Villamán y Fiallo tienen opiniones divididas
SANTO DOMINGO. Historiadores y sociólogos consultados mostraron opiniones divididas sobre la decisión del Senado de disponer el traslado al Panteón Nacional de los restos del ex presidente de la República en armas Francisco Alberto Caamaño Deñó.
Para el sociólogo Marcos Villamán, rector del Instituto Global de Altos Estudios en Ciencias Sociales, la colocación de los restos de Caamaño en el Panteón Nacional es un reconocimiento justo a una actitud y a una conducta señera en la vida nacional.
"Colocarlos (los restos) en el lugar que les corresponde es una manera de construir Patria. Puede ser tardío, pero creo que es un acto de justicia con el Coronelm que sin duda vivió una de las agendas patrias más importantes", expresó.
Sostuvo que siempre habrá opiniones diversas sobre las decisiones, pero entiende que es importante el mensaje que se envía a las futuras generaciones porque se mantiene la defensa de la Patria como un valor.
En cambio, el historiador Antinoe Fiallo asegura que con la decisión del Senado se busca "manipular" la historia para que pueda servir en el presente a intereses que entran en conflicto con lo que determinó la lucha de Caamaño en 1965 y su muerte en el gobierno de Joaquín Balaguer.
Fiallo argumenta el Congreso Nacional ni otras instituciones del Estado tienen calidad moral, porque a su entender los últimos gobiernos han sido continuadores de políticas asociadas a los Estados Unidos y a la memoria del ex presidente Balaguer.
"El Congreso Nacional, o cualquiera de sus variantes, no tiene la autoridad moral para decidir en relación a dónde deben estar los restos del Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, así como tampoco tiene ningún tipo de autoridad para decretar un día en recordatorio de los jóvenes que murieron en la Autopista de Las Américas", enfatizó.
El pasado miércoles el Senado declaró en dos lecturas consecutivas el traslado de los restos de Caamaño.
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| El Senado decidió trasladar los restos de Caamaño al Panteón Nacional. |
SANTO DOMINGO. Historiadores y sociólogos consultados mostraron opiniones divididas sobre la decisión del Senado de disponer el traslado al Panteón Nacional de los restos del ex presidente de la República en armas Francisco Alberto Caamaño Deñó.
Para el sociólogo Marcos Villamán, rector del Instituto Global de Altos Estudios en Ciencias Sociales, la colocación de los restos de Caamaño en el Panteón Nacional es un reconocimiento justo a una actitud y a una conducta señera en la vida nacional.
"Colocarlos (los restos) en el lugar que les corresponde es una manera de construir Patria. Puede ser tardío, pero creo que es un acto de justicia con el Coronelm que sin duda vivió una de las agendas patrias más importantes", expresó.
Sostuvo que siempre habrá opiniones diversas sobre las decisiones, pero entiende que es importante el mensaje que se envía a las futuras generaciones porque se mantiene la defensa de la Patria como un valor.
En cambio, el historiador Antinoe Fiallo asegura que con la decisión del Senado se busca "manipular" la historia para que pueda servir en el presente a intereses que entran en conflicto con lo que determinó la lucha de Caamaño en 1965 y su muerte en el gobierno de Joaquín Balaguer.
Fiallo argumenta el Congreso Nacional ni otras instituciones del Estado tienen calidad moral, porque a su entender los últimos gobiernos han sido continuadores de políticas asociadas a los Estados Unidos y a la memoria del ex presidente Balaguer.
"El Congreso Nacional, o cualquiera de sus variantes, no tiene la autoridad moral para decidir en relación a dónde deben estar los restos del Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, así como tampoco tiene ningún tipo de autoridad para decretar un día en recordatorio de los jóvenes que murieron en la Autopista de Las Américas", enfatizó.
El pasado miércoles el Senado declaró en dos lecturas consecutivas el traslado de los restos de Caamaño.
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