El autógrafo ya murió, o eso es lo que algunos tratan de hacernos creer
POR MICHAEL POOLER
Durante semanas recientes, estrellas como la cantante Taylor Swift y el ex jugador de críquet de Australia, Shane Warne, han declarado que el autógrafo ha llegado a su fin, al decir que la generación actual de aficionados prefiere la naturaleza instantánea, y personal de los "selfies" - las fotos tomadas con celebridades en los teléfonos inteligentes y que pueden fácilmente subirse a los medios sociales para que el mundo entero los vea.
Sin embargo, los comerciantes de autógrafos aún no están de luto por su desaparición como artefacto cultural, a pesar de que hay pocos clientes jóvenes.
"Los autógrafos de los artistas musicales son más populares ahora que nunca", dice Roger Epperson de Houston, Texas, quien ha negociado "memorabilia" (fotos personales y recuerdos) de la era del rock durante 25 años. "Es una locura: los precios siguen subiendo y subiendo". Dice que una foto firmada por Paul McCartney que se vendió por $450 hace cinco años ahora puede venderse por tres veces más.
Debido a la poca demanda por parte de los adolescentes nacidos en un mundo digital, muchos distribuidores de autógrafos se han alejado del mercado masivo de la música contemporánea, el cine y de las estrellas del deporte para centrarse en cambio en objetos más esotéricos y rarezas históricas que pueden venderse a precios más altos. Esto se debe en parte al sitio de subastas en línea eBay, que al abrirse a un mercado más amplio ha hecho caer los precios para las fotos autografiadas de las celebridades más comunes - aunque entre los coleccionistas, eBay tiene la reputación de vender falsificaciones y reproducciones. Para los distribuidores existe un lucrativo negocio en el campo de la autenticación.
Pero la tendencia también está relacionada con la estructura demográfica cambiante de los compradores. Los coleccionistas ya no son las chicas que asediaban las estrellas del pop con papel y lápiz; el cliente promedio de la actualidad colecciona por hobby y es "un hombre entre 35 y 55 años, que tiene dinero para gastar", dice el Sr. Epperson. Es por ello que tal vez no tiene en existencia ningún objeto relacionado con músicos que han alcanzado la fama en los últimos 15 años.
Esta cepa de coleccionistas más exigentes a menudo considera a los autógrafos como inversiones, dice Huw Rees de Fraser's Autographs, filial del distribuidor de artículos de colección Stanley Gibbons. En los últimos cinco años, la empresa londinense ha liquidado su gama inferior y de márgenes más bajos, en favor de los artículos históricos, como la correspondencia de Sir Isaac Newton y de Sir Winston Churchill, así como codiciados artículos de la cultura pop como fotos firmadas por todos Los Beatles o por Marilyn Monroe. Su monto de venta promedio es de £5,000 y la mayor venta este año fue una colección de cartas de Albert Einstein por £200,000. "La gente quiere comprar un artículo que perteneció a alguien que dejó su huella en la historia, y si lo cuidas, su valor se apreciará", dice el Sr. Rees.
De hecho, una foto firmada por el primer astronauta en pisar la luna, Neil Armstrong, se disparó desde un precio de £550 en 2000 a £7,950 en 2013, según un índice de los 40 autógrafos más negociados, recopilado por Paul Fraser Collectibles. Y a medida que los propietarios fallecen hay un constante - aunque limitado - suministro de artículos disponibles.
A pesar de esta preferencia por lo añejo, ciertos distribuidores dicen que la percepción de que la gente ya no busca nuevos autógrafos es falsa. Más bien, es en parte el resultado de que las estrellas de hoy se pasean hoy en día con más guardaespaldas, lo que hace que sea difícil interactuar con ellas.
"Los autógrafos de las estrellas del pop son como "penny stocks" (acciones especulativas) - tienen alto riesgo y potencialmente alta recompensa", dice Jeff Woolf, presidente de Iconic Auctions, una compañía con sede en Arizona.
Se calcula que hay al menos una docena de "cazadores" profesionales en ambas costas de EEUU que se ganan la vida obteniendo autógrafos de las estrellas actuales de la música, el cine y la televisión, que se venden a un promedio de entre $100 y $150, por debajo de $250 en los días anteriores a eBay.
