Así lo hizo saber a través de un comunicado, la Asociación Dominicana de Propiedad Intelectual, Inc., (ADOPI). De hecho, esta ONG incorporada en 1997 por el decreto 34-97, "observa con preocupación la pretensión de limitar la comunicación pública", y advirtió a los afectados procurar asesoría legal.
"(Pío Deportes) no puede pretender convertirse en un "organismo de radiodifusión" en los términos de la ley, ya que solamente capta una señal y la retransmite al público; de ninguna forma decide lo que va a transmitirse en esa señal", dice el comunicado.
"Los establecimientos comerciales que, según Pío Deportes, sólo podrían comunicar públicamente el Mundial de Fútbol Brasil 2014 amparados en los permisos que emita, pueden difundir sus partidos libremente", continuó.
Incluso, la ADOPI sostiene que si el local cobra un derecho de admisión para ver los partidos, el pago que deberá erogar sería para el organismo de radiodifusión que retransmita la señal, en este caso Telemicro y Digital 15.
Varios restaurantes que acostumbran colocar los partidos para sus clientes declinaron hablar.
El costo
La FIFA engrosó a sus arcas US$1,700 millones por la venta de los derechos televisivos, radiales, móviles e Internet para Brasil '14.
La factura varía según el tamaño del país. En Estados Unidos, ABC/ESPN desembolsó US$100 millones en 2005 por los derechos en inglés para los Mundiales de 2010 y 2014. En español, Univisión pagó US$325 millones por el mismo paquete.
En Argentina, el Gobierno pagó US$18 millones, en Tailandia fueron US$7 millones, y en Haití, la administración de Michel Martelly desembolsó US$2.2 millones.
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