¿Es suficiente con renunciar a una pensión?

No es suficiente, Señor Presidente, y aún usted tiene muchas más razones para actuar y un escenario de acción disponible para imponer el orden, el ejemplo, la cordura

No, no es suficiente, Señor Presidente. No es suficiente cuando la ilegalidad se ha puesto el traje de la ilegitimidad, cuando la premeditación fue sierva de la inequidad social y cuando la arrogancia y la soberbia intentaron imponer el oprobio.

No es suficiente, cuando la legalidad ha sido fabricada por el principal beneficiario de la ley, cuando la posición privilegiada e incuestionable de un funcionario le permitió convertirse en juez y parte de un proceso, y asaltar unos fondos a todas luces ajenos e inmerecidos.

No es suficiente tampoco, cuando la forma poco elegante tiñe de dudas pensiones de lujo.

No es suficiente porque un funcionario está, más que nada, para servir, para administrar, para distribuir con justeza, no para apropiarse de un botín que costó a muchos, incluso al Estado dominicano, aprovisionarlo.

No es suficiente porque el 40% de los fondos de las 49 pensiones cuestionadas beneficiará a 6 ex funcionarios de la Superintendencia de Bancos, y porque de esos 6 ex funcionarios, 3 pertenecían al comité de administración de los Fondos de Jubilaciones y Pensiones de la superintendencia.

No es suficiente porque el 65% de los fondos está distribuido en pensiones menudas que favorecen mayoritariamente (87.5%) a la mujer. Porque fue un plan orquestado para que los menos favorecidos, en donde las mujeres son más, hicieran verosímil y legítimo lo inmoral y antiético.

No es suficiente cuando sólo se ha producido una sola renuncia a esos fondos de pensiones. Cuando la camarilla de la “premeditación y alevosía” se oculta bajo la sombra del espectáculo público que afecta a un solo funcionario.

No es suficiente cuando la legalidad esgrimida continúa vigente y brinda la posibilidad a un próximo Superintendente de Bancos de hacer esta mueca de mal gusto a toda una sociedad que se ha cansado del latrocinio y la inequidad social.

No es suficiente, Señor Presidente, y aún usted tiene muchas más razones para intervenir y un escenario de acción disponible para imponer el orden, el ejemplo, la cordura, para demostrar que esta embarcación, llamada República Dominicana, ha desviado su proa –al menos un poco-.
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Editor Gazcue es Arte

Master en Educación Superior mención Docencia, Licenciado en Comunicación Social, Técnico Superior en Bibliotecología y Diplomado en Ciencias Políticas, Columnista del periodico El Nuevo Diario

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