Desconocer qué le espera en una consulta ginecológica provoca timidez y temores infundados en la mujer
HELEN JÁQUEZ
Las visitas al médico, por lo regular, les causan temor a las personas, ya sea porque no se sienten cómodas con que un extraño les esté examinando o porque temen descubrir alguna patología, la cual les aterra enfrentar. Uno de las consultas médicas más temidas, es casi siempre, la del ginecólogo, en especial cuando es la primera vez que se asiste a ella.
¿A qué se debe tal “terror”? Pues existen muchos mitos y tabúes en torno al tema, como por ejemplo, que una mujer núbil no debe ir al ginecólogo, que debe ir depilada a consulta o que no debe estar sangrando para el chequeo.
Según Milciades Albert Fiorinelli, gineco-obstetra, estas fábulas solo colaboran a que la ignorancia crezca entre la población, tanto femenina como masculina.
Por otra parte, la psicóloga Mirtha De León,dice que estos miedos también tiene un factor cultural, ya que muchas veces son fomentados desde la infancia en las niñas.
“A la mayoría de las mujeres, desde pequeñas, les hablan de ir al ginecólogo para tratar un embarazo o algunos temas patológicos de la zona íntima femenina. Sin embargo, las madres no suelen hablar de la función preventiva, de ir a una consulta ginecológica preventiva”, comenta De León.
Agrega que el hecho de que no se hable abiertamente del tema, puede provocar timidez al momento de visitar al especialista, y en la mayoría de los casos temor, pues desconocen el procedimiento.
¿Cómo es la primera consulta? “La primera cita médica básicamente consiste en conocer el historial médico de la paciente, en conversar, en realizar preguntas directas y en respuestas honestas. Por ello, se recomienda que asista con alguien de su entera confianza, pues en la consulta afloran información muy personal de la paciente”, aclara Albert Fiorinelli, quien es Chairman The American College of Obstetrics and Gynecology, sección República Dominicana, afirma que el 80% del diagnóstico depende de la primera entrevista entre la paciente y el ginecólogo.
Confianza y respeto
Según explica Albert Fiorinelli, básicamente existen tres tipos de pacientes primerizas en consultas ginecológicas, (la paciente adolescente virgen; la paciente joven con una vida sexual activa, pero que nunca ha ido a un ginecólogo; y aquella mujer que ya tiene experiencia con otros especialistas, pero que ha decidido cambiarlo), las cuales deben ser tratadas según su edad y razón por la que visitan al experto.
Es entendible que la mujer se sienta temerosa ante la visita a un ginecólogo, pues el hecho de que a esta se le haga pasar a un cuarto para que se desvista y se coloque una bata; luego realizarsele un chequeo de mamas, y finalmente hacerla recostar en una camilla con sus partes íntimas expuestas, la ubica en una postura de desventaja; por ello, Albert Fiorinelli, dice que, “sin importar el historial de la paciente, siempre que ésta visite a un médico debe ser tratada con delicadeza y con cautela para que se sienta en confianza con el médico y se olvide de sus temores y dudas”.
¿Qué esperar en la primera consulta? Para que la consulta no sea traumática (en especial si la mujer es virgen) ambas partes deben ponerse de acuerdo. El especialista debe garantizarle a la paciente privacidad y confidencialidad, en especial cuando se trata de una adolescente que no quiere dar a conocer que es sexualmente activa a sus padres.
“Por lo regular, cuando una adolescente va a consulta lo hace con su madre, y si entre los 15 ó 16 años ha tenido relaciones, pero oculta dicha información a sus padres, cuando van al ginecólogo por una consulta de rutina suelen no informarlo, lo cual es vital para saber las condiciones de la paciente. El ginecólogo debe garantizarle a la paciente que esto será información confidencial”, detalla.
Resalta que sin importar que la mujer haya tenido relaciones sexuales o no, es de suma importancia que ésta asista a un ginecólogo, pues una visita preventiva puede ayudar a detectar cualquier patología a tiempo.
Deja atrás los miedos para conservar tu salud
Para aquellas mujeres que aún no han ido al ginecólogo, ambos expertos recomiendan dejar a un lado los tabúes y pensar que este tipo de asistencia tiene como objetivo cuidar la salud de la mujer, como cualquier otra rama médica.
“La salud sexual es uno de los derechos de la mujer, por lo que las madres deben hablar con sus hijas sobre el tema, y eso incluye visitar al ginecólogo”, comenta Mirtha De León, quien asegura que muchos miedos se deben a la desinformación, y recomienda que cuando llegue el momento de la primera visita, la mujer debe pensar que ella es importante, y por ende, debe cuidar de su cuerpo, sin importar los temores o la timidez. Por otro lado, Albert Fiorinelli aconseja que si en la primera visita no se siente cómoda para el examen físico, lo haga cuando se sienta en confianza y segura con su médico, sin presiones.
