Escrito por: Dra. Laura Gómez Liz
(neuropsicologiacondralaura@gmail.com)
Es el órgano que preside todo nuestro cuerpo. Es el encargado de todo lo que pensamos, hacemos y decimos. Es quien controla nuestros movimientos y la ausencia de éstos. Es el cerebro.
Pero ¿ Cómo funciona, en la práctica?
Aunque nos queda mucho que conocer de éste fascinante órgano, lo que hasta ahora sabemos ha demostrado que algunas zonas concretas del cerebro llevan a cabo funciones específicas. Además de los muy conocidos hemisferios cerebrales, el cerebro ha sido subdividido en cuatro áreas, de acuerdo a su funcionamiento y siguiendo una estructura anatómica.
Esta división nos ayuda a conocer con especificidad las distintas tareas que el cerebro realiza y que hace nuestra vida posible. Además, es de gran ayuda a la hora de identificar un daño cerebral, o algún déficit visible mediante la cognición o conducta en cualquier persona.
Así pues, las zonas, o lóbulos cerebrales son:
Lóbulo frontal: está encargado de razonar, solucionar problemas, hacer planes, memorizar, de una parte de nuestro lenguaje y de la manifestación de emociones.
Lóbulo parietal: mediante éste reconocemos los estímulos táctiles, el dolor, la temperatura. Allí reside también la capacidad de reconocimiento numérico y de manipular objetos (motricidad).
Lóbulo temporal: éste es el receptor de los estímulos auditivos y olfativos. Procesa la información relacionada con el equilibrio corporal y es responsable de que reconozcamos los rostros de las personas. Regula algunas emociones como la ira, el placer y la ansiedad.
Lóbulo occipital: es quien percibe y procesa los estímulos visuales.
Es importante aclarar que algunas de éstas funciones se superponen, o complementan, y que incluso la división recién descrita se subdivide, dando un panorama muchísimo más amplio para aquellos que se dedican al estudio cerebral.
Pero para el resto, basta con contar con al menos una idea general del funcionamiento de uno de nuestros órganos más importantes, y comprender mejor aquello que nos diferencia de cualquier otra especie.
(neuropsicologiacondralaura@gmail.com)
Pero ¿ Cómo funciona, en la práctica?
Aunque nos queda mucho que conocer de éste fascinante órgano, lo que hasta ahora sabemos ha demostrado que algunas zonas concretas del cerebro llevan a cabo funciones específicas. Además de los muy conocidos hemisferios cerebrales, el cerebro ha sido subdividido en cuatro áreas, de acuerdo a su funcionamiento y siguiendo una estructura anatómica.
Esta división nos ayuda a conocer con especificidad las distintas tareas que el cerebro realiza y que hace nuestra vida posible. Además, es de gran ayuda a la hora de identificar un daño cerebral, o algún déficit visible mediante la cognición o conducta en cualquier persona.
Así pues, las zonas, o lóbulos cerebrales son:
Lóbulo frontal: está encargado de razonar, solucionar problemas, hacer planes, memorizar, de una parte de nuestro lenguaje y de la manifestación de emociones.
Lóbulo parietal: mediante éste reconocemos los estímulos táctiles, el dolor, la temperatura. Allí reside también la capacidad de reconocimiento numérico y de manipular objetos (motricidad).
Lóbulo temporal: éste es el receptor de los estímulos auditivos y olfativos. Procesa la información relacionada con el equilibrio corporal y es responsable de que reconozcamos los rostros de las personas. Regula algunas emociones como la ira, el placer y la ansiedad.
Lóbulo occipital: es quien percibe y procesa los estímulos visuales.
Es importante aclarar que algunas de éstas funciones se superponen, o complementan, y que incluso la división recién descrita se subdivide, dando un panorama muchísimo más amplio para aquellos que se dedican al estudio cerebral.
Pero para el resto, basta con contar con al menos una idea general del funcionamiento de uno de nuestros órganos más importantes, y comprender mejor aquello que nos diferencia de cualquier otra especie.
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