¿Para qué sirve un alcalde?

Por INÉS AIZPÚN

Abel Martínez copia en Santiago las sesiones de zumba del alcalde Salcedo en el Distrito y se suma así a los candidatos que creen que divertir al personal es una de las tareas del puesto.

Si su objetivo, como proclaman, fuera fomentar la vida sana y lo pensaran bien durante un minuto, verían abiertas abundantes líneas de trabajo que sí encajan en las obligaciones de su cargo. Una vida sana requiere una ciudad sana. Un servicio de recogida de basura eficiente y consistente. Aceras en buen estado para salir a caminar, alcantarillado, tratamiento de aguas negras, ordenamiento urbano inteligente, verde y respetuoso del ciudadano y sus derechos. Parques tranquilos y cuidados. Control de ruidos.

Lo que un alcalde puede hacer por la salud de una ciudad es estratégico y crucial. Pero dirigen esas intenciones en sentido diametralmente opuesto. Su misión, asumen, es entretener a los munícipes. Y como parte fundamental del show... el ruido.

Este sábado un vecino del parque del Conservatorio escribía al Ayuntamiento mostrando por enésima vez su impotencia ante el ruido insoportable de las actividades que el Ayuntamiento fomenta en el Parque. Preocupante, su denuncia de que el 911 ya no recoge las quejas porque “ese lugar está exento de cumplir la ley”.

¿Sabemos para qué sirve un alcalde? ¿Somos conscientes de lo que incumplen y de cómo nos perjudica? ¿Tenemos los alcaldes que nos merecemos? No: tenemos los alcaldes que los partidos nos imponen.

IAizpun@diariolibre.com
Share on Google Plus

Editor Gazcue es Arte

Master en Educación Superior mención Docencia, Licenciado en Comunicación Social, Técnico Superior en Bibliotecología y Diplomado en Ciencias Políticas, Columnista del periodico El Nuevo Diario

0 comentarios:

Publicar un comentario

GRACIAS POR VISITAR GAZCUE Y DEJAR TU COMENTARIO.