HELEN JÁQUEZ
Según Milcíades Albert Fiorinelli, gineco-obstetra, en la primera consulta a la mujer le cuesta hablar sobre su vida sexual. |
Las visitas al médico, por lo regular, les causan temor a las personas, ya sea porque no se sienten cómodas con que un extraño les esté examinando o porque temen descubrir alguna patología, la cual les aterra enfrentar. Uno de las consultas médicas más temidas, es casi siempre, la del ginecólogo, en especial cuando es la primera vez que se asiste a ella.
¿A qué se debe tal “terror”? Pues existen muchos mitos y tabúes en torno al tema, como por ejemplo, que una mujer núbil no debe ir al ginecólogo, que debe ir depilada a consulta o que no debe estar sangrando para el chequeo.
Según Milciades Albert Fiorinelli, gineco-obstetra, estas fábulas solo colaboran a que la ignorancia crezca entre la población, tanto femenina como masculina.
Por otra parte, la psicóloga Mirtha De León,dice que estos miedos también tiene un factor cultural, ya que muchas veces son fomentados desde la infancia en las niñas.
“A la mayoría de las mujeres, desde pequeñas, les hablan de ir al ginecólogo para tratar un embarazo o algunos temas patológicos de la zona íntima femenina. Sin embargo, las madres no suelen hablar de la función preventiva, de ir a una consulta ginecológica preventiva”, comenta De León.
Agrega que el hecho de que no se hable abiertamente del tema, puede provocar timidez al momento de visitar al especialista, y en la mayoría de los casos temor, pues desconocen el procedimiento.
¿Cómo es la primera consulta? “La primera cita médica básicamente consiste en conocer el historial médico de la paciente, en conversar, en realizar preguntas directas y en respuestas honestas. Por ello, se recomienda que asista con alguien de su entera confianza, pues en la consulta afloran información muy personal de la paciente”, aclara Albert Fiorinelli, quien es Chairman The American College of Obstetrics and Gynecology, sección República Dominicana, afirma que el 80% del diagnóstico depende de la primera entrevista entre la paciente y el ginecólogo.
Confianza y respeto
Según explica Albert Fiorinelli, básicamente existen tres tipos de pacientes primerizas en consultas ginecológicas, (la paciente adolescente virgen; la paciente joven con una vida sexual activa, pero que nunca ha ido a un ginecólogo; y aquella mujer que ya tiene experiencia con otros especialistas, pero que ha decidido cambiarlo), las cuales deben ser tratadas según su edad y razón por la que visitan al experto.
Es entendible que la mujer se sienta temerosa ante la visita a un ginecólogo, pues el hecho de que a esta se le haga pasar a un cuarto para que se desvista y se coloque una bata; luego realizarsele un chequeo de mamas, y finalmente hacerla recostar en una camilla con sus partes íntimas expuestas, la ubica en una postura de desventaja; por ello, Albert Fiorinelli, dice que, “sin importar el historial de la paciente, siempre que ésta visite a un médico debe ser tratada con delicadeza y con cautela para que se sienta en confianza con el médico y se olvide de sus temores y dudas”.
¿Qué esperar en la primera consulta? Para que la consulta no sea traumática (en especial si la mujer es virgen) ambas partes deben ponerse de acuerdo. El especialista debe garantizarle a la paciente privacidad y confidencialidad, en especial cuando se trata de una adolescente que no quiere dar a conocer que es sexualmente activa a sus padres.
“Por lo regular, cuando una adolescente va a consulta lo hace con su madre, y si entre los 15 ó 16 años ha tenido relaciones, pero oculta dicha información a sus padres, cuando van al ginecólogo por una consulta de rutina suelen no informarlo, lo cual es vital para saber las condiciones de la paciente. El ginecólogo debe garantizarle a la paciente que esto será información confidencial”, detalla.
Resalta que sin importar que la mujer haya tenido relaciones sexuales o no, es de suma importancia que ésta asista a un ginecólogo, pues una visita preventiva puede ayudar a detectar cualquier patología a tiempo.
Deja atrás los miedos para conservar tu salud
Para aquellas mujeres que aún no han ido al ginecólogo, ambos expertos recomiendan dejar a un lado los tabúes y pensar que este tipo de asistencia tiene como objetivo cuidar la salud de la mujer, como cualquier otra rama médica.
“La salud sexual es uno de los derechos de la mujer, por lo que las madres deben hablar con sus hijas sobre el tema, y eso incluye visitar al ginecólogo”, comenta Mirtha De León, quien asegura que muchos miedos se deben a la desinformación, y recomienda que cuando llegue el momento de la primera visita, la mujer debe pensar que ella es importante, y por ende, debe cuidar de su cuerpo, sin importar los temores o la timidez. Por otro lado, Albert Fiorinelli aconseja que si en la primera visita no se siente cómoda para el examen físico, lo haga cuando se sienta en confianza y segura con su médico, sin presiones.
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