Rosalía Peña Acosta tuvo que venir de Verón, Punta Cana, a Santo Domingo, porque en su comunidad no encontró apoyo de la Policía Turística ni de la Fiscalía en el caso de una agresión de la que fue objeto su negocio por parte del cabo de la Policía Nacional asignado a esa institución, Franklin Ramos Matos. Todo lo contrario, resultó presa cuando fue a Politur a denunciar al agresor.
Rosalía contó al Z101Digital que la madrugada del domingo 23 de septiembre, el cabo se presentó a su negocio, Jaleo Disco, en compañía de dos jóvenes más, pero fueron detenidos en la puerta porque ni querían pagar ni el oficial quería despojarse del arma de fuego que cargaba. Los empleados de seguridad y la propietaria le habrían explicado que dentro de la discoteca habían policías, que habían pagado y se habían desarmado –porque no se admiten armas de fuego- y que no podían tener esas concesiones con ellos.
Vea aquí las imágenes de la agresión
Al verse impedido de entrar por las condiciones del negocio, el cabo Franklin Ramos Matos y sus dos amigos, hasta ahora no identificados, empezaron a empujar y agredir a los seguridad del negocio, John Manuel Peña y Elsido Gregorio Beriguete, en especial al primero, a quien Ramos Matos le pegó en la cabeza con la cacha de su arma de reglamento.
Tras el incidente, Rosalía y los agredidos fueron a poner la querella a la Policía Nacional, en donde la recibieron, luego se enteraron que Ramos Matos estaba asignado a la Politur, por lo que decidieron ir a la dotación de esa institución en Verón, llevando el vídeo de la entrada del local en el que se grabó todo el incidente, para que allí les confirmaran si el joven era parte de ellos.
En la dotación de Politur, el oficial que estaba de turno ese día, apellido Medina –de acuerdo a Rosalía- , procedió a apresar a John Manuel, Elsido Gregorio Beriguete (los agredidos), a la esposa del primero, y a la propietaria del local. Cuando el esposo de Rosalía llegó al lugar también lo quisieron apresar, pero se defendió porque es cubano-americano y dijo que para apresarlo debían de llamar a la embajada.
La fiscal que atendió el caso, cuando se le explicó que los propietarios del negocio, al menos Rosalía, debía ser liberados porque tiene dos niños de 4 y 2 años que estaban solos, dijo que los de ella también estaban solos. Sólo varias horas después dejaron ir a los propietarios, pero el agredido estuvo cinco días presos, al igual que el agresor, sin embargo, los otros dos jóvenes que participaron en la golpiza nunca han aparecido y las autoridades no han hecho esfuerzo por apresarlos.
La fiscal tipificó el incidente como una riña, por lo que estas personas están inconformes, porque entienden no fue un pleito de patio, sino que una persona que se supone una autoridad para poner el orden, se presentó a un negocio, y porque no lo complacieron procedió a golpear a un seguridad que estaba en su puesto de trabajo y cumpliendo con sus funciones.
Según los denunciantes, el joven sería reincidente en atropellos de este tipo, pero sale siempre airoso por el apoyo que tiene en la Politur y porque su padre sería una persona con influencia.
Rosalía Peña Acosta pide que el caso sea revisado porque ha sido minimizado como riña, los agresores están libres, luego de haber golpeado a sus empleados y de causarle daños a su negocio por 45 mil pesos, más los 80 mil pesos que le están pidiendo los abogados que le llevan el caso.
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