"Cada vez que Taylor Swift aparece en escena sé que hay al menos 10 personas tratando de conseguir su autógrafo para venderlo", añade el Sr. Woolf. "Hay coleccionistas dispuestos a comprarlo que ni siquiera conocen su música, en caso de que un día se convierta en la próxima Madonna. Ella simplemente no se da cuenta".
POR MICHAEL POOLER
Los autógrafos de los artistas musicales son más populares ahora que nunca. |
Sin embargo, los comerciantes de autógrafos aún no están de luto por su desaparición como artefacto cultural, a pesar de que hay pocos clientes jóvenes.
"Los autógrafos de los artistas musicales son más populares ahora que nunca", dice Roger Epperson de Houston, Texas, quien ha negociado "memorabilia" (fotos personales y recuerdos) de la era del rock durante 25 años. "Es una locura: los precios siguen subiendo y subiendo". Dice que una foto firmada por Paul McCartney que se vendió por $450 hace cinco años ahora puede venderse por tres veces más.
Debido a la poca demanda por parte de los adolescentes nacidos en un mundo digital, muchos distribuidores de autógrafos se han alejado del mercado masivo de la música contemporánea, el cine y de las estrellas del deporte para centrarse en cambio en objetos más esotéricos y rarezas históricas que pueden venderse a precios más altos. Esto se debe en parte al sitio de subastas en línea eBay, que al abrirse a un mercado más amplio ha hecho caer los precios para las fotos autografiadas de las celebridades más comunes - aunque entre los coleccionistas, eBay tiene la reputación de vender falsificaciones y reproducciones. Para los distribuidores existe un lucrativo negocio en el campo de la autenticación.
Pero la tendencia también está relacionada con la estructura demográfica cambiante de los compradores. Los coleccionistas ya no son las chicas que asediaban las estrellas del pop con papel y lápiz; el cliente promedio de la actualidad colecciona por hobby y es "un hombre entre 35 y 55 años, que tiene dinero para gastar", dice el Sr. Epperson. Es por ello que tal vez no tiene en existencia ningún objeto relacionado con músicos que han alcanzado la fama en los últimos 15 años.
Esta cepa de coleccionistas más exigentes a menudo considera a los autógrafos como inversiones, dice Huw Rees de Fraser's Autographs, filial del distribuidor de artículos de colección Stanley Gibbons. En los últimos cinco años, la empresa londinense ha liquidado su gama inferior y de márgenes más bajos, en favor de los artículos históricos, como la correspondencia de Sir Isaac Newton y de Sir Winston Churchill, así como codiciados artículos de la cultura pop como fotos firmadas por todos Los Beatles o por Marilyn Monroe. Su monto de venta promedio es de £5,000 y la mayor venta este año fue una colección de cartas de Albert Einstein por £200,000. "La gente quiere comprar un artículo que perteneció a alguien que dejó su huella en la historia, y si lo cuidas, su valor se apreciará", dice el Sr. Rees.
De hecho, una foto firmada por el primer astronauta en pisar la luna, Neil Armstrong, se disparó desde un precio de £550 en 2000 a £7,950 en 2013, según un índice de los 40 autógrafos más negociados, recopilado por Paul Fraser Collectibles. Y a medida que los propietarios fallecen hay un constante - aunque limitado - suministro de artículos disponibles.
A pesar de esta preferencia por lo añejo, ciertos distribuidores dicen que la percepción de que la gente ya no busca nuevos autógrafos es falsa. Más bien, es en parte el resultado de que las estrellas de hoy se pasean hoy en día con más guardaespaldas, lo que hace que sea difícil interactuar con ellas.
"Los autógrafos de las estrellas del pop son como "penny stocks" (acciones especulativas) - tienen alto riesgo y potencialmente alta recompensa", dice Jeff Woolf, presidente de Iconic Auctions, una compañía con sede en Arizona.
Se calcula que hay al menos una docena de "cazadores" profesionales en ambas costas de EEUU que se ganan la vida obteniendo autógrafos de las estrellas actuales de la música, el cine y la televisión, que se venden a un promedio de entre $100 y $150, por debajo de $250 en los días anteriores a eBay.
"Cada vez que Taylor Swift aparece en escena sé que hay al menos 10 personas tratando de conseguir su autógrafo para venderlo", añade el Sr. Woolf. "Hay coleccionistas dispuestos a comprarlo que ni siquiera conocen su música, en caso de que un día se convierta en la próxima Madonna. Ella simplemente no se da cuenta".
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