POR ALFONSO QUIÑONES
SANTO DOMINGO. La noche del miércoles, Fernando Villalona (Loma de Cabrera, 1955) -quien hace poco presentó un clip con su sobrina Victoria cantando a dúo El color de tu mirada-, dio a conocer los pormenores de su actuación que tendrá este sábado 9 de febrero en la celebración de los 30 años del Grupo Niche, en Plaza España. Luego fue a su residencia, donde lo esperaba Diario Libre.
Tras la conversación, enseñó a este redactor un video que recibió de un seguidor en el cual se muestra a El Mayimbe en una presentación del pasado mes de octubre. En esa presentación, de pronto, mientras canta una canción que lee en un papel, aparece una imagen transparente que atraviesa de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, por delante suya, y se une a un costado, casi en el techo de la tarima donde cantaba.
Fernando estaba 'engrifado' mientras veía el video en cámara lenta. El material visual está siendo analizado por especialistas para determinar de qué se trata.
DL conversó con él sobre su vida artística.
P. ¿Cómo se prepara los días que tiene presentaciones?
R. Trato de dormir bien, lo que llamo la primera tanda. No como. Depende de donde vaya, si es muy lejos retraso la segunda tanda de sueño para salir temprano. Si es cerca, me quedo con más tranquilidad, y duermo hasta más tarde. Pero fácilmente duermo 6, 7 u 8 horas.
P. ¿Hace ejercicios para la voz?
R. Claro, claro.
P. Hay quienes chupan hielo...
R. Tiene un sentido enorme. Las cuerdas vocales son el instrumento de uno. Ahora mismo estoy preparado para cantar una hora y media sin descansar, sin parar y sin beberme un traguito de agua. Porque tengo como ocho horas sin dormir.
P. ¿Si uno duerme mucho hace daño?
R. Si has dormido mucho, descansaste la voz, pero tienes que volver a calentar las cuerdas, a templarlas, para que estén afinaditas, o desafinado como yo soy, o como sea, pero la cuestión es ponerla viva, y un poquito caliente. Pero en lo del hielo que dice, cuando yo bebía, tomaba cerveza con hielo, Y cuando tenía que cantar una canción bien alta, bebía una cerveza con hielo y me daba un resultado increíble. Le dije eso una vez a Roberto Ledesma, y me dijo: "Oye, chico, con el tiempo eso te va a hacer daño". Pero ahora no lo hago. En realidad tengo miedo. A mí me ha dado amigdalitis o resfriado. Ahora que voy para Estados Unidos tengo que tener un cuidado enorme. Soy muy vulnerable a los cambios de temperatura.
Creo que nunca me habían preguntado sobre esto.
También hay otro punto que hay que tener en cuenta: los músculos de las piernas. Para permanecer parado, bailar durante una hora y media o más. Incluso ahora que tengo los tendones del tobillo izquierdo rotos, tengo problemas. Tengo que andar con una silla para descansar un poco, y cuando entro en calor me paro, pero al ratico los tendones me halan y me dicen "¡aguántate!".
P. ¿Quiénes han revolucionado más la música dominicana?
R. Hay que hablar de evolución musical y de evolución interpretativa... ¡Porque yo no me quiero quedar fuera!
Johnny Ventura y Félix del Rosario tuvieron el inicio de una época que fue la que abrió el fuego de las orquestas populares. Luego vinieron El Negrito Truman y otros más. Y llegó Wilfrido Vargas, que hizo un aporte increíble, pues metió un golpe en la conga con un palo, que marcó una etapa que identificó a él y muchos grupos no se atrevían a tocarlo si es que eran famosos. Lo hizo Wilfrido para él. Revolucionó las voces, los coros, las improvisaciones. Es de los artistas que te pueden salir con lo más increíble en un segundo, inesperadamente.
Lo de Johnny es especial, ya formado y organizado, pero que nadie se equivoque. Lo vi improvisando con Gilbertito y ¡cuidado!
Luego Ramón Orlando con Joe Nicolás y la Orquesta Internacional, con un estilo de mambo asincopado que siguieron Manuel Tejada y Bertico Sosa.
Luego vine yo. Y le pedí a cada uno que me hicieran arreglos. Pero no quería que me usaran a mí para ellos poner su estilo, sino crear mi estilo en base a la experiencia y la admiración que les tengo. Los mambos que fueran más fáciles para que mis músicos no pasaran trabajo a la hora de leerlos.
