«Para la proyección, se supuso que la actividad productiva comenzó a verse afectada en la segunda quincena del mes de marzo. [...] En la dinámica de las proyecciones, el supuesto —extremadamente incierto— es que la evolución de la pandemia permitirá a las autoridades una flexibilización gradual de las medidas de contención sanitaria a partir del tercer trimestre del año y, con ella, la recuperación gradual de la producción. La CEPAL proyecta que la economía de América Latina y el Caribe sufrirá una contracción de la actividad del 5,3% en 2020, lo que generará casi 30 millones más de pobres». CEPAL, Informe Especial COVID-19, abril 21, 2020
Una interpretación de las proyecciones económicas que se han hecho, luego de la propagación mundial del Covid-19, es que la economía dominicana sería la menos perjudicada de América Latina; la base de este argumento es que diversos organismos internacionales han pronosticado un crecimiento cero, mientras que para otros nuestra economía crecería alrededor del 2%. El caso más reciente es el informe especial de la CEPAL que proyecta un crecimiento nulo para República, en contraste con una caída promedio del producto del 5.3% para América Latina y el Caribe.
En el citado informe, se proyecta que la economía mundial tendrá un crecimiento negativo del 2%, y se espera que las economías más afectadas serán las de la Eurozona (-5.7%), Japón (-4.2) y Estados Unidos (-3.8); en tanto que la economía china crecería apenas 1.8% y un 3.4% para la economía de la India. Esto significa que los principales motores de la economía mundial sufrirán en 2020 una abrupta desaceleración que, a su vez, pondrá a las economías emergentes y a los países subdesarrollados en una situación prácticamente inédita. Especialmente, para la región latinoamericana, tanto China como Estados Unidos representan los principales destinos de sus exportaciones; en efecto, la CEPAL anticipa que la caída de las exportaciones latinoamericanas y del Caribe se contraerán en 14.8%, como resultado de la pandemia del Covid-19, incluyendo una caída del 24.4% de las exportaciones hacia China.
Esta gravísima situación de la economía mundial se va a reflejar regionalmente en tasas negativas de crecimiento para la mayoría de nuestros países. Las mayores caídas del producto en Centroamérica, de acuerdo con la CEPAL se verificarán en Nicaragua (-5.9%), Cuba (-3.7%), Costa Rica (-3.6%), Haití (-3.1%) y El Salvador (-3.0%); los demás (Panamá, Guatemala y Honduras) tendrán tasas negativas de crecimiento, pero en menor magnitud; solo la economía dominicana no decrecerá en el presente año.
La inquietud que pudiera surgir es si con estos datos es suficiente para concluir que la economía dominicana sería – de la región – la menos afectada por la crisis mundial, sanitaria y económica, que ha provocado la pandemia del Covid-19. De entrada, tenemos que reconocer que con esos datos no es suficiente para concluir que nuestra economía seria la menos afectada. Para tener una mejor idea es necesario comparar las proyecciones iniciales que la CEPAL había hecho cuando el Covid-19 no era parte de la ecuación y las nuevas proyecciones que dicha institución ha hecho incorporando los efectos del virus. La diferencia entre ambas proyecciones nos puede dar una mejor idea del impacto marginal en nuestras economías.
Veamos. En febrero pasado – y con datos al 31 de enero; esto es, sin el factor Covid-19 – la CEPAL había pronosticado que las economías de los países de Centro América y República Dominicana crecerían a una tasa promedio del 3.2%, liderados por un crecimiento del 4.7% en la economía dominicana. Luego, en orden de crecimiento estaban Panamá (3.8%), Guatemala (3.2%), Honduras (2.9%), El Salvador (2.3%), Costa Rica (1.9%) y Nicaragua (-1.4%). Al comparar estas proyecciones de febrero con las de ahora (abril), se tiene que la economía de Guatemala seria la menos afectada con una diferencia negativa en el crecimiento de 4.5 puntos porcentuales (pp), seguida de la dominicana con -4.8 pp, Nicaragua (-5.1 pp), El Salvador (-5.3 pp), Costa Rica (-5.4 pp), Honduras (-5.7 pp) y Panamá (-5.8 pp).
Sin embargo, el tema no se queda ahí; diversos analistas han considerado como muy poco probable que la economía dominicana se mantenga fuera del rango de crecimiento negativo. Y hay muchas razones para considerar que las proyecciones de la CEPAL –en el caso dominicano– presentan un marcado sesgo de optimismo. Esto se puede apreciar, para citar un ejemplo, en el caso del turismo. Dice la CEPAL que «En un escenario en el que los ingresos por turismo disminuyeran un 30% en 2020, el PIB se reduciría 2,5, 0,8 y 0,3 puntos porcentuales en el Caribe, México y Centroamérica, y América del Sur, respectivamente».
De esto se pudiera inferir que la CEPAL está asumiendo que los ingresos en divisas generados por el turismo dominicano solo caerían en un 30% en el año en curso. Para muchos este es un supuesto heroico. El Covid-19 ha prácticamente paralizado la industria turística a nivel global, como lo ha hecho en nuestro país, y se espera que su recuperación será un proceso gradual que tomará el resto del presente año y una parte del venidero. Por lo tanto, es probable que los ingresos por turismo sufran una caída en la cercanía del 60%. Si este fuera el caso, y haciendo el correspondiente ajuste a las proyecciones de la CEPAL, tendríamos que la economía dominicana pudiera perder más de seis puntos porcentuales en el crecimiento del PIB. Y en lugar de ser la menos afectada de la región centroamericana, pasaría a ser, en el marco de las proyecciones de CEPAL, la economía con un mayor impacto negativo...
Por Pedro Silverio Alvarez
Una interpretación de las proyecciones económicas que se han hecho, luego de la propagación mundial del Covid-19, es que la economía dominicana sería la menos perjudicada de América Latina; la base de este argumento es que diversos organismos internacionales han pronosticado un crecimiento cero, mientras que para otros nuestra economía crecería alrededor del 2%. El caso más reciente es el informe especial de la CEPAL que proyecta un crecimiento nulo para República, en contraste con una caída promedio del producto del 5.3% para América Latina y el Caribe.
En el citado informe, se proyecta que la economía mundial tendrá un crecimiento negativo del 2%, y se espera que las economías más afectadas serán las de la Eurozona (-5.7%), Japón (-4.2) y Estados Unidos (-3.8); en tanto que la economía china crecería apenas 1.8% y un 3.4% para la economía de la India. Esto significa que los principales motores de la economía mundial sufrirán en 2020 una abrupta desaceleración que, a su vez, pondrá a las economías emergentes y a los países subdesarrollados en una situación prácticamente inédita. Especialmente, para la región latinoamericana, tanto China como Estados Unidos representan los principales destinos de sus exportaciones; en efecto, la CEPAL anticipa que la caída de las exportaciones latinoamericanas y del Caribe se contraerán en 14.8%, como resultado de la pandemia del Covid-19, incluyendo una caída del 24.4% de las exportaciones hacia China.
Esta gravísima situación de la economía mundial se va a reflejar regionalmente en tasas negativas de crecimiento para la mayoría de nuestros países. Las mayores caídas del producto en Centroamérica, de acuerdo con la CEPAL se verificarán en Nicaragua (-5.9%), Cuba (-3.7%), Costa Rica (-3.6%), Haití (-3.1%) y El Salvador (-3.0%); los demás (Panamá, Guatemala y Honduras) tendrán tasas negativas de crecimiento, pero en menor magnitud; solo la economía dominicana no decrecerá en el presente año.
La inquietud que pudiera surgir es si con estos datos es suficiente para concluir que la economía dominicana sería – de la región – la menos afectada por la crisis mundial, sanitaria y económica, que ha provocado la pandemia del Covid-19. De entrada, tenemos que reconocer que con esos datos no es suficiente para concluir que nuestra economía seria la menos afectada. Para tener una mejor idea es necesario comparar las proyecciones iniciales que la CEPAL había hecho cuando el Covid-19 no era parte de la ecuación y las nuevas proyecciones que dicha institución ha hecho incorporando los efectos del virus. La diferencia entre ambas proyecciones nos puede dar una mejor idea del impacto marginal en nuestras economías.
Veamos. En febrero pasado – y con datos al 31 de enero; esto es, sin el factor Covid-19 – la CEPAL había pronosticado que las economías de los países de Centro América y República Dominicana crecerían a una tasa promedio del 3.2%, liderados por un crecimiento del 4.7% en la economía dominicana. Luego, en orden de crecimiento estaban Panamá (3.8%), Guatemala (3.2%), Honduras (2.9%), El Salvador (2.3%), Costa Rica (1.9%) y Nicaragua (-1.4%). Al comparar estas proyecciones de febrero con las de ahora (abril), se tiene que la economía de Guatemala seria la menos afectada con una diferencia negativa en el crecimiento de 4.5 puntos porcentuales (pp), seguida de la dominicana con -4.8 pp, Nicaragua (-5.1 pp), El Salvador (-5.3 pp), Costa Rica (-5.4 pp), Honduras (-5.7 pp) y Panamá (-5.8 pp).
Sin embargo, el tema no se queda ahí; diversos analistas han considerado como muy poco probable que la economía dominicana se mantenga fuera del rango de crecimiento negativo. Y hay muchas razones para considerar que las proyecciones de la CEPAL –en el caso dominicano– presentan un marcado sesgo de optimismo. Esto se puede apreciar, para citar un ejemplo, en el caso del turismo. Dice la CEPAL que «En un escenario en el que los ingresos por turismo disminuyeran un 30% en 2020, el PIB se reduciría 2,5, 0,8 y 0,3 puntos porcentuales en el Caribe, México y Centroamérica, y América del Sur, respectivamente».
De esto se pudiera inferir que la CEPAL está asumiendo que los ingresos en divisas generados por el turismo dominicano solo caerían en un 30% en el año en curso. Para muchos este es un supuesto heroico. El Covid-19 ha prácticamente paralizado la industria turística a nivel global, como lo ha hecho en nuestro país, y se espera que su recuperación será un proceso gradual que tomará el resto del presente año y una parte del venidero. Por lo tanto, es probable que los ingresos por turismo sufran una caída en la cercanía del 60%. Si este fuera el caso, y haciendo el correspondiente ajuste a las proyecciones de la CEPAL, tendríamos que la economía dominicana pudiera perder más de seis puntos porcentuales en el crecimiento del PIB. Y en lugar de ser la menos afectada de la región centroamericana, pasaría a ser, en el marco de las proyecciones de CEPAL, la economía con un mayor impacto negativo...
Por Pedro Silverio Alvarez
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