Lo de Sobeida afecta al sistema

Hay quienes tienen la impresión de que al país lo llevan demasiado rápido, y como no se acostumbran a tanta velocidad, ponen freno o emergencia a cada momento.

La idea es evitar que choque o se vuelque.

Ir rápido sería tener, como se tiene, un código garantista, en que el imputado cuenta con muchos derechos y pocas culpas, e incluso se beneficia de múltiples situaciones.

Ahora puede negociar rebajas de pena, salir en libertad al cumplir la mitad de la condena o cambiar la penitenciaría por su domicilio.

Ventajas y más ventajas, sólo que en ocasiones y dependiendo de circunstancias. Aunque a veces los alegatos en contra dejan mucho que desear.

Lo de Sobeida, por ejemplo.

Parece bien que se le mantenga encarcelada y no se acepten los recursos de amparo que interpone a cada rato, olvidando que la iniciativa de acuerdo fue de las autoridades y no de la condenada.

Si el país no estaba en condiciones de soportar ese tipo de trato, no debió hacerse, y ni siquiera incluirse en la legislación, porque en lo inmediato pierde Sobeida, pero a la larga el sistema.

Nadie querrá negociar ante el engaño seguro.

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Editor Gazcue es Arte

Master en Educación Superior mención Docencia, Licenciado en Comunicación Social, Técnico Superior en Bibliotecología y Diplomado en Ciencias Políticas, Columnista del periodico El Nuevo Diario