No es una obligación ser obispo para resultar escogido Cardenal

El Código de Derecho Canónico establece el procedimiento de elección 

Por Niza Campos

El Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez
presentó su renuncia al Papa Francisco.
SANTO DOMINGO. Las expectativas en torno a la designación de un nuevo Cardenal en el país han dado paso a interrogantes de cómo se llevará a cabo la escogencia, y quiénes podrían ser los posibles candidatos al purpurado.

De acuerdo con el Código de Derecho Canónico en su artículo 351 § 1: “Para ser promovidos a Cardenales, el Romano Pontífice elige libremente entre aquellos varones que hayan recibido al menos el presbiterado, y que destaquen notablemente por su doctrina, costumbres, piedad y prudencia en la gestión de asuntos; pero los que aún no son obispos deben recibir la consagración episcopal”.

Tomando en cuenta ese precepto, no hay que ser obispo para llegar a ser Cardenal, aunque sí deberán ser promovidos antes de ser consagrados. Estos serán nombrados por decreto del Papa, cuya decisión debe hacerse pública en presencia del Colegio Cardenalicio.

Su escogencia recae exclusivamente sobre los hombros del Santo Padre, ya que nadie por mutuo propio puede presentarse como candidato ni mucho menos recomendarse ternas. Sin embargo, ayuda mucho para poder ser tomado en cuenta el ser un obispo piadoso, con dedicación a la voluntad de Dios y sobre todo reconocido por su labor pastoral.

“Los Cardenales de la Santa Iglesia Romana constituyen un Colegio peculiar, al que compete proveer a la elección del Romano Pontífice, según la norma del derecho peculiar; asimismo, los Cardenales asisten al Romano Pontífice tanto colegialmente, cuando son convocados para tratar juntos cuestiones de más importancia, como personalmente, mediante los distintos oficios que desempeñan ayudando sobre todo al Papa en su gobierno cotidiano de la Iglesia universal”, refiere el Código del Derecho Canónico en su artículo 349.

Los Cardenales pertenecen a las distintas congregaciones romanas: se les considera Príncipes de la sangre, con el título de Eminencia.

Debido a su edad y su fructífera labor en las diócesis que representan, las figuras más encaminadas que podrían sustituir al cardenal López Rodríguez son el Arzobispo Metropolitano de Santiago, monseñor Freddy Antonio de Jesús Bretón Martínez, de 69 años; monseñor Francisco Ozoria Acosta, obispo de San Pedro de Macorís, de 65 años; monseñor Diómedes Espinal de León, de la diócesis de Mao-Montecristi con 67 años, y monseñor Andrés Napoleón Romero Cárdenas, obispo de Barahona, con 49 años.

Figuran, además, el obispo auxiliar de Santo Domingo, monseñor Víctor Emilio Masalles Pere, y el sacerdote Francisco Batista, superior para la Inspectoría Salesiana de las Antillas “San Juan Bosco”, de 63 años.

Actualmente, la Iglesia Católica Dominicana aguarda la sustitución en cualquier momento del Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, quien presentó su renuncia en el 2011.

Ayer, el prelado celebró sus bodas de plata, al cumplir 25 años como Cardenal, cuya investidura recibió el 28 de junio de 1991.
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Editor Gazcue es Arte

Master en Educación Superior mención Docencia, Licenciado en Comunicación Social, Técnico Superior en Bibliotecología y Diplomado en Ciencias Políticas, Columnista del periodico El Nuevo Diario

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