RAFAEL ALONSO RIJO
Los ideales de crear una república verdaderamente libre e independiente le granjearon a Juan Pablo Duarte poderosos enemigos en el sector conservador y lo obligaron a enfrentar al menos dos exilios forzosos en 1843 y 1844, y otro como diplomático en 1864, del cual no regresó, muriendo en Caracas, Venezuela, el 15 de julio de 1876.Cuando José Núñez de Cáceres, el 1 de diciembre de 1821, declaró la independencia del dominio español y cambió el nombre de la excolonia española a Haití Español, en lo que se conoce como Independencia Efímera, Duarte tenía apenas ocho años.
Tras la invasión de las tropas haitianas, el 6 de enero de 1823, Jean Pierre Boyer decretó el reclutamiento en el ejército de todos los jóvenes en edad de entre 16 y 25 años, provocando el cierre de la Universidad de Santo Domingo.
En 1828, Duarte viajó a realizar estudios a Barcelona, Londres y Francia. Regresó en 1831 como un joven ya formado en los ideales del liberalismo e influenciado por la revolución de julio que vivió este último país en 1930.
Bajo el lema de “Dios, Patria y Libertad”, el 16 de julio de 1838 Duarte fundó la sociedad La Trinitaria, a fin de organizar células clandestinas que ayudaran en enfrentar la ocupación haitiana. Lo acompañaron Juan Isidro Pérez, Pedro Alejandro Pina, Jacinto de la Concha, Félix María Ruiz, José María Serra, Benito González, Felipe Alfau y Juan Nepomuceno Ravelo, y más luego se unieron Matías Ramón Mella y Francisco del Rosario Sánchez.
En 1840 para sus actividades públicas constituyeron La Filantrópica, que llevaba por lema “paz, unión y amistad”, a fin de difundir las ideas libertarias a través del teatro.
Curazao como exilio
Cuando los afanes organizativos del movimiento de independencia estaban en pleno apogeo, en 1843, Duarte tuvo que salir del país de manera clandestina hacia la isla de Curazao, donde le sorprende la muerte de su padre el 25 de noviembre.
En su ausencia, Sánchez asumió la dirección de Los Trinitarios y realizó una alianza con el sector separatista conservador que encabezaban Buenaventura Báez y Tomás Bobadilla, de la cual surgió el Manifiesto del 16 de enero de 1844, en el cual se plasmaba la decisión de crear una patria verdadera y que condujo a la proclamación de la independencia el 27 de febrero 1844.
Duarte regresó a Santo Domingo días después de declarada la independencia del país, el 15 de marzo de 1844, cargado de las armas que había comprado en Curazao con el dinero de su propia familia, siendo recibido como Padre de la Patria y designándosele como general del ejército y vocal de la Junta que gobernaba la naciente República Dominicana.
Duarte fue apoyado, por muchos, como candidato a la presidencia de la República. Mella lo declara presidente, pero Duarte declinó diciendo que sólo aceptaría si votaran por él la mayoría de los dominicanos.
Segundo exilio
Duarte entró en contradicciones con Pedro Santana, jefe del ejército en el sur del país y uno de los principales caudillos del sector conservador, de tendencias colonialistas y anexionistas.
El 26 de mayo de 1844, Tomás Bobadilla, jurista y primer gobernador de la nueva Junta, propuso que la república fuera protectorado de Francia. El 9 de junio, Duarte encabezó, junto a Sánchez, un golpe de estado que destituyó a Bobadilla y sustituyó a los miembros conservadores de la Junta Central por otros liberales.
La nueva Junta, encabezada por Sánchez, envió a Duarte y a Mella a la región norte a sumar apoyo.
En julio, el ejército del norte proclamó a Duarte como presidente, lo que provocó que Santana, apoyado por el ejército del sur, entrara a Santo Domingo y disolviera la Junta que presidía Sánchez, creando otra de la cual se puso a la cabeza.
De inmediato dispuso el apresamiento de Duarte, quien se dejó apresar para evitar una guerra civil que pudiera ser aprovechada por los ejércitos de Haití.
El 10 de septiembre, Santana declaró a Juan Pablo DuarteDuarte, Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella y otros liberales “traidores a la Patria” enviándolos al exilio en Hamburgo.
Duarte sale como cónsul y muere en Venezuela
Con Duarte, Sánchez y Mella en el exilio, el general Pedro Santana logró anexar la República Dominicana a España. El 24 de marzo de 1864 Juan Pablo Duarte regresó a Santo Domingo para ponerse a las órdenes del gobierno restaurador en armas de Santiago de los Caballeros.
Este gobierno decidió nombrarlo su representante en el exterior con la misión de obtener apoyo de Venezuela y los otros países en la lucha militar que los patriotas libraban contra los españoles.
La misión encargada a Duarte terminó por convertirse en otra especie de exilio. Aunque le habían cedido una pensión honorífica, terminaron incumpliéndola y Duarte se quedó con su familia subsistiendo de una fábrica de velas en Venezuela, donde murió.