P. Ud. hace cualquier género, pero no lo imagino haciendo dembow...
R. Jajajajaja, pero no lo descartes, porque eso me baja la edad. No sé si bailándolo, pero cantándolo va y sí.
SANTO DOMINGO. La noche del miércoles, Fernando Villalona (Loma de Cabrera, 1955) -quien hace poco presentó un clip con su sobrina Victoria cantando a dúo El color de tu mirada-, dio a conocer los pormenores de su actuación que tendrá este sábado 9 de febrero en la celebración de los 30 años del Grupo Niche, en Plaza España. Luego fue a su residencia, donde lo esperaba Diario Libre.
Tras la conversación, enseñó a este redactor un video que recibió de un seguidor en el cual se muestra a El Mayimbe en una presentación del pasado mes de octubre. En esa presentación, de pronto, mientras canta una canción que lee en un papel, aparece una imagen transparente que atraviesa de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, por delante suya, y se une a un costado, casi en el techo de la tarima donde cantaba.
Fernando estaba 'engrifado' mientras veía el video en cámara lenta. El material visual está siendo analizado por especialistas para determinar de qué se trata.
DL conversó con él sobre su vida artística.
P. ¿Cómo se prepara los días que tiene presentaciones?
R. Trato de dormir bien, lo que llamo la primera tanda. No como. Depende de donde vaya, si es muy lejos retraso la segunda tanda de sueño para salir temprano. Si es cerca, me quedo con más tranquilidad, y duermo hasta más tarde. Pero fácilmente duermo 6, 7 u 8 horas.
P. ¿Hace ejercicios para la voz?
R. Claro, claro.
P. Hay quienes chupan hielo...
R. Tiene un sentido enorme. Las cuerdas vocales son el instrumento de uno. Ahora mismo estoy preparado para cantar una hora y media sin descansar, sin parar y sin beberme un traguito de agua. Porque tengo como ocho horas sin dormir.
P. ¿Si uno duerme mucho hace daño?
R. Si has dormido mucho, descansaste la voz, pero tienes que volver a calentar las cuerdas, a templarlas, para que estén afinaditas, o desafinado como yo soy, o como sea, pero la cuestión es ponerla viva, y un poquito caliente. Pero en lo del hielo que dice, cuando yo bebía, tomaba cerveza con hielo, Y cuando tenía que cantar una canción bien alta, bebía una cerveza con hielo y me daba un resultado increíble. Le dije eso una vez a Roberto Ledesma, y me dijo: "Oye, chico, con el tiempo eso te va a hacer daño". Pero ahora no lo hago. En realidad tengo miedo. A mí me ha dado amigdalitis o resfriado. Ahora que voy para Estados Unidos tengo que tener un cuidado enorme. Soy muy vulnerable a los cambios de temperatura.
Creo que nunca me habían preguntado sobre esto.
También hay otro punto que hay que tener en cuenta: los músculos de las piernas. Para permanecer parado, bailar durante una hora y media o más. Incluso ahora que tengo los tendones del tobillo izquierdo rotos, tengo problemas. Tengo que andar con una silla para descansar un poco, y cuando entro en calor me paro, pero al ratico los tendones me halan y me dicen "¡aguántate!".
P. ¿Quiénes han revolucionado más la música dominicana?
R. Hay que hablar de evolución musical y de evolución interpretativa... ¡Porque yo no me quiero quedar fuera!
Johnny Ventura y Félix del Rosario tuvieron el inicio de una época que fue la que abrió el fuego de las orquestas populares. Luego vinieron El Negrito Truman y otros más. Y llegó Wilfrido Vargas, que hizo un aporte increíble, pues metió un golpe en la conga con un palo, que marcó una etapa que identificó a él y muchos grupos no se atrevían a tocarlo si es que eran famosos. Lo hizo Wilfrido para él. Revolucionó las voces, los coros, las improvisaciones. Es de los artistas que te pueden salir con lo más increíble en un segundo, inesperadamente.
Lo de Johnny es especial, ya formado y organizado, pero que nadie se equivoque. Lo vi improvisando con Gilbertito y ¡cuidado!
Luego Ramón Orlando con Joe Nicolás y la Orquesta Internacional, con un estilo de mambo asincopado que siguieron Manuel Tejada y Bertico Sosa.
Luego vine yo. Y le pedí a cada uno que me hicieran arreglos. Pero no quería que me usaran a mí para ellos poner su estilo, sino crear mi estilo en base a la experiencia y la admiración que les tengo. Los mambos que fueran más fáciles para que mis músicos no pasaran trabajo a la hora de leerlos.
P. Ud. hace cualquier género, pero no lo imagino haciendo dembow...
R. Jajajajaja, pero no lo descartes, porque eso me baja la edad. No sé si bailándolo, pero cantándolo va y sí.
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