Por R. Osiris de León
Durante mucho tiempo, la presencia de múltiples cavernas por donde transitan importantes volúmenes de aguas subterráneas y aguas pluviales colectadas a través de pozos filtrantes sectoriales, así como la presencia de arcilla calcárea de baja capacidad de carga y facilidad para entrar en suspensión coloidal, lavarse e irse, han producido hundimientos del terreno y afectación de viviendas y calles en el sector Los Prados, lo cual se agrava con la autorización para la construcción de edificios multipisos que aumentan la carga sobre ese suelo flexible, y ponen en peligro la vida de mucha gente el día que una caverna colapse bajo un edificio, o cuando un sismo importante sacuda fuertemente a Santo Domingo, pues esos suelos flexibles vibran excesivamente y amplifican las fuerzas sísmicas cortantes y sus efectos sobre las edificaciones.
Recordemos el pánico colectivo que hubo en Los Prados cuando una tarde se hundió una marquesina de la calle Font Bernard, tragándose una camioneta estacionada, y para tranquilizar a los vecinos el gobierno contrató un estudio cuyo objetivo debió ser la caracterización geofísica e hidrogeológica del subsuelo de la zona afectada por los derrumbes, a fin de zonificar con precisión las ubicaciones y los tamaños de los problemas, y proceder a corregir puntualmente cada problema específico para tranquilizar a los residentes.
Pero los comunitarios de Los Prados quedaron en shock al ver como, después que el gobierno contrató el estudio requerido, los derrumbes de la calle Font Bernard fueron cubiertos mediante el uso de grandes bloques de basalto colocados durante una madrugada, sin usar un criterio hidrogeológico, y al ser consultados por la prensa, advertimos al país que esos bloques se hundirían cuando tuviésemos fuertes lluvias, porque el problema está abajo, y no arriba, y que el gran peso de todos esos bloques agravaría el problema. Y así fue, pues durante el paso de la tormenta Chantal todos los bloques de basalto se hundieron bajo los efectos de lluvias que incrementaron los flujos de aguas subterráneas que lavaron las arcillas.
Para intentar cubrir el nuevo derrumbe fue colocada una losa de concreto que, como era de esperarse, también se hundió con las lluvias posteriores, y de nuevo se volvió a utilizar concreto para tapar el problema y “hacerlo invisible”, lo cual es muy peligroso, especialmente cuando vuelva a llover intensamente y los flujos subterráneos vuelvan a lavar las arcillas subyacentes.
Hoy los comunitarios de Los Prados consideran que el resultado del estudio fue un informe que no dio respuestas hidrogeológicas puntuales a sus problemas, y que aunque el informe llega a las mismas conclusiones que ya habíamos planteado, y que la prensa había publicado; entienden que el estudio debió presentar una zonificación del sector e identificación de los riesgos visibles y no visibles, y no limitarse a conclusiones que ellos ya conocían luego de participar en la reunión técnica interinstitucional celebrada en la Sala Capitular del Distrito Nacional, añadiendo que, por alguna razón, el informe fue archivado y no aplicado.
La geología, la geofísica, la hidrogeología, la geotecnia y los sondeos son herramientas especializadas de investigación que ayudan a conocer el comportamiento subsuperficial del terreno, pero hay que saber cuándo y dónde aplicar un determinado método, y cuando aplicar otro en función de las condiciones geológicas del sitio y en función de los resultados que buscamos, sabiendo interpretar los resultados para dar respuestas que resuelvan el problema.
La realidad es que hay muy poca atención al grave problema de cavernas y hundimientos en Los Prados, cuando lo correcto es buscar una verdadera solución que tranquilice a esa población.
Durante mucho tiempo, la presencia de múltiples cavernas por donde transitan importantes volúmenes de aguas subterráneas y aguas pluviales colectadas a través de pozos filtrantes sectoriales, así como la presencia de arcilla calcárea de baja capacidad de carga y facilidad para entrar en suspensión coloidal, lavarse e irse, han producido hundimientos del terreno y afectación de viviendas y calles en el sector Los Prados, lo cual se agrava con la autorización para la construcción de edificios multipisos que aumentan la carga sobre ese suelo flexible, y ponen en peligro la vida de mucha gente el día que una caverna colapse bajo un edificio, o cuando un sismo importante sacuda fuertemente a Santo Domingo, pues esos suelos flexibles vibran excesivamente y amplifican las fuerzas sísmicas cortantes y sus efectos sobre las edificaciones.
Recordemos el pánico colectivo que hubo en Los Prados cuando una tarde se hundió una marquesina de la calle Font Bernard, tragándose una camioneta estacionada, y para tranquilizar a los vecinos el gobierno contrató un estudio cuyo objetivo debió ser la caracterización geofísica e hidrogeológica del subsuelo de la zona afectada por los derrumbes, a fin de zonificar con precisión las ubicaciones y los tamaños de los problemas, y proceder a corregir puntualmente cada problema específico para tranquilizar a los residentes.
Pero los comunitarios de Los Prados quedaron en shock al ver como, después que el gobierno contrató el estudio requerido, los derrumbes de la calle Font Bernard fueron cubiertos mediante el uso de grandes bloques de basalto colocados durante una madrugada, sin usar un criterio hidrogeológico, y al ser consultados por la prensa, advertimos al país que esos bloques se hundirían cuando tuviésemos fuertes lluvias, porque el problema está abajo, y no arriba, y que el gran peso de todos esos bloques agravaría el problema. Y así fue, pues durante el paso de la tormenta Chantal todos los bloques de basalto se hundieron bajo los efectos de lluvias que incrementaron los flujos de aguas subterráneas que lavaron las arcillas.
Para intentar cubrir el nuevo derrumbe fue colocada una losa de concreto que, como era de esperarse, también se hundió con las lluvias posteriores, y de nuevo se volvió a utilizar concreto para tapar el problema y “hacerlo invisible”, lo cual es muy peligroso, especialmente cuando vuelva a llover intensamente y los flujos subterráneos vuelvan a lavar las arcillas subyacentes.
Hoy los comunitarios de Los Prados consideran que el resultado del estudio fue un informe que no dio respuestas hidrogeológicas puntuales a sus problemas, y que aunque el informe llega a las mismas conclusiones que ya habíamos planteado, y que la prensa había publicado; entienden que el estudio debió presentar una zonificación del sector e identificación de los riesgos visibles y no visibles, y no limitarse a conclusiones que ellos ya conocían luego de participar en la reunión técnica interinstitucional celebrada en la Sala Capitular del Distrito Nacional, añadiendo que, por alguna razón, el informe fue archivado y no aplicado.
La geología, la geofísica, la hidrogeología, la geotecnia y los sondeos son herramientas especializadas de investigación que ayudan a conocer el comportamiento subsuperficial del terreno, pero hay que saber cuándo y dónde aplicar un determinado método, y cuando aplicar otro en función de las condiciones geológicas del sitio y en función de los resultados que buscamos, sabiendo interpretar los resultados para dar respuestas que resuelvan el problema.
La realidad es que hay muy poca atención al grave problema de cavernas y hundimientos en Los Prados, cuando lo correcto es buscar una verdadera solución que tranquilice a esa población.
0 comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR VISITAR GAZCUE Y DEJAR TU COMENTARIO.