Desde que se inició el Clásico, el plátano se ha convertido en el símbolo de los jugadores criollos
POR BIENVENIDO ROJAS
SANTO DOMINGO. El equipo de República Dominicana ganó el primer lugar en el grupo de Puerto Rico y Miami y la semifinal en San Francisco de forma invicta, donde el poder del plátano jugó un papel existencial, dentro del sincretismo de fórmulas mágicas, que los peloteros profesan con intensidad.
En el sincretismo dominicano, la divinidad en los campos y en los barrios tiene muchas variantes, pero nunca el noble y consumido plátano se había usado como escapulario. Se usa la Ruda y el Vinivini, en muchos casos se busca el Amansaguapo y unos van mas lejos y recurren al Rompe Saraguey y el Caldo Santo.
El "poder mágico del plátano" de Fernando Rodney, está por encima de la "Aguita" de Olivorio Mateo.
Ayer cientos de dominicanos estaban unidos en oración antes del juego final ante Puerto Rico.
Y no es para menos, en un compromiso de esta magnitud hay que recurrir a Dios y todos los Santos, dijo Miguel Santana, en los alrededores del parque Independencia y su compañero Juan Nolasco expresó: "si hay que hacer brujería se hace".
"Nuestro Señor es todopoderoso y a él nos encomendamos", dijo Moisés Alou.
Buscando el poder del Señor antes de cada partido los jugadores dominicanos se unían en oración y ese mismo ritual luego de cada juego.
Algunos jugadores tenían La Biblia abierta en su locker.
Un nacional dominicano de origen haitiano, quien es vendedor de películas frente a un Liquor Store comentó: "Hay que prender velas". En el vudú se recurre a los Ogunes y los Petros, y anoche estaban en movimiento.
En la victoria 4-1 ante Holanda, que clasificó a Dominicana a la final, el cerrador samanense fue el foco de atención, al vérsele en la cueva del equipo cargando el plátano de la suerte en el pantalón, como si fuese una pistola.
Tras anotarse su sexto rescate en este Clásico, un récord absoluto en la historia del torneo, Rodney mostró el plátano en medio de la celebración dentro del terreno.
Lo considera como un amuleto de buena suerte: "Ganamos con el plátano", dijo Rodney, autor también de la celebración de la flecha que apunta al cielo tras las victorias.
"Le fue bien con eso", dijo el abridor Vólquez, quien se acreditó la victoria tras una segunda apertura seguida en la que comenzó descontrolado. "Mejor que siga. ¿Por qué no?".
El mánager dominicano Tony Peña ni se inmuta con el ingenio de sus dirigidos y le dijo a la AP.
"En el béisbol hay que divertirse, estar relajado, y los muchachos buscan hacer cositas para motivarse", dijo Peña. "Me sorprendió cuando lo vi con ese plátano en el costado, lo sacó y me eché a reír. En el medio de un juego, todos estaban muertos de risa. Eso ayuda al equipo, se necesita un poco de diversión, estar suelto. Estoy feliz que lo haya hecho".
POR BIENVENIDO ROJAS
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| Fernando Rodney y el "Plátano Power". |
SANTO DOMINGO. El equipo de República Dominicana ganó el primer lugar en el grupo de Puerto Rico y Miami y la semifinal en San Francisco de forma invicta, donde el poder del plátano jugó un papel existencial, dentro del sincretismo de fórmulas mágicas, que los peloteros profesan con intensidad.
En el sincretismo dominicano, la divinidad en los campos y en los barrios tiene muchas variantes, pero nunca el noble y consumido plátano se había usado como escapulario. Se usa la Ruda y el Vinivini, en muchos casos se busca el Amansaguapo y unos van mas lejos y recurren al Rompe Saraguey y el Caldo Santo.
El "poder mágico del plátano" de Fernando Rodney, está por encima de la "Aguita" de Olivorio Mateo.
Ayer cientos de dominicanos estaban unidos en oración antes del juego final ante Puerto Rico.
Y no es para menos, en un compromiso de esta magnitud hay que recurrir a Dios y todos los Santos, dijo Miguel Santana, en los alrededores del parque Independencia y su compañero Juan Nolasco expresó: "si hay que hacer brujería se hace".
"Nuestro Señor es todopoderoso y a él nos encomendamos", dijo Moisés Alou.
Buscando el poder del Señor antes de cada partido los jugadores dominicanos se unían en oración y ese mismo ritual luego de cada juego.
Algunos jugadores tenían La Biblia abierta en su locker.
Un nacional dominicano de origen haitiano, quien es vendedor de películas frente a un Liquor Store comentó: "Hay que prender velas". En el vudú se recurre a los Ogunes y los Petros, y anoche estaban en movimiento.
En la victoria 4-1 ante Holanda, que clasificó a Dominicana a la final, el cerrador samanense fue el foco de atención, al vérsele en la cueva del equipo cargando el plátano de la suerte en el pantalón, como si fuese una pistola.
Tras anotarse su sexto rescate en este Clásico, un récord absoluto en la historia del torneo, Rodney mostró el plátano en medio de la celebración dentro del terreno.
Lo considera como un amuleto de buena suerte: "Ganamos con el plátano", dijo Rodney, autor también de la celebración de la flecha que apunta al cielo tras las victorias.
"Le fue bien con eso", dijo el abridor Vólquez, quien se acreditó la victoria tras una segunda apertura seguida en la que comenzó descontrolado. "Mejor que siga. ¿Por qué no?".
El mánager dominicano Tony Peña ni se inmuta con el ingenio de sus dirigidos y le dijo a la AP.
"En el béisbol hay que divertirse, estar relajado, y los muchachos buscan hacer cositas para motivarse", dijo Peña. "Me sorprendió cuando lo vi con ese plátano en el costado, lo sacó y me eché a reír. En el medio de un juego, todos estaban muertos de risa. Eso ayuda al equipo, se necesita un poco de diversión, estar suelto. Estoy feliz que lo haya hecho".
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