comienza a alejarse de la relación y muchas veces busca una alianza con su familia de origen (sus padres). Pero en ocasiones, este comienza a triangulizar con una tercera persona, cosa o situación, como puede ser una amante, el alcohol, un deporte, el trabajo, una religión, unos amigos, los juegos de azar, la pornografía y la tecnología o las redes sociales”, explica.
Consecuencias. La ausencia del padre en el hogar, refiere Indhira, lo va convirtiendo cada vez más en un “padre periférico” y distante que es buen proveedor de cosas materiales, pero que se olvida de ser un padre formador y un compañero para su pareja, ya que se siente agobiado por su mujer y sus hijos, recargado por el trabajo y muchas veces enfrentando problemas económicos.
“Muchas veces las parejas construimos una relación basada en el rol de padres y se nos olvida que primero tenemos que desarrollarnos como individuos, desarrollando un proyecto de vida personal y luego construir un proyecto de vida en común con la pareja, donde haya metas compartidas, espacios de intimidad y afecto, tiempo de recreación, amigos en común y una comunicación positiva y funcional”, recomienda la estudiosa de la conducta humana, quien al mismo tiempo entiende que “no podemos ser padres eficaces y exitosos, si primero no somos una pareja feliz”.
La separación. Cuando llega el momento en que los hijos se van de casa, sin que los padres hayan construido una buena relación de pareja, llega el divorcio, aun después de llevar 30 o 40 años de casados, porque “se dan cuenta de que no habían desarrollado un proyecto de vida en común y que son dos extraños compartiendo una misma casa, que incluso muchas veces han desarrollado vidas paralelas ocultas”.
Si entiende que por sus propios métodos no puede solucionar el problema, la psicóloga aconseja asistir a terapia de pareja para recibir un acompañamiento que ofrezca las herramientas necesarias para reforzar el subsistema conyugal y así poder fortalecer nuestra familia.
Las claves
1. Proyecto de vida
Desarrollar un proyecto de vida en común, con metas a corto, mediano y largo plazo.
2. El tiempo
Compartir tiempo de calidad, lo cual significa tener una buena conversación significativa para ambos, dar un paseo solos, salir a cenar fuera, escuchar música juntos, lavar juntos el auto, ir juntos de compras, etc. tener cada semana un tiempo de placer para ambos.
3. Límites claros
Establecer límites claros respecto al trabajo, los amigos y los hijos. Lo cual significa establecer horarios para cada actividad.
4- Buscar la intimidad
Programar escapadas románticas con su pareja.
5- Estar solos
Establecer un horario para que los hijos vayan a la cama, para estar solos.
6- Complemento
Hacer ejercicios de forma regular.
7- Organizarse
Buscar con quien dejar los hijos para salir solos, organizando muy bien la logística del hogar.
8- Comunicación
Desarrollar la comunicación positiva con su pareja, utilizando palabras de afirmación para tu pareja, lo cual quiere decir utilizar cumplidos, palabras de ánimo, amables y humildes para hacer peticiones.
9- Regalos
Desarrollar el arte de hacer regalitos a tu pareja. Es un símbolo de que alguien piensa en mí. Ya sean comprados o hechos por ti.
10- Actos de servicios
Realizar actos de servicio por tu pareja. Incluye acciones como cocinar, lavar los platos, limpiar la casa, pintar una habitación, lavar el auto para el otro. Son pequeños gestos que hacemos para agradar al otro.
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