Vargas se reservó para todas las parte un poco, y les dijo a los abogados que a veces son muy románticos y hablan con un discurso muy lindo, pero que en una medida de coerción no se trata de eso, y explicó que en Estados Unidos un proceso similar puede durar diez minutos.
Odio y amor
En medio de su exposición también narró que en días pasados estuvo escuchando a Pepe Mujica, expresidente de Uruguay, quien decía al retirarse de la política que el amor y el odio eran comparables porque son dos pasiones.
“El amor construye y el odio destruye, pero con objetivos distintos. Al juez tiene que inspirarle el amor cuando juzga, al Ministerio Público tiene que inspirarle el amor cuando investiga y a la defensa técnica tiene que inspirarle el amor cuando postula por sus defendidos, es decir, eso es lo que hay aquí”, dijo el juez haciendo alusión a las exposiciones apasionadas que se produjeron durante el proceso.
Luego cuestionó cómo puede la gente alegrarse de una tragedia, y respondió que jamás en la vida eso debía ser, porque cualquiera podía pasar por un momento similar.
“Recuerdo al niño que se reía del anciano, y el anciano decía: no te rías de mí porque como tú te ves hoy me vi yo ayer, como yo me veo hoy te veras tu mañana. Entonces nadie puede sentir alegría por la tragedia de otro”, afirmó.
Vargas señaló que algunos han querido darle una connotación política al proceso, por lo que recomendó apartar esa connotación para que los partidos políticos no se contaminen, ya que a su entender esas instituciones son la genuina representación de la democracia.
Añadió que se debe luchar por tener partidos fuertes, dirigidos con la finalidad de que cumplan su función social, que es la de servir a la democracia y al país.
Alexis Medina
“No debemos, de ninguna manera, pretender debilitar a los partidos políticos como fundamento del estado social y democrático de derecho, porque es el escenario que tenemos para exponer nuestros pensamientos, nuestras ideas y para manifestar lo que queremos.
Esto lo veo, no como un asunto político, esto lo veo y se lo digo a Alexis Medina, que tengo mucho tiempo que lo conozco, como un mal pago familiar que nunca debió haber sido”, señaló.
El magistrado reveló que en una ocasión Alexis Medina fue donde él a consultarlo con un problema y Vargas le aconsejó dejar eso así porque era hermano del presidente de la República y que a veces la persona, teniendo la razón, debe dejar pasar cosas.
Añadió un caso propio en un negocio de repuesto en el kilómetro 7 y medio de la carretera Sánchez, a donde fue a comprar un motor para su vehículo, pero le salió dañado. “Con el carro sin motor, se comunica el mecánico con el señor; el señor comenzó a saltar y a brincar y me mantuvo dormido y no cumplió ni con repararme el motor ni con reponérmelo.
Tenía un amigo que me decía, somételo ,ponle una querella y tuve la intención de hacerlo. Pero reflexioné y dije: Bueno, si vengo y le pongo una querella aquí en el Palacio y lo mandan a buscar preso, él va a decir que eso se está haciendo porque soy juez y esas son de las limitaciones que tenemos cuando ejercemos funciones públicas o cuando tenemos familias que ocupan posiciones cimeras en el Estado”, dijo.
La debilidad familiar
Siguió su relato diciendo que se trata de algo familiar porque Alexis Medina, que es el hermano más pequeño del expresidente Medina, es la niña linda del exmandatario y que siente por él una debilidad extraordinaria, pero que siempre fue cuidadoso.
“Soy testigo. Siempre fue cuidadoso y mantuvo a Alexis a distancia.
Por eso les digo que es un asunto que, aunque quieran asumirlo de manera política, no se trata de eso, se trata de una falla familiar. Que una persona, no sé si por inmadurez o por lo que sea, desconoció que su hermano ocupaba una posición y que eso lo obligaba a mantener una postura que no pudiera, diría yo, atollar el gobierno de su hermano.
Pero Alexis no correspondió con las pretensiones del presidente, de su hermano, y comenzó a hacer negocios”, manifestó el juez Vargas.
Negocios notorios
Siguió su explicación diciendo que los negocios de Alexis Medina fueron notorios, tanto que no solo era perseguido por el Ministerio Público, sino por todos esos comerciantes y empresarios que veían que era favorecido por encima de ellos con tráfico de influencia que utilizaba para favorecerse, por lo que dijo que hoy celebran verlo en el banquillo de los acusados.
Soledad del poder
Declaró que cuando le decía al presidente Danilo Medina en una entrevista del Consejo Nacional de la Magistratura que se cuidara del poder, se lo decía porque aunque tiene mucho tiempo que no participa en la actividad política, desde 1975 trabajó como locutor de Radio Popular y observó que tras Joaquín Balaguer salir derrotado en 1978 caminaba en el Mirador Sur solo con Bello Andino, Pérez Bello y otras personas.
“Yo decía: caramba, cómo puede uno pensar que una gente que era tan querida hoy camine de forma tan solitaria. Después, el cuatro de julio de 1982, tuve que vivir cuando el presidente Antonio Guzmán se quitó la vida.
La soledad. Pero para mí más penoso fue ver cómo murió el doctor Jorge Blanco. Recuerdo que trabajando para Radio Popular, yo cubría todas sus visitas a las siete de la mañana en el Consejo Estatal de Azúcar y después el doctor Jorge Blanco, con tantas personas a su lado sirviéndole, termina muriendo solo porque se cayó de una cama sin ni siquiera una persona que lo agarrara para evitar esa caída, cuando había tanta gente a su alrededor que lo aclamaban y se reían de cualquier chiste.
Cuando uno está en el poder el chiste más agrio despierta muchísimas carcajadas y uno se llega a creer que nació para ser cómico y hacer dramas, porque la gente se ríe de todo. Y es así, el poder es así”, puntualizó.
Tonto poco útil
El magistrado afirmó que Alexis Medina mandaba más que los funcionarios, y dijo del doctor Freddy Hidalgo que fue un «tonto poco útil», porque de haber sido de mayor utilidad se hubiese quedado ocho años como ministro de Salud.
“Pero, el doctor Hidalgo no tenía la utilidad necesaria que se requería para el tipo de negocios que se estaba haciendo con Salud Pública, la Oisoe y con el Fonper”, apuntó.
Ese preámbulo del juez Vargas fue previo de dictar la medida de coerción a los once imputados por el caso de tráfico de influencia y lavado de acticvos. No fue el único, lo hizo bremente en otros casos.
Siete recibieron prisión preventiva, tres prisión domiciliaria y uno la presentación periódica.
Por José Miguel de la Rosa
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