Juan Pablo Duarte vivió en el exilio en varias ocasiones. |
Los ideales de crear una república verdaderamente libre e independiente le granjearon a Juan Pablo Duarte poderosos enemigos en el sector conservador y lo obligaron a enfrentar al menos dos exilios forzosos en 1843 y 1844, y otro como diplomático en 1864, del cual no regresó, muriendo en Caracas, Venezuela, el 15 de julio de 1876.Cuando José Núñez de Cáceres, el 1 de diciembre de 1821, declaró la independencia del dominio español y cambió el nombre de la excolonia española a Haití Español, en lo que se conoce como Independencia Efímera, Duarte tenía apenas ocho años.
Tras la invasión de las tropas haitianas, el 6 de enero de 1823, Jean Pierre Boyer decretó el reclutamiento en el ejército de todos los jóvenes en edad de entre 16 y 25 años, provocando el cierre de la Universidad de Santo Domingo.
En 1828, Duarte viajó a realizar estudios a Barcelona, Londres y Francia. Regresó en 1831 como un joven ya formado en los ideales del liberalismo e influenciado por la revolución de julio que vivió este último país en 1930.
Bajo el lema de “Dios, Patria y Libertad”, el 16 de julio de 1838 Duarte fundó la sociedad La Trinitaria, a fin de organizar células clandestinas que ayudaran en enfrentar la ocupación haitiana. Lo acompañaron Juan Isidro Pérez, Pedro Alejandro Pina, Jacinto de la Concha, Félix María Ruiz, José María Serra, Benito González, Felipe Alfau y Juan Nepomuceno Ravelo, y más luego se unieron Matías Ramón Mella y Francisco del Rosario Sánchez.
En 1840 para sus actividades públicas constituyeron La Filantrópica, que llevaba por lema “paz, unión y amistad”, a fin de difundir las ideas libertarias a través del teatro.
Curazao como exilio
Cuando los afanes organizativos del movimiento de independencia estaban en pleno apogeo, en 1843, Duarte tuvo que salir del país de manera clandestina hacia la isla de Curazao, donde le sorprende la muerte de su padre el 25 de noviembre.
En su ausencia, Sánchez asumió la dirección de Los Trinitarios y realizó una alianza con el sector separatista conservador que encabezaban Buenaventura Báez y Tomás Bobadilla, de la cual surgió el Manifiesto del 16 de enero de 1844, en el cual se plasmaba la decisión de crear una patria verdadera y que condujo a la proclamación de la independencia el 27 de febrero 1844.
Duarte regresó a Santo Domingo días después de declarada la independencia del país, el 15 de marzo de 1844, cargado de las armas que había comprado en Curazao con el dinero de su propia familia, siendo recibido como Padre de la Patria y designándosele como general del ejército y vocal de la Junta que gobernaba la naciente República Dominicana.
Duarte fue apoyado, por muchos, como candidato a la presidencia de la República. Mella lo declara presidente, pero Duarte declinó diciendo que sólo aceptaría si votaran por él la mayoría de los dominicanos.
Segundo exilio
Duarte entró en contradicciones con Pedro Santana, jefe del ejército en el sur del país y uno de los principales caudillos del sector conservador, de tendencias colonialistas y anexionistas.
El 26 de mayo de 1844, Tomás Bobadilla, jurista y primer gobernador de la nueva Junta, propuso que la república fuera protectorado de Francia. El 9 de junio, Duarte encabezó, junto a Sánchez, un golpe de estado que destituyó a Bobadilla y sustituyó a los miembros conservadores de la Junta Central por otros liberales.
La nueva Junta, encabezada por Sánchez, envió a Duarte y a Mella a la región norte a sumar apoyo.
En julio, el ejército del norte proclamó a Duarte como presidente, lo que provocó que Santana, apoyado por el ejército del sur, entrara a Santo Domingo y disolviera la Junta que presidía Sánchez, creando otra de la cual se puso a la cabeza.
De inmediato dispuso el apresamiento de Duarte, quien se dejó apresar para evitar una guerra civil que pudiera ser aprovechada por los ejércitos de Haití.
El 10 de septiembre, Santana declaró a Juan Pablo DuarteDuarte, Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella y otros liberales “traidores a la Patria” enviándolos al exilio en Hamburgo.
Duarte sale como cónsul y muere en Venezuela
Con Duarte, Sánchez y Mella en el exilio, el general Pedro Santana logró anexar la República Dominicana a España. El 24 de marzo de 1864 Juan Pablo Duarte regresó a Santo Domingo para ponerse a las órdenes del gobierno restaurador en armas de Santiago de los Caballeros.
Este gobierno decidió nombrarlo su representante en el exterior con la misión de obtener apoyo de Venezuela y los otros países en la lucha militar que los patriotas libraban contra los españoles.
La misión encargada a Duarte terminó por convertirse en otra especie de exilio. Aunque le habían cedido una pensión honorífica, terminaron incumpliéndola y Duarte se quedó con su familia subsistiendo de una fábrica de velas en Venezuela, donde murió.
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