Al renunciante gerente del Banco Central, quien devengaba un salario mensual de 734,280 pesos, se le otorgó hasta gratificación especial de Navidad
La suerte que acompaña a ciertos funcionarios públicos es envidiable. Pedro Ramón Silverio Álvarez, gerente del Banco Central, es uno de estos afortunados. A pesar de presentar formal renuncia al cargo, y con apenas siete años y diez meses en la institución estatal, recibió casi 11 millones de pesos de prestaciones laborales, además de una pensión extraordinaria de la que no se sabe el monto, todo aprobado por el gobernador de la entidad y presidente de la Junta Monetaria, Héctor Valdez Albizu.
En comunicación del 26 de junio de 2012, Valdez Albizu informa a Silverio que la Junta Monetaria había aprobado su solicitud de jubilación facultativa extraordinaria el 21 de junio, solicitud esta que el funcionario renunciante realizó apenas el día anterior, 20 de junio, y que hizo efectiva el 1º de julio de 2012, misma fecha en que establecía su renuncia.
No se sabe si el Banco Central tiene una legislación paralela a lo que establece la Ley 48-01 sobre Función Pública, que expresa de manera clara y precisa que cuando un funcionario o servidor público renuncia al cargo, no tiene derecho a prestaciones laborales. Silverio Álvarez fue recompensado y de qué manera.
Según documentación que reposa en los archivos de 7dias.com.do, al renunciante gerente del Banco Central, quien devengaba un salario mensual de 734,280 pesos, se le otorgó hasta gratificación especial de Navidad, por el nada despreciable monto de 1,065,390 pesos.
A pesar de que el funcionario renunció a sus derechos como trabajador, a la entidad financiera no pareció importarle, pues además agregó el pago de preaviso, como si se tratara de un desahucio, por un valor ascendente a un 1,149, 913 pesos.
Como caída del cielo, la suerte de Silverio Álvarez no se agota en esos montos. Por concepto de prestaciones sociales, consiguió 7,953,000 pesos; incentivo por antigüedad 330,426 pesos; una proporción por bono aniversario de 550,710 pesos; vacaciones compensadas, 485,309, lo que totaliza 10,384,447.10.
Así lo especifica la solicitud de pago mediante cheque de gerencia 2004189-09-2012-051 del 13 de julio del año que transcurre, enviada por el Departamento de Recursos Humanos al Tesorero del Banco Central.
Pero ahí no termina el asunto. Mediante oficio 012342 del 16 de julio de 2012, el gobernador Valdez Albizu expresa al renunciante funcionario que: “Autoriza al Banco Central a otorgar una jubilación facultativa extraordinaria a favor del Dr. Pedro Silverio Álvarez, prevista en el Artículo 11 del Reglamento de Jubilaciones y Pensiones con Recursos del Banco Central, aprobado mediante la Séptima Resolución dictada por la Junta Monetaria en fecha 5 de diciembre de 2002. La efectividad de esta jubilación es a partir del 1º de julio de 2012”.
Por tanto, a Silverio Álvarez le entregan de manera simultánea las prestaciones y el goce de pensión, a los siete años y diez meses de trabajar en el Banco Central, de haber renunciado a sus derechos laborales, y de contar con solo 57 años de edad, cuando la legislación establece que los 60 años para ser pensionado. ¡Ah gente con suerte esta la del Banco Central!
Por: Ivonne Ferreras/7dias.com.do
Pedro Ramón Silverio Álvarez |
La suerte que acompaña a ciertos funcionarios públicos es envidiable. Pedro Ramón Silverio Álvarez, gerente del Banco Central, es uno de estos afortunados. A pesar de presentar formal renuncia al cargo, y con apenas siete años y diez meses en la institución estatal, recibió casi 11 millones de pesos de prestaciones laborales, además de una pensión extraordinaria de la que no se sabe el monto, todo aprobado por el gobernador de la entidad y presidente de la Junta Monetaria, Héctor Valdez Albizu.
En comunicación del 26 de junio de 2012, Valdez Albizu informa a Silverio que la Junta Monetaria había aprobado su solicitud de jubilación facultativa extraordinaria el 21 de junio, solicitud esta que el funcionario renunciante realizó apenas el día anterior, 20 de junio, y que hizo efectiva el 1º de julio de 2012, misma fecha en que establecía su renuncia.
No se sabe si el Banco Central tiene una legislación paralela a lo que establece la Ley 48-01 sobre Función Pública, que expresa de manera clara y precisa que cuando un funcionario o servidor público renuncia al cargo, no tiene derecho a prestaciones laborales. Silverio Álvarez fue recompensado y de qué manera.
Según documentación que reposa en los archivos de 7dias.com.do, al renunciante gerente del Banco Central, quien devengaba un salario mensual de 734,280 pesos, se le otorgó hasta gratificación especial de Navidad, por el nada despreciable monto de 1,065,390 pesos.
A pesar de que el funcionario renunció a sus derechos como trabajador, a la entidad financiera no pareció importarle, pues además agregó el pago de preaviso, como si se tratara de un desahucio, por un valor ascendente a un 1,149, 913 pesos.
Como caída del cielo, la suerte de Silverio Álvarez no se agota en esos montos. Por concepto de prestaciones sociales, consiguió 7,953,000 pesos; incentivo por antigüedad 330,426 pesos; una proporción por bono aniversario de 550,710 pesos; vacaciones compensadas, 485,309, lo que totaliza 10,384,447.10.
Así lo especifica la solicitud de pago mediante cheque de gerencia 2004189-09-2012-051 del 13 de julio del año que transcurre, enviada por el Departamento de Recursos Humanos al Tesorero del Banco Central.
Pero ahí no termina el asunto. Mediante oficio 012342 del 16 de julio de 2012, el gobernador Valdez Albizu expresa al renunciante funcionario que: “Autoriza al Banco Central a otorgar una jubilación facultativa extraordinaria a favor del Dr. Pedro Silverio Álvarez, prevista en el Artículo 11 del Reglamento de Jubilaciones y Pensiones con Recursos del Banco Central, aprobado mediante la Séptima Resolución dictada por la Junta Monetaria en fecha 5 de diciembre de 2002. La efectividad de esta jubilación es a partir del 1º de julio de 2012”.
Por tanto, a Silverio Álvarez le entregan de manera simultánea las prestaciones y el goce de pensión, a los siete años y diez meses de trabajar en el Banco Central, de haber renunciado a sus derechos laborales, y de contar con solo 57 años de edad, cuando la legislación establece que los 60 años para ser pensionado. ¡Ah gente con suerte esta la del Banco Central!
Por: Ivonne Ferreras/7dias.com.do
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