Según la solicitud de medida de coerción, Jorge Elías mantenía a su esposa en una especie de esclavitud del siglo XXI: le tenía prohibido salir de la casa de noche, conducir vehículos, tener amigos y hablar cuando estaban en compañía de particulares. Igualmente, ejercer su carrera de doctora. “El sometimiento y maltrato a la víctima es tal que la misma pasaba más tiempo en su clóset (vestidor) que en el resto de la casa”, indica el documento. Además la insultaba constantemente, añade la Fiscalía, y le decía que ella no servía ni para marcar un teléfono.
“El imputado le enviaba a la víctima correos que del análisis de los mismos se evidencia que realmente ejerce una fuerte violencia psicológica, además la llamaba constantemente y le dejaba mensajes amenazantes y llenos de insultos (ofendiendo hasta a su madre), situación que provocó que las autoridades judiciales de Miami le otorgaran a la víctima una orden de protección”, dice la Fiscalía.
Las autoridades alegan además que la agresión de Elías hacia Kurdas, con quien procreó cuatro hijos, también fue física, llegando a golpearla con una correa en la habitación matrimonial, en su apartamento de la torre Alco Paradisso, el 11 de junio de 2012, a las 11:00 de la noche. Detallan que esa noche, Jorge Elías impidió que la hija de ambos, Priscila, la llevara a un centro médico. Al día siguiente, Kurdas se fue a casa de sus padres en Miami, donde permaneció hasta que volvió al país para el proceso que inició vía Twitter. Tras la denuncia, el imputado inició una campaña de descrédito contra Kurdas, que incluyó la manipulación de sus hijos, uno de los cuales dijo que el asunto fue una “pendejada”.
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