Miguel Diloné y Luis Polonia son dos símbolos, dos patrimonios del país y de las Águilas Cibaeñas. Las declaraciones de Miguel Diloné en el programa de Tomás y Tommy Troncoso, afirmando que Luis Polonia "no jugó legal, no jugó limpio", enaniza su estatura. Un foul de La Saeta por insinuar hechos que no se pueden probar en los tribunales y out en intento de robo por soltar la lengua, violando el Código Secreto que gobierna dentro de un clubhouse.
José Canseco, después de provocar una tormenta de incalculables proporciones en las Grandes Ligas, admitió en marzo que la publicación de su libro "Juiced'' es el mayor error de su vida y se sintió avergonzado por todos aquellos que nombra.
Joe Torre perdió la consideración y el respeto cuando publicó su libro "The Yankee Years (Los Años Yanquis)", donde denuncia que los jugadores del equipo apodaban al toletero Alex Rodríguez "A-Fraud (Un Fraude)", y que su tercera base estaba obsesionado con su rivalidad con Derek Jeter. Torre demostró que no es confiable. Se le fue el seguro.
Los récords de Polonia están vigentes y muchos de ellos tienen etiqueta de irrompibles: 927 hits, 43 triples y 517 anotadas son marcas sagradas. Igualmente las 395 bases robadas de por vida de Miguel Diloné y los 44 hurtos en 1976-77.
Jesús Rojas Alou no cuestionó a Diloné cuando le rompió la marca de 865 hits y Félix José no vilipendió a Mendy López cuando superó sus 60 jonrones de por vida. Afirmar que Babe Ruth fue superior que Hank Aaron es una opinión que se hace porque los 714 jonrones los conectó en 3,965 turnos menos que los acumulados por Aaron, lo que significa haber jugado por lo menos en siete temporadas menos. Ahí no hay mala fe en el cuestionamiento.
Miguel Diloné se pasó y debe admitir que la lengua muchas veces es el castigo del cuerpo. Ojalá que pueda recoger la metida de pata en dos palabras: "Me equivoqué".
Guelo está a tiempo de salir al robo y llegar safe.
Bienvenido Rojas
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