Cada edad tiene su necesidad y su encanto.
POR HIMILCE AMELIA TEJADA
SANTO DOMINGO. Cuando se llega al punto de buscar los mejores alimentos para nuestro cuerpo, aunque se sienta de 15, las necesidades son diferentes, así tenga 20, 30, 40 o más.
Lo que todas queremos es estar saludables, llenas de energía y luciendo mejor que nunca, a la vez que consumimos lo que realmente necesitamos.
¡A los 20!
Es una época de cambios de crecimiento, de mucho comer fuera. ¿Qué necesitamos?
Meriendas que llenen: La picadera al salir de las discotecas y estudiar a base de pizza han llenado todos los huecos del pantalón jean que mejor quedaba, pero no se te quita el hambre. Las almendras son la solución, sólo una onza de almendras antes de salir de fiesta amortiguará el hambre lo suficiente para aguantar el atracón, a la vez que aportan fibras y grasas esenciales para el cerebro.
Huesos fuertes: En los 30 los huesos comienzan a perder calcio y otros minerales, por lo que maximizar la ingesta de calcio en los 20 es una buena manera de prevenir la osteoporosis. Por supuesto que la leche y el yogurt ponen lo suyo, pero el queso parmesano aporta suficiente comiendo mucho menos. Una onza de parmesano aporta 340 mgs, de calcio. ¿El cheddard? Sólo 200.
Alejarse de las gripes: De acuerdo con estudios recientes, la gente en los 20 tienen un altísimo nivel de estrés. El resultado es que se la pasan segregando hormonas que si bien tranquilizan, también debilitan el sistema inmune, resultando en resfriados y gripes recurrentes. Las manzanas, reconocidas por su potencia antioxidante, hacen el trabajo. ¡Una al día…maravillosas!
¡A los 30!
¡Con una renovada confianza en nuestras capacidades, a los 30 el cielo es el límite! ¿Qué necesitamos?
Piel radiante: El brócoli previene las arrugas. Una sola taza contiene el 100% de la necesidad diaria de vitamina C, crucial para la producción de colágeno. También es rico en betacarotenos, que ayudan en la renovación celular. La combinación de antioxidantes presentes en el brócoli ayuda a contrarrestar los efectos del sol sobre nuestra piel.
Carbohidratos que no engorden: Los carbohidratos son necesarios, pero sólo si no engordan. Por lo menos es lo que piensan la mayoría de las mujeres en sus 30. Una papa mediana, con su piel, aportará sólo unas 100 calorías y mucho potasio.
Que cada bocado cuente: Las espinacas son súper alimentos que aportan solo 7 calorías por cada taza cruda. Las famosas hojas verdes de Popeye son altas en vitamina K, calcio y magnesio, un combo muy bueno para los huesos (que ya comienzan a perder consistencia), así como folato, que ayuda a prevenir defectos de nacimiento.
¡Y a los 40…!
Dicen que los 40 son los nuevos 20… ¿Qué necesitamos?
Prevenir el cáncer: Los hongos pueden parecer aburridos, pero saben estupendamente. También tienen un maravilloso poder antioxidante. Muchos estudios han vinculado el consumo regular de hongos con la reducción de ciertos tipos de cáncer, incluyendo el de seno.
Un corazón sano: La mayoría de las dolencias cardíacas aparecen en el umbral de los 40, al tiempo que los estrógenos comienzan a disminuir. El ácido graso Omega 3 es de lo mejor que hay y las sardinas lo tienen a montones. Protegen el corazón, previenen los coágulos y mantienen los vasos sanguíneos a toda capacidad. También sirve el salmón, si no lo gusta comer de lata.
Vivir a toda máquina: Con energía de calidad, como la que aporta la pasta integral. Llena de vitaminas del complejo B, ayudan a convertir alimentos en energía. Y la carga de fibra se encarga de mejorar el funcionamiento de toda la maquinaria. Y aunque los científicos recomiendan que la mitad de las 6 raciones diarias de granos sean "integrales", las mujeres a partir de los 40 deberían consumir todo de ese tipo. Las pastas son fáciles, rápidas de preparar e increíblemente versátiles.
Comer lo que necesitamos nos va a permitir disfrutar cada década como si fuera la primera... y enfrentar la próxima con nuestra mejor sonrisa.
POR HIMILCE AMELIA TEJADA
 |
| Comer lo necesario nos permitirá vivir sonrientes. |
SANTO DOMINGO. Cuando se llega al punto de buscar los mejores alimentos para nuestro cuerpo, aunque se sienta de 15, las necesidades son diferentes, así tenga 20, 30, 40 o más.
Lo que todas queremos es estar saludables, llenas de energía y luciendo mejor que nunca, a la vez que consumimos lo que realmente necesitamos.
¡A los 20!
Es una época de cambios de crecimiento, de mucho comer fuera. ¿Qué necesitamos?
Meriendas que llenen: La picadera al salir de las discotecas y estudiar a base de pizza han llenado todos los huecos del pantalón jean que mejor quedaba, pero no se te quita el hambre. Las almendras son la solución, sólo una onza de almendras antes de salir de fiesta amortiguará el hambre lo suficiente para aguantar el atracón, a la vez que aportan fibras y grasas esenciales para el cerebro.
Huesos fuertes: En los 30 los huesos comienzan a perder calcio y otros minerales, por lo que maximizar la ingesta de calcio en los 20 es una buena manera de prevenir la osteoporosis. Por supuesto que la leche y el yogurt ponen lo suyo, pero el queso parmesano aporta suficiente comiendo mucho menos. Una onza de parmesano aporta 340 mgs, de calcio. ¿El cheddard? Sólo 200.
Alejarse de las gripes: De acuerdo con estudios recientes, la gente en los 20 tienen un altísimo nivel de estrés. El resultado es que se la pasan segregando hormonas que si bien tranquilizan, también debilitan el sistema inmune, resultando en resfriados y gripes recurrentes. Las manzanas, reconocidas por su potencia antioxidante, hacen el trabajo. ¡Una al día…maravillosas!
¡A los 30!
¡Con una renovada confianza en nuestras capacidades, a los 30 el cielo es el límite! ¿Qué necesitamos?
Piel radiante: El brócoli previene las arrugas. Una sola taza contiene el 100% de la necesidad diaria de vitamina C, crucial para la producción de colágeno. También es rico en betacarotenos, que ayudan en la renovación celular. La combinación de antioxidantes presentes en el brócoli ayuda a contrarrestar los efectos del sol sobre nuestra piel.
Carbohidratos que no engorden: Los carbohidratos son necesarios, pero sólo si no engordan. Por lo menos es lo que piensan la mayoría de las mujeres en sus 30. Una papa mediana, con su piel, aportará sólo unas 100 calorías y mucho potasio.
Que cada bocado cuente: Las espinacas son súper alimentos que aportan solo 7 calorías por cada taza cruda. Las famosas hojas verdes de Popeye son altas en vitamina K, calcio y magnesio, un combo muy bueno para los huesos (que ya comienzan a perder consistencia), así como folato, que ayuda a prevenir defectos de nacimiento.
¡Y a los 40…!
Dicen que los 40 son los nuevos 20… ¿Qué necesitamos?
Prevenir el cáncer: Los hongos pueden parecer aburridos, pero saben estupendamente. También tienen un maravilloso poder antioxidante. Muchos estudios han vinculado el consumo regular de hongos con la reducción de ciertos tipos de cáncer, incluyendo el de seno.
Un corazón sano: La mayoría de las dolencias cardíacas aparecen en el umbral de los 40, al tiempo que los estrógenos comienzan a disminuir. El ácido graso Omega 3 es de lo mejor que hay y las sardinas lo tienen a montones. Protegen el corazón, previenen los coágulos y mantienen los vasos sanguíneos a toda capacidad. También sirve el salmón, si no lo gusta comer de lata.
Vivir a toda máquina: Con energía de calidad, como la que aporta la pasta integral. Llena de vitaminas del complejo B, ayudan a convertir alimentos en energía. Y la carga de fibra se encarga de mejorar el funcionamiento de toda la maquinaria. Y aunque los científicos recomiendan que la mitad de las 6 raciones diarias de granos sean "integrales", las mujeres a partir de los 40 deberían consumir todo de ese tipo. Las pastas son fáciles, rápidas de preparar e increíblemente versátiles.
Comer lo que necesitamos nos va a permitir disfrutar cada década como si fuera la primera... y enfrentar la próxima con nuestra mejor sonrisa.
0 comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR VISITAR GAZCUE Y DEJAR TU COMENTARIO.