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| Miguelina Martínez |
Miguelina Martínez temía ser asesinada por su pareja que la hostigaba de manera permanente y la amenazó en numerosas ocasiones.
Fue tanta su desesperación que, un mes antes del triste desenlace, la hoy occisa acudió a un programa de televisión de Santiago, en el que narró todas sus penurias y mostró, impotente, un papel del Ministerio Público con una “orden de alejamiento” contra su hoy victimario.
Miguelina Martínez hizo todo lo que creía más conveniente para evitar ser asesinada por su pareja, pero de nada le sirvió, porque el Estado y la sociedad le fallaron.
Hoy está muerta y cuatro niños quedaron huérfanos.
Estamos frente a un nuevo recordatorio de que el feminicidio es un mal social que llena de luto los hogares.
Una sociedad incapaz de proteger a sus ciudadanos más indefensos anda por caminos peligrosos.
El Procurador General de la República, al ser abordado por periodistas, admitió que a Miguelina Martínez el sistema judicial le falló.
Agregamos nosotros que no sólo a ella, sino a cientos de mujeres que han sido asesinadas pese a haber puesto previamente denuncias por las amenazas recibidas.
Pero también la presión económica hizo que ella misma le diera “una oportunidad” al hoy homicida.
Tomar correctivos no le devolverá la vida a Miguelina Martínez, pero puede evitar que otras mujeres corran su misma suerte.
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