POR LUIS EMILIO MONTALVO ARZENO
Ciertos sectores de la sociedad argentina y de otros países han querido enlodar la figura limpia, diáfana y carismática de Francisco, mientras se desempeñaba como Superior Provincial de los Jesuitas durante la última dictadura argentina.
Parece extraño que el dueño de donde salió toda esta leyenda negra, que es el Padre Jalics, que sigue de jesuita y desarrolla su ministerio en Alemania, haya mantenido una relación armónica y afectuosa con su antiguo superior jesuita ya siendo Cardenal Arzobispo de Buenos Aires cada vez que visita la Argentina, hasta el punto de concelebrar la Santa Misa juntos en privado.
El otro fue el Padre Yorio quien murió hace unos años de una enfermedad. Ambos fueron liberados 7 meses después de haber sido hecho prisioneros por los militares argentinos sufriendo terribles torturas, no obstante las arduas gestiones del Superior Jesuita de ellos, el Padre Jorge Mario Bergoglio incluyendo dos visitas a los Generales Videla y Masera (las cuales fueron los únicos encuentros de Bergoglio con ellos en toda su vida). ¡Fueron liberados con vida! Algo excepcional en aquella época oscura, cuando casi nadie regresaba vivo luego de aquellos secuestros en prisiones clandestinas.
El final para muchos era morir en los vuelos de la muerte anestesiados y lanzados desde helicópteros o avionetas hacia el Atlántico Sur o la desembocadura del Río de La Plata. Así murieron monjas, jóvenes universitarios progresistas y católicos comprometidos ligados o no con la guerrilla.
El Padre Bergoglio cuenta los riesgos que tuvo que tomar con muchos jóvenes a quienes protegió, incluyendo seminaristas. En realidad un simple Provincial Superior de una Orden religiosa no era figura de primera magnitud para fajarse con esos gorilas de frente. Recordemos que estamos hablando de sucesos de hace alrededor de 35 anos. Bergoglio no era ni Obispo, y menos Cardenal con alto poder y responsabilidad eclesial en aquella época. Era un simple cura joven Superior de los jesuitas.
Así nos cuenta el Padre Bergoglio en el libro del periodista Rubin publicado hace alrededor de 7 años luego de aquel Conclave en que fue elegido Papa Benedicto XVI: "En el Colegio Máximo de la Compañía de Jesús, en San Miguel, en el Gran Buenos Aires, donde residía, escondí a unos cuantos" y en otro párrafo cuenta: "Saqué del país, por Foz Iguazú, a un joven que era bastante parecido a mi con mi cédula de identidad, vestido de sacerdote, con el clergiman y, de esa forma pudo salvar su vida. Además hice lo que pude con la edad que tenía (apenas 35 años) y las pocas relaciones con las que contaba para abogar por personas secuestradas"
Su papel durante la dictadura fue la de muchos sacerdotes y figuras relevantes en la Iglesia dominicana durante aquellos últimos dos años de la dictadura de Trujillo (1959-1960) a raíz de las invasión y el complot del 14 de junio, cuando fueron torturados y asesinados muchos jóvenes, incluso seminaristas y sacerdotes.
¿Quien se le podía atravesar a Trujillo para impedir eso? Que cuenten algunos izquierdistas dominicanos cómo lograron salvar sus vidas protegidos por algunos sacerdotes y obispos arriesgados tanto en el Trujillato como en los primeros 12 años de Balaguer.
El que conoce la dictadura argentina 1976-1983 sabe que ahí se jugaba una pelota caliente, como también lo fue la guerra de El Salvador donde fueron fusilados 7 jesuitas en su propia casa que representaban la crema de la intelectualidad de la Orden encabezados por el Padre Ellacuria y el Padre Ignacio Martin-Baro (ex-compañero mío en mi época de jesuita).
Quien sería tan insensato que va a acusar hoy en día al Superior Jesuita del Salvador por haber "permitido" que fusilaran 7 de sus subalternos.
Porqué el Padre Bergoglio tiene que cargar con riesgos e imprudencias en que incurren dos de sus curas, dejándose atrapar, habiéndoseles advertido sobre medidas de protección que debían asumir. Finalmente Bergoglio logró sacarlos con vida de la prisión gracias a sus diligencias bastante riesgosas para él mismo. También los revolucionarios y progresistas tienen sus normas de prudencia para cada paso que van a dar. Eso está en toda cartilla del que se mete para lo hondo en un régimen fuerte y represivo. ¡Por algo están vivos muchos todavía!
El nuevo papa Bergoglio en una misa privada avalando a Videla, jefe de la Junta militar genocida de 1976 |
Ciertos sectores de la sociedad argentina y de otros países han querido enlodar la figura limpia, diáfana y carismática de Francisco, mientras se desempeñaba como Superior Provincial de los Jesuitas durante la última dictadura argentina.
Parece extraño que el dueño de donde salió toda esta leyenda negra, que es el Padre Jalics, que sigue de jesuita y desarrolla su ministerio en Alemania, haya mantenido una relación armónica y afectuosa con su antiguo superior jesuita ya siendo Cardenal Arzobispo de Buenos Aires cada vez que visita la Argentina, hasta el punto de concelebrar la Santa Misa juntos en privado.
El otro fue el Padre Yorio quien murió hace unos años de una enfermedad. Ambos fueron liberados 7 meses después de haber sido hecho prisioneros por los militares argentinos sufriendo terribles torturas, no obstante las arduas gestiones del Superior Jesuita de ellos, el Padre Jorge Mario Bergoglio incluyendo dos visitas a los Generales Videla y Masera (las cuales fueron los únicos encuentros de Bergoglio con ellos en toda su vida). ¡Fueron liberados con vida! Algo excepcional en aquella época oscura, cuando casi nadie regresaba vivo luego de aquellos secuestros en prisiones clandestinas.
El final para muchos era morir en los vuelos de la muerte anestesiados y lanzados desde helicópteros o avionetas hacia el Atlántico Sur o la desembocadura del Río de La Plata. Así murieron monjas, jóvenes universitarios progresistas y católicos comprometidos ligados o no con la guerrilla.
El Padre Bergoglio cuenta los riesgos que tuvo que tomar con muchos jóvenes a quienes protegió, incluyendo seminaristas. En realidad un simple Provincial Superior de una Orden religiosa no era figura de primera magnitud para fajarse con esos gorilas de frente. Recordemos que estamos hablando de sucesos de hace alrededor de 35 anos. Bergoglio no era ni Obispo, y menos Cardenal con alto poder y responsabilidad eclesial en aquella época. Era un simple cura joven Superior de los jesuitas.
Así nos cuenta el Padre Bergoglio en el libro del periodista Rubin publicado hace alrededor de 7 años luego de aquel Conclave en que fue elegido Papa Benedicto XVI: "En el Colegio Máximo de la Compañía de Jesús, en San Miguel, en el Gran Buenos Aires, donde residía, escondí a unos cuantos" y en otro párrafo cuenta: "Saqué del país, por Foz Iguazú, a un joven que era bastante parecido a mi con mi cédula de identidad, vestido de sacerdote, con el clergiman y, de esa forma pudo salvar su vida. Además hice lo que pude con la edad que tenía (apenas 35 años) y las pocas relaciones con las que contaba para abogar por personas secuestradas"
Su papel durante la dictadura fue la de muchos sacerdotes y figuras relevantes en la Iglesia dominicana durante aquellos últimos dos años de la dictadura de Trujillo (1959-1960) a raíz de las invasión y el complot del 14 de junio, cuando fueron torturados y asesinados muchos jóvenes, incluso seminaristas y sacerdotes.
¿Quien se le podía atravesar a Trujillo para impedir eso? Que cuenten algunos izquierdistas dominicanos cómo lograron salvar sus vidas protegidos por algunos sacerdotes y obispos arriesgados tanto en el Trujillato como en los primeros 12 años de Balaguer.
El que conoce la dictadura argentina 1976-1983 sabe que ahí se jugaba una pelota caliente, como también lo fue la guerra de El Salvador donde fueron fusilados 7 jesuitas en su propia casa que representaban la crema de la intelectualidad de la Orden encabezados por el Padre Ellacuria y el Padre Ignacio Martin-Baro (ex-compañero mío en mi época de jesuita).
Quien sería tan insensato que va a acusar hoy en día al Superior Jesuita del Salvador por haber "permitido" que fusilaran 7 de sus subalternos.
Porqué el Padre Bergoglio tiene que cargar con riesgos e imprudencias en que incurren dos de sus curas, dejándose atrapar, habiéndoseles advertido sobre medidas de protección que debían asumir. Finalmente Bergoglio logró sacarlos con vida de la prisión gracias a sus diligencias bastante riesgosas para él mismo. También los revolucionarios y progresistas tienen sus normas de prudencia para cada paso que van a dar. Eso está en toda cartilla del que se mete para lo hondo en un régimen fuerte y represivo. ¡Por algo están vivos muchos todavía!
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