La actriz que poseía varios tatuajes relacionados con su exesposo pudo borrar todos los grabados en su piel que le recordaban su vida con el baloncelista, según publica el portal de internet Europa Press.
Aunque la remoción de un tatuaje es dolorosa y, además cuesta miles de dólares, al parecer a la actriz no le importó someterse al procedimiento con tal de borrar las huellas de su exesposo.
Longoria consiguió borrar un tatuaje que tenía con la fecha de su enlace matrimonial en el 2007 en la parte interior de su muñeca en números romanos. Este fue el primer tatuaje que borró cuando se enteró de que su entonces marido le fue infiel por tres años, tras encontrar en su celular los mensajes que demostraban su traición.
Por lo general, el tratamiento para borrar un tatuaje resulta tan doloroso que la actriz esperó hasta ahora para desaparecer el tatuaje en su nuca con el número de dorsal del deportista, el nueve, “nine”.
Así las cosas habrá que esperar para ver si la guapa actriz se volvería a tatuar su piel en referencia a un amor.
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