Por Ray Ortega
Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.
Hay un refrán que dice: “Detrás de cada gran hombre, hay una gran mujer”, yo estoy positivamente convencido de eso, porque la mujer es tu ancla o tu motor. Es el complemento perfecto del hombre y muchas veces quisiéramos hasta no tenerlas al lado, pero cuando verdaderamente y de corazón lo meditamos, vemos que para que nosotros los hombres podamos complementarnos, necesitamos a la mujer.
Vemos en los primeros capítulos del Génesis que Dios creó al nombre y luego le presento a todos los animales, y ninguno de ellos le era bueno para él, hasta que le presentó a la mujer y entonces el hombre exclamo, esta si es carne de mi carne y huesos de mis huesos, y le dio Dios la mujer al hombre para que así se complementara.
Hace un tiempo llegó a mis manos un escrito que quiero compartir con ustedes y es referente a la creación de la mujer por Dios, y dice así:
“Dios hizo a la mujer el sexto día. Fue una jornada muy intensa de duro trabajo y de horas extras. Un ángel apareció y le dijo: ¿Por qué le dedicas tanto tiempo a la creación de esta criatura? Y el Señor contestó:
¿Has leído mi proyecto de lo que quiero conseguir con esta obra? Debe ser completamente lavable, pero no ser de plástico, tener más de 200 piezas movibles, todas cambiables y ser capaz de funcionar con una dieta de sobras o de cualquier cosa, tener un regazo que pueda acomodar cuatro niños al mismo tiempo, tener un beso que pueda curar desde la rodilla raspada hasta un corazón roto y lo hará todo solamente con dos manos y un solo corazón.
El ángel se maravillo de aquel proyecto…Solamente dos manos…!Imposible! Y este es solamente el modelo estándar….Es demasiado trabajo para un día, Señor. Mejor espera hasta mañana para terminarla.
No, no esperaré, protestó el Señor. Estoy ya muy cerca de terminar esta obra que es la creación favorita de mi corazón.
Ella se cura sola cuando está enferma, y puede trabajar 18 horas al día. El ángel se acercó más a la mujer.
¡Pero la has hecho tan suave, Señor…Es suave, dijo Dios, pero la he hecho también fuerte. No tienes idea de lo que puede aguantar ni de lo que es capaz de lograr. ¿Será capaz de pensar?, preguntó el ángel. Dios contestó: No solamente será capaz de pensar sino también de razonar, de entender y de perdonar.
El ángel entonces notó algo y alargando la mano tocó la mejilla de la mujer…Señor, parece que este modelo tiene un fuga…Te dije que estabas tratando de poner demasiadas cosas en ella. Eso no es ninguna fuga…es una lágrima lo corrigió el Señor. ¿Para qué es la lágrima? Preguntó el ángel. Y Dios dijo: Las lágrimas son su manera de expresar su dicha, su pena, su desengaño, su amor, su soledad, su sufrimiento, y su orgullo. Esto impresionó mucho al ángel. Eres un genio, Señor, pensaste en todo”.
La mujer es verdaderamente maravillosa. ¡Lo es! La mujer tiene fuerzas que maravillan a los hombres.
Aguantan dificultades, llevan grandes cargas, pero tienen felicidad, amor y dicha. Sonríen cuando quieren gritar. Cantan cuando quieren llorar. Lloran cuando está felices y ríen cuando está nerviosas. Luchan por lo que creen. Se enfrentan a la justicia. No aceptan “no” por respuesta cuando ellas creen que hay una solución mejor. Se privan para que su familia pueda tener. Van al médico con una amiga que tiene miedo a ir.
Aman incondicionalmente. Lloran cuando sus hijos triunfan y se alegran cuando sus amistades consiguen premios. Son felices cuando escuchan sobre un nacimiento o una boda. Su corazón se rompe cuando muere una amiga. Sufren con la pérdida de un ser querido, sin embargo son fuertes cuando piensan que ya no hay más fuerza. Saben que un beso y un abrazo pueden ayudar a curar un corazón roto. Sin embargo, hay un defecto en la mujer…!QUE SE LE OLVIDA LO MUCHISIMO QUE VALE!
Terminó con el Versículo 24 del Capítulo 2 del Génesis que dice: “El hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán una misma carne”.
Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.
Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.
Hay un refrán que dice: “Detrás de cada gran hombre, hay una gran mujer”, yo estoy positivamente convencido de eso, porque la mujer es tu ancla o tu motor. Es el complemento perfecto del hombre y muchas veces quisiéramos hasta no tenerlas al lado, pero cuando verdaderamente y de corazón lo meditamos, vemos que para que nosotros los hombres podamos complementarnos, necesitamos a la mujer.
Vemos en los primeros capítulos del Génesis que Dios creó al nombre y luego le presento a todos los animales, y ninguno de ellos le era bueno para él, hasta que le presentó a la mujer y entonces el hombre exclamo, esta si es carne de mi carne y huesos de mis huesos, y le dio Dios la mujer al hombre para que así se complementara.
Hace un tiempo llegó a mis manos un escrito que quiero compartir con ustedes y es referente a la creación de la mujer por Dios, y dice así:
“Dios hizo a la mujer el sexto día. Fue una jornada muy intensa de duro trabajo y de horas extras. Un ángel apareció y le dijo: ¿Por qué le dedicas tanto tiempo a la creación de esta criatura? Y el Señor contestó:
¿Has leído mi proyecto de lo que quiero conseguir con esta obra? Debe ser completamente lavable, pero no ser de plástico, tener más de 200 piezas movibles, todas cambiables y ser capaz de funcionar con una dieta de sobras o de cualquier cosa, tener un regazo que pueda acomodar cuatro niños al mismo tiempo, tener un beso que pueda curar desde la rodilla raspada hasta un corazón roto y lo hará todo solamente con dos manos y un solo corazón.
El ángel se maravillo de aquel proyecto…Solamente dos manos…!Imposible! Y este es solamente el modelo estándar….Es demasiado trabajo para un día, Señor. Mejor espera hasta mañana para terminarla.
No, no esperaré, protestó el Señor. Estoy ya muy cerca de terminar esta obra que es la creación favorita de mi corazón.
Ella se cura sola cuando está enferma, y puede trabajar 18 horas al día. El ángel se acercó más a la mujer.
¡Pero la has hecho tan suave, Señor…Es suave, dijo Dios, pero la he hecho también fuerte. No tienes idea de lo que puede aguantar ni de lo que es capaz de lograr. ¿Será capaz de pensar?, preguntó el ángel. Dios contestó: No solamente será capaz de pensar sino también de razonar, de entender y de perdonar.
El ángel entonces notó algo y alargando la mano tocó la mejilla de la mujer…Señor, parece que este modelo tiene un fuga…Te dije que estabas tratando de poner demasiadas cosas en ella. Eso no es ninguna fuga…es una lágrima lo corrigió el Señor. ¿Para qué es la lágrima? Preguntó el ángel. Y Dios dijo: Las lágrimas son su manera de expresar su dicha, su pena, su desengaño, su amor, su soledad, su sufrimiento, y su orgullo. Esto impresionó mucho al ángel. Eres un genio, Señor, pensaste en todo”.
La mujer es verdaderamente maravillosa. ¡Lo es! La mujer tiene fuerzas que maravillan a los hombres.
Aguantan dificultades, llevan grandes cargas, pero tienen felicidad, amor y dicha. Sonríen cuando quieren gritar. Cantan cuando quieren llorar. Lloran cuando está felices y ríen cuando está nerviosas. Luchan por lo que creen. Se enfrentan a la justicia. No aceptan “no” por respuesta cuando ellas creen que hay una solución mejor. Se privan para que su familia pueda tener. Van al médico con una amiga que tiene miedo a ir.
Aman incondicionalmente. Lloran cuando sus hijos triunfan y se alegran cuando sus amistades consiguen premios. Son felices cuando escuchan sobre un nacimiento o una boda. Su corazón se rompe cuando muere una amiga. Sufren con la pérdida de un ser querido, sin embargo son fuertes cuando piensan que ya no hay más fuerza. Saben que un beso y un abrazo pueden ayudar a curar un corazón roto. Sin embargo, hay un defecto en la mujer…!QUE SE LE OLVIDA LO MUCHISIMO QUE VALE!
Terminó con el Versículo 24 del Capítulo 2 del Génesis que dice: “El hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán una misma carne”.
Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.
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