POR BIENVENIDO ROJAS
El Clásico Mundial de Béisbol y la recién finalizada Serie del Caribe son dos negocios privados, donde no se debe meter la cuña y levantar la falsa bandera de un patriotismo trasnochado.
Major League Baseball es la empresa que organiza y maneja el negocio llamado Clásico Mundial de Béisbol y, como propietaria de todos los derechos, incluyendo los jugadores, los maneja, los detiene y los coloca a su antojo y conveniencia.
Fabricar una campaña mediática tildando de enemigos de la Patria a los peloteros que no asistirán al Clásico de Béisbol, es una salvajada, un atrevimiento y una canallada.
David Ortiz, José Bautista, Esmil Rodgers, Albert Pujols, Melky Cabrera, Pedro Figueroa, Johnny Cueto, Emilio Bonifacio, Joel Peralta y Carlos Gómez son tan dominicanos como tú y como yo, y no tienen la culpa de trabajar de manera honesta en la industria del béisbol que pone sus códigos, y ellos, como obreros, deben de cumplirlos y respetarlos.
La Patria no está en peligro ante esas válidas ausencias.
A los nacionalistas de cachuchita que sepulten esa campaña y si en verdad son verdaderos dominicanos, en estos momentos tienen la oportunidad de demostrarlo, pidiendo que se revise el contrato de la Barrick Gold, que se respete la Loma Miranda y que no se venda por parcelas Bahía de las Águilas.
El Clásico Mundial de Béisbol y la recién finalizada Serie del Caribe son dos negocios privados, donde no se debe meter la cuña y levantar la falsa bandera de un patriotismo trasnochado.
Major League Baseball es la empresa que organiza y maneja el negocio llamado Clásico Mundial de Béisbol y, como propietaria de todos los derechos, incluyendo los jugadores, los maneja, los detiene y los coloca a su antojo y conveniencia.
Fabricar una campaña mediática tildando de enemigos de la Patria a los peloteros que no asistirán al Clásico de Béisbol, es una salvajada, un atrevimiento y una canallada.
David Ortiz, José Bautista, Esmil Rodgers, Albert Pujols, Melky Cabrera, Pedro Figueroa, Johnny Cueto, Emilio Bonifacio, Joel Peralta y Carlos Gómez son tan dominicanos como tú y como yo, y no tienen la culpa de trabajar de manera honesta en la industria del béisbol que pone sus códigos, y ellos, como obreros, deben de cumplirlos y respetarlos.
La Patria no está en peligro ante esas válidas ausencias.
A los nacionalistas de cachuchita que sepulten esa campaña y si en verdad son verdaderos dominicanos, en estos momentos tienen la oportunidad de demostrarlo, pidiendo que se revise el contrato de la Barrick Gold, que se respete la Loma Miranda y que no se venda por parcelas Bahía de las Águilas.
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