Las razones por las cuales se le dedicó este importante evento a Israel son infinitas, iniciando por el hecho de que es una tierra de historia milenaria y rica en diversidad cultural, que ha dejado una huella imborrable en el panorama literario mundial.
Desde tiempos ancestrales hasta la contemporaneidad, la literatura israelí ha sido una expresión inigualable del alma de su pueblo y una ventana hacia su complejo tejido social. Por ello, invitar a Israel a nuestra feria es abrir las puertas a una experiencia enriquecedora y reveladora para lectores de todas las latitudes.
Cabe destacar que, a lo largo de su historia, Israel ha sido un centro de innovación y conocimiento en múltiples ámbitos, y, como ejemplo, de Israel proceden más de una decena de premios Nobel, otorgados en los campos de la economía, la química, la literatura y la paz.
El bagaje cultural de ese país es un crisol de influencias históricas, religiosas y sociales que se entrelazan en una narrativa única. Desde los textos bíblicos, que han dado forma a gran parte de la literatura occidental, hasta la moderna producción literaria, Israel ha sido un punto de encuentro de civilizaciones, creencias y tradiciones. Esta tierra ha sido fuente de inspiración para escritores y poetas durante siglos, quienes han plasmado en sus obras la profundidad de su patrimonio cultural.
Adentrándonos en su literatura moderna, encontramos una amplia gama de voces y perspectivas que reflejan la complejidad de la sociedad israelí. Autores como Amos Oz y David Grossman, por citar solo unos pocos, han trascendido fronteras con sus narrativas profundamente humanas y emotivas.
Sus obras abordan temas universales, como el conflicto y la reconciliación, la identidad y la pertenencia, y la lucha por la paz en medio de la adversidad. A través de sus letras, los lectores pueden sumergirse en las realidades íntimas y a menudo conmovedoras del pueblo israelí.
La literatura de este país ha sido una herramienta valiosa para romper estereotipos y derribar barreras culturales. Al ser una sociedad diversa en sí misma, su literatura ha acogido a escritores de distintos orígenes, incluidos árabes, drusos y otros grupos minoritarios, quienes han contribuido con sus perspectivas únicas a la riqueza del panorama literario del país. Así, la presencia de Israel en nuestra XXV Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2023 permite celebrar esta diversidad y fomentar el diálogo intercultural a través de la literatura.
Además del valor literario, Israel es un país donde la educación y el conocimiento ocupan un lugar destacado. La promoción de la lectura y el acceso a la cultura han sido prioridades sociales durante décadas. El país ha visto florecer programas educativos que fomentan el amor por la lectura desde edades tempranas. Por ello, contar con Israel como país invitado en nuestra feria no solo supone una magnífica oportunidad para que los visitantes se sumerjan en su rica literatura, sino también para aprender de su enfoque exitoso en la promoción de la lectura y la alfabetización.
Asimismo, la participación de Israel en nuestra próxima feria del libro es una plataforma para el intercambio cultural y el fortalecimiento de lazos entre escritores y profesionales del mundo editorial. La literatura trasciende las fronteras nacionales, y este evento es el escenario perfecto para el intercambio de ideas y la colaboración editorial, que pueden dar lugar a nuevas oportunidades de publicación y a una mayor difusión de la literatura israelí en el ámbito global.
En este contexto, es relevante destacar la relación entre la República Dominicana e Israel. A lo largo de los años, ambos países han mantenido lazos de amistad y cooperación en diversas áreas, incluyendo la cultura, la ciencia y la educación. La participación de Israel en nuestra feria supone un paso significativo para fortalecer estos lazos y fomentar un mayor intercambio cultural entre ambas naciones.
Nadie puede rechazar la implementación de algún avance científico o médico, de mejora de rendimiento agrícola, etc., por su origen, pues ello no es obra de un gobierno, sino de una sociedad. De igual manera, el conocimiento y la cultura son bienes de todos y para todos, son patrimonio mundial, no de un país y, mucho menos, de un gobierno. Rechazarlos es impedir el desarrollo propio y fomentar el desconocimiento de una rica tradición que ha aportado mucho, y en muchos campos, a la humanidad.
La literatura y la cultura son patrimonio de la humanidad y deben ser celebradas y compartidas sin distinción. De este modo, la invitación a Israel es un reconocimiento a su riqueza literaria y cultural, así como una oportunidad para promover el conocimiento mutuo y la colaboración en el ámbito cultural.
No debemos olvidar que la República Dominicana e Israel comparten también elementos comunes, como es una sociedad donde está arraigada, en algunos aspectos, la tradición judeocristiana y, así mismo, compartimos una lengua madre que ha derivado en el español que hablamos nosotros y el ladino, que aún es el vehículo de comunicación y de expresión cultural en diversas comunidades sefardíes de Israel. Estos lazos históricos y lingüísticos sirven como pilares para fortalecer los vínculos culturales entre ambas naciones, y una feria del libro representa una ocasión única para ponerlos en valor.
En conclusión, el bagaje cultural y literario de Israel es innegable y su participación en la próxima feria del libro es un regalo invaluable para los amantes de la literatura y la cultura. Desde su rica historia hasta su producción literaria contemporánea, Israel ha cautivado al mundo con sus narrativas únicas y sus voces diversas